Begin Again 2 - (Adaptada)

04 》Jungkook, xx.

16 de septiembre, 2016. Viernes. Vogue Magazine Office, Jungkook's box. 2:30 pm. 

La semana más larga de la vida del joven Jeon. No sólo porque cada día en el trabajo se hacía más pesado: marcas nuevas, inicio de temporadas, desfiles. Si no porque, tener a Hye en el mismo edificio que él, a escasos metros de su caja de trabajo, lograba volverlo loco. Es decir, no le molestaba tener que verla cada uno de días en el piso de redacción, pero cuando ella no hacía más que ignorarlo y pasar de él logra desconcentrarla de sobre manera.

Como toda esa semana, el trabajo en el piso de Vogue Magazine corría con velocidad. Las noticias de la nueva asociación con los famosos editores había sido publicada en todos los medios casi a las horas de haber sido expuesta en el mundo, y cada día había más gente interesada en integrarse a ese contrato. Sook, además de ser fotógrafa, había estado integrada en los papeles y por eso la habían llamado como secretaria de Hye, siendo quien tenía que llevarle todas las entrevistas de la semana, para que ella las redactara y diseñara a su gusto para la revista.

"Joder, ya voy tarde." Murmuró la fotógrafa mientras dejaba su cámara en la extensa mesada de aquella habitación, mientras se encargaba de guardar en una bolsa todo lo que le había pedido a la muchacha de cabellos castaños. "Jungkook, ven, hazme un favor."

Su ceño se frunció suavemente al ser llamado. En todo lo que iba de la semana, la chica no le había hablado. Sobre todo desde el momento que se enteró que había estado casado y su divorcio se debía a que había engañado a la susodicha, dicho por el mismo Randy Minor. El nuevo novio de su ex mujer -o eso creía él-. Sook se había distanciado de él a tal punto de pedir un cambio de fotógrafo por lo que quedaba del cuatrimestre, sin embargo su petición había sido refutada por su jefe y había recibido como respuesta que arreglara sus problemas con su modelo.

"¿En qué te ayudo, Sook-ssi?" Dijo el muchacho de cabellos negros, acercándose a ella mientras posicionaba una de sus manos en su espalda, acariciándola suavemente con las yemas de sus dedos por encima de la tela de la chaqueta que ella tenía en su cuerpo, a causa del frío que hacía en el estudio para mantener las maquinarias en buen estado.

"Llévale ésto a Hye-ssi. Dile que me disculpe y que tuve que correr porque tengo una reunión con Mark ahora." Su voz sonó en un quejido que él pudo interceptar de inmediato. Ambos conocían a su jefe de piso y podía llegar a ser tan molesto a veces, que ahora entendía la razón de su mal humor.

En cuanto desapareció de su vista, una sonrisa se instaló en su boca. Allí había encontrado una buena excusa para hablar con Hye y, aunque no estaba seguro de verla porque nadie le había otorgado el horario de trabajo de la muchacha, intentaría por todos los medios posibles que ella le hablara, o simplemente le dedicara una mirada.

Acomodó las solapas de su camisa a cuadros antes de salir de aquella pequeña habitación ambientada para ser su estudio personal, y comenzar su camino hacia el piso de redacción que estaba temporalmente en el subsuelo, mientras terminaban de arreglar la gran oficina que habían construido en el último piso de la torre. A cada paso que daba, el pasillo que culminaba frente a él se había poblando de pequeños grupos a medida que los segundos pasaban; el horario de salida había llegado para los fotógrafos del primer turno, y todos tenían sus objetos materiales preparados para abandonar el edificio.

Aunque su claustrofobia dificultaba su respiración a medida que más personas ingresaban al ascensor junto a él, no podía evitar dispersar su mente al pensar que en pocos segundos vería a Hye. Su Hye.

Entre pensamientos que consideró erróneos y subversivos, la electrónica campana del elevador retumbó contra su oído avisando el final del recorrido y que había arribado a su destino. Sus manos sudaban levemente contra los papeles, apretando aquellos contra sus dedos mientras observaba el luminoso piso hacerse lugar frente a él. Aunque habían pequeñas cajas de trabajo, podía ver desde su lugar como aquella cabellera marrón atada en una coleta se movía en un pequeño vaivén de lado a lado ante el caminar apurado y veloz de Hye. Su mirada cruzó con la propia antes de ver como su pequeño cuerpo se quedaba inmóvil ante la presencia de Jungkook en su lugar de confort.

Intentó pasar frente a él desprevenida, mas su mano la paró al engancharse contra su brazo, tomándola con tanta dulzura que sintió desfallecer ante el tacto tan suave que su mano dejaba contra la desnuda piel de su antebrazo. Intentando recomponer su compostura, Hye levantó su cabeza y lo miró fijamente a los ojos antes de soltarse de su agarre y posicionar ambos brazos cruzados contra su pecho.

"¿Qué es lo que pasa? Estoy ocupada y necesito salir de aquí lo más rápido posible." Murmuró la dueña de aquellos ojos marrones que había logrado encantar a Jeon cientos de veces con solo una mirada; tanto como ahora. La miraba como si fuera la joya más preciosa en el mundo, recorriendo con precisión cada facción de su rostro, con la intención de nunca borrar aquella belleza de su memoria.

"Sook me mandó a darte unas entrevistas que ha hecho. Ella tenía una reunión con Mark y no podía traerlas, así que me pidió a mi si podía hacerlo por ello." Aclaró su garganta antes de estirar la mano que mantenía apretados aquellos papeles que había mencionado. Sin embargo, en el preciso momento que ella intentó sacarlos, se quedó a la espera de su entrega, puesto que Jungkook no parecía listo para dejarla ir en aquel momento.

"¿Qué más quieres, Jeon? Ya trajiste lo que necesitabas, y yo estoy ocupada, no entiendo para qué me retienes." Estaba irritándola esa situación y sólo habían pasado unos segundos desde que estaba frente a él. No podía evitar que su corazón se acelerara ante la presencia ajena frente a ella, recordando por qué lo había amado tanto en su momento: por la frescura que sus ojos le inducían con sólo unas palabras.

"Sólo quiero tu número. Ya sabes, podemos hablar, quedar para vernos cuando te sientas lista. Me gustaría salir contigo y poder hablar de nosotros." Murmuró mientras se acercaba al cuerpo de la pequeña Park, susurrando las palabras para que nadie más, a parte de ellos dos, pudieran escuchar las palabras que él reproducía.

"No creo que eso sea posible. Deja de ilusionarte, porque el nosotros que había en un pasado, ya está enterrado bajo tierra en mi presente." Las palabras de Hye lo desestabilizaron física y emocionalmente. Al darse cuenta lo chocado que había quedado Jungkook ante sus propias palabras, tomó el sobre que estiraba hacia ella y tiró de él para llevárselo consigo, sintiéndose incómoda al tener que soltar tales hirientes palabras para dejar que él interfiriera en su vida. Aunque con sólo una mirada lograba volverla loca, no quería su amor enfermizo, tóxico y engañoso en su vida.

16 de septiembre, 2016. Viernes. Gangnam Seul. 7:50 pm.

La suave brisa de aquella tarde en Gangnam golpeó el rostro de Hye en cuanto sus horas de trabajo se dieron por finalizadas y pudo salir de aquel aire condicionado para ir a la tranquilidad de su hogar: un pequeño departamento que había logrado rentar hacía unas semanas con los ingresos de la empresa. Aunque no era igual de lujosa que su casa anterior, tenía el espacio justo y necesario para su convivencia solitaria.

Sabía lo difícil que sería conseguir algún taxi en ese momento, estaba en plena avenida y a las siete de la tarde la calle se poblaba con rapidez de extranjeros, residentes y nativos; todos corriendo, intentando llegar a una cita. Sin embargo, y consciente que Randy le había avisado que tenía una junta y no podría llevarla a casa, poco le importó y decidió seguir su camino a pie. Su casa no estaba tan lejos, mas no eran cinco minutos a pie.

En medio de su apresurada caminata por las multitudes, sintió su móvil vibrar con fuerza contra el bolsillo. Aprovechando estar con el semáforo en rojo, lo sacó de su chaqueta y se extrañó al ver el número desconocido entre sus mensajes más recientes.

"Como ya lo he dicho en un pasado, siempre consigo lo que quiero. Quería tu número, y aquí lo tengo. Tan sólo me falta conseguir que me perdones y volvamos a ser nosotros. Te quiero Hye-ssi.

Jungkook, xx."

Una sonrisa, que pronto se obligó a borrarla de su rostro, se cruzó en sus labios antes de mirar al frente y seguir con su camino.

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Se que he demorado demasiado y lo prometido es deuda, pero he estado demasiada ocupada con muchas cosas.
Realmente intentaré subir un capítulo pronto, los quiero, gracias por el apoyo.

40 likes y 15 comentarios para un nuevo capítulo!