Capítulo 19: Nuevas vidas

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Narradora Omnisciente

Sábado por la mañana se despertaba nuestro pequeño peliceleste se despertaba con su pequeña rutina de despertar a sus amados, pues como saben ellos debían trabajar o al menos eso creía el menor que se acercaba al pelivioleta para despertarlo.

-Atsushi despierta debes ir a trabajar- el nombrado abre lentamente los ojos, mira la hora y luego a su pequeño ojiceleste para luego protestar.

-Tetsu~chin son las 6 de la mañana y es sábado todos excepto Sei~chin descansamos hoy- el menor lo miró y luego recordó que lo dicho anteriormente por el mayor era verdad que despistado era entonces, avergonzado responde

-es verdad, lamento despertarte vuelve a dormir-

-no importa ven- dijo el mayor extendiendo sus brazos a lo que el más pequeño se metió entre ellos para volver a dormir nuevamente.

-----------10:00 A.M RESIDENCIA DE LA KISEKI--------

Se despertaba un pequeño peliceleste a causa de besos y caricias que recibía por todo el cuerpo y eran más de un par de manos por lo que lentamente fue abriendo los ojos y lo primero que vio era rostros sonrientes llenos de amor.

-buen día- dijo el menor aún somnoliento

-buen día- dijeron al unísono, luego de eso el menor lentamente se levantaba de la cama para ir a lavarse los dientes y la cara, al terminar bajo y se encontró con un delicioso desayuno mientras que, los demás integrantes estaban sentados esperándolo. Luego de desayunar el menor de ellos dice

- chicos porque no mejor vamos a comprar ya la ropita para los bebés se está acercando la fecha de tenerlos y no compramos nada – todos se pusieron de acuerdo excepto Shintaro que no estaba en la casa. Un poco más tarde todos fueron a cambiarse de ropa y al salir fueron a visitar las tiendas en ellas compraron los muebles que eran las cunas, los cambiadores, carritos, también los armarios para guardar la ropa y los pañales. Luego fueron a otra tienda y compraron varios conjuntos de animales como conejitos, leones y ositos, vestiditos, trajesitos, etc. Estaban tan entretenidos que ni notaron la hora, el de cabellos rojos al sacar su teléfono para verificarla recibe una llamada de su secretaria que decía que urgentemente debía ir porque hubo un error con unos papeles. El nombrado enojado fue rápidamente a la oficina para corregir el dichoso problema y despedir a su tonta secretaria no podía creer que siendo la encargada de un proyecto tan importante se hubiera equivocado con un error tan tonto.

Al llegar el de ojos heterocromáticos lo primero que hizo fue entrar a su oficina y llamar a Sabrina su secretaria, la cual acudió rápidamente al llamado de su jefe que la esperaba echando humo hasta por los oídos.

- Explícame inmediatamente cual es el error que tuviste con ese proyecto- la joven rubia solo sonrío internamente y dijo.

- Discúlpeme señor no hubo ningún error con el contrato, lo que paso es que yo vi mal y pensé que hubo uno- al terminar de decir su frase la joven salto asustada en su lugar puesto que el jefe soltó un manotazo en la mesa y dijo furiosamente

- Te pago para que hagas las cosas de buena manera no para que estés tonteando. Junta tus cosas y retírate inmediatamente no quiero incompetentes en mi empresa- dicho esto la muchacha en un último intento por "capturar a su jefe" dijo

- Pero señor todo esto lo hice por usted- mientras se acercaba lentamente

- ¿ah si?- fue todo lo que respondió el mayor con una sonrisa ladina

- Si señor yo lo quiero y si usted quisiera yo estaría dispuesta a hacer cualquier cosa por usted- dicho esto ella se sienta entre sus piernas y justo en ese preciso momento entra el fantasma con un enorme vientre y un pequeño bento entre sus manos, su idea era sorprender al padre de sus hijos y el sorprendido fue él ¿Qué hacía esa mujer en las piernas de su pareja y por qué él no hacía nada para impedirlo?. Lentamente se adentró igual a la oficina donde estaba la pareja y al llegar a donde estaban ambos lo primero que hizo fue dejar el bento en la mesa y girarse hacia la mujer, levantar la mano y pegarle una cachetada muy muy fuerte a la mujer que la hizo voltear el rostro y caerse al piso, la miró y dijo

- Estas despedida no quiero volverte a ver en esta oficina ni en el edificio- la mujer largó una carcajada y preguntó.

- ¿ Quién eres tú para mandarme a mi perra maldita ? tú no eres mi jefe- el menor con la voz sombría dijo.

- Soy el esposo de tu jefe y también soy dueño de esta empresa- la rubia dejó de sonreír y no podía creer lo que escuchaba por lo que miró al pelirrojo y el asintió afirmando lo que el peliceleste decía. Lo siguiente que hizo el ojiceleste fue tomar el teléfono y llamar a seguridad para sacar a esa mujer y cuando el empleado llegó el menor nuevamente recalcó

- Nuevamente te repito que no quiero verte por aquí ni ninguna de las empresas Akashi estas despedida- dicho eso el hombre de seguridad la tomo del brazo y la sacó de allí. Al ya estar sola la pareja el menor se gira hacia el otro y dice con una voz sombría

- Espero que disfrute su almuerzo señor Akashi- cuando terminó de decir el nombre de su pareja se le quebró la voz notoriamente por lo que el nombrado rápidamente se levanta y toma su mano para decir

- Tetsuya no es lo que crees te puedo jurar que nunca paso nada con ella-

- Lo importante es que dejaste que se sentara en tus piernas te puedo apostar que si hubieras estado en mi posición te hubieras estado incluso peor, sabes que en estos momentos no me siento con ganas de hablar, ya estoy cerca de tener a los bebés y tengo demasiados cambios de humor- dicho esto el menor se fue a casa en taxi puesto que le dolían los pies y le caían las lágrimas- al llegar a su hogar sin saludar a nadie fue a la habitación entre lágrimas ya que aún no había conseguido calmarse, lo que extraño a los demás presentes que ya habían llegado unos minutos antes con las cosas que habían comprado anteriormente exceptuando por los muebles.

Rápidamente uno de ellos lo siguió para ver que pasaba pues ya sabían que iba a ver al de cabellos rojizos, al llegar donde el menor no dijo nada solo lo abrazó y esperó que el menor se calmara y que le quisiera contar lo que había pasado. Ya cuando el doncelito se calmó, le contó lo sucedido y lo convenció de que escuchara la versión del de cabellos rojizos puesto que sabían muy bien cómo era la personalidad de él.

---------------------------TRES DÍAS MÁS TARDE----------------------------

La pareja habló y el menor entendió que el de ojos heterocromáticos no lo había engañado, por lo que lo perdonó y en estos momentos el ojiceleste se despertaba gritando puesto que le dolía el vientre y creía que algo le pasaba a los bebés por lo que asustado despertó a todos y pidió que lo llevaran de urgencia al hospital más cercano que resulta era el de el ojiverde. El moreno y el peliverde que eran los que estaban durmiendo más cerca del menor lo llevaron corriendo al automóvil del peliverde para llegar al hospital. Cuando llegaron rápidamente trasladaron al menor a la sala de cirugías puesto que se le adelanto el parto e iban a realizarle una cesárea.

------Continuará-------

Nuestro pequeño amor (FINALIZADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora