El joven Hyōdō Issei termina siendo abandonado por las mujeres que ama por razones que ni el mismo conoce, estas tan solo lo abandonaron sin decir una palabra.
Solo y sin nadie, este escapa del hospital en el que estaba siendo tratado.
Durante su e...
Hola chicos, espero estén bien. Si les gustó este capítulo agradecería que dejaran su voto, eso me anima a sacar capítulos mucho más rápido. Cuídense y tenga una buena noche, mañana, tarde o sea lo que sea la hora que sea en su país.
Chao chao.
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Sí, lo recuerdo como si fuera ayer. Después de eso Senpai me llevo a la Santa Iglesia; desde ese día formo parte de la Agencia de Entierros, un grupo especial de Exorcistas reunido por la Santa Iglesia para mantener a los humanos a salvo de seres sobrenaturales. Nuestro trabajo es cazar a seres que sean un peligro y estropear los planes de cualquier ser que intente un ataque terrorista a gran escala. La organización es bastante pequeña, teniendo solo ocho miembros oficiales contando al director. El director gestiona a ocho agentes primarios los que un arzobispo permite actuar libremente en su tiempo libre. Un año ha pasado desde que fui acogido por la iglesia y logre convertirme en un inquisidor, es parecido a un exorcista pero de menor rango. Bueno, pero volviendo a la situación actual: En estos momentos Senpai y yo nos encontramos de camino a nuestro edificio de apartamentos. "No puedo creer que hayas llegado tarde, ahora tendré que tratar tus heridas." "Senpai... lo dices como si hubiera sido yo el que golpeo mi rostro con una ráfaga de puñetazos." "Lo siento... estuve todo el día intentando lidiar con las estúpidas e innecesarias órdenes del director ¡¿Acaso no entiende que nuestro padre y salvador celestial nos regaló el libre albedrío?!" "Así que cuando te enojaste por mi tardanza no te pudiste controlar, entiendo." "En verdad lo siento..." "No te preocupes, pero la próxima vez al menos no golpees más fuerte que Mike Tyson." Llegamos al edificio de apartamentos pertenecientes a la Santa Iglesia. Subimos por el ascensor y entramos a la habitación siete del piso seis, el departamento de Senpai. "Sabes que no tienes que hacer esto todos los viernes, ¿verdad?" Senpai pregunto con cansancio. "Lo sé." Respondí con una sonrisa. Sin nada más que decir me quite la chaqueta y me dirigí a la cocina. Tomé los ingredientes necesarios y comencé a cocinar. Hoy es viernes, lo que significa que es noche de curry. Después de cocinar prepare la mesa y serví un par de platos de curry en el pequeño comedor del departamento.
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Si esto de ser un exorcista no funciona, debería abrir un restaurante, en verdad soy maravilloso cocinando. Poco tiempo después Senpai se hace presente, esta ya se había bañado y se había cambiado a ropas más cómodas. Su rostro era feliz y tranquilo.
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