Recuerdos | Playlist Tokyo Revengers

🧁 Line Without a Hook

Título: Line Without a Hook / Una línea sin un gancho.

Personajes: Chifuyu Matsuno y Baji Keisuke.

Cantidad de palabras: 4.677

Advertencias: Se recrea un personaje de género masculino como una mujer trans. Transfobia, abuso físico, autolesiones.

Es un escrito que puede resultar sensible para el público debido a los temas que aquí se tratan. Sepan que leen esto bajo su propio riesgo.

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Un roce se concretaba en medio del bello lago que había marcado el inicio de la relación amorosa entre dos tontos jóvenes. Una muchacha y un muchacho, ambos quizás con varias cosas en común, características físicas casi iguales, pero contrastándose por lo que sentían consigo mismo. Uno estaba completamente feliz con su cuerpo, se admiraba y apreciaba los defectos; la otra, sentía que había nacido en el cuerpo al que siempre lo sentenciarían como "el transformista". Tenían sus diferencias y por eso mismo se amaban.

La mano de Baji pasaba por la manga de su pareja, a quien se le había subido ligeramente la parte de arriba de su remera con hombreras, y la bajaba con delicadeza, disfrutando el suave tacto. Sin embargo, Chifuyu no se sentía más que horrorizado por el golpe que había marcado allí mismo, haciéndolo sentir como si mancharan su belleza. Ella bajó la cabeza y solo observó el agua que fluía en frente suyo. Ni siquiera se intentaba animar comiendo un poco de lo que había en el picnic, porque eso significaría que no podía con las tentaciones y no le parecía bien. Ya mucho se había ganado para sentir su feminidad ofendida. Todo por las agresiones verbales y físicas de sus propios aliados, sin poder entender su "cambio" y la idea de que empezara a "fingir con la idea de ser mujer".

Nada salía como lo deseaba, porque, de alguna u otra forma, los otros estaban esperando que dijera que todo era un chiste, que los hiciera entender que lo habían golpeado en broma. Claro que todos esos puñetazos los había sentido propios, impregnados en cada parte de su ser completamente masculino, aquel que se expresaba de forma física como un hombre con estereotipos de su otro género. Si hubiera tenido senos, quizás los golpes hubieran sido más significativos, más gloriosos, pero hacía unos pocos meses había arrancado con el tratamiento hormonal, era difícil ver logros en alguien como "él". Si tan solo hubiera tenido la bendita menstruación, lograrían entender que solo estaban siendo atroces con una señorita que ya estaba sangrando, sin realmente quererlo. La simple idea de que su voz hubiera sido femenina y lograra gritar por auxilio, lo paralizaba ahí mismo, olvidando que alguien estaba a su lado para protegerlo, haciéndola sentir una invalida al dejarse agredir de esa forma.

Pero las mujeres no se defendían. Ellas gritaban. Pedían que por favor se detuvieran. Como mucho los golpeaban con fragilidad... Si por su parte les hubiera insertado un puñetazo los habría noqueado, porque era una especie de mujer atrasada, mujer entre el privilegio y el desamparo. Ellos sabían que claramente no quería quedar de esa forma, que quería ser tomada en serio, por eso siguieron, como si hubiera sido un ritual. Siempre sucedía lo mismo. Era su ritual de iniciación en ser mujer, aunque hacía tres meses estaba experimentando lo de una.

La belleza que este ritual traería sería increíble, pero era dolorosa. Sabía que simplemente debía de resistirlo y luego matarse un poco más de hambre para verse un más flaquita y pasar desapercibida entre todas esas mujeres hermosas... Pero era imposible. Cargaba con tanta ansiedad que siempre terminaba comiendo lo que encontrara. Todo le servía para ganar mayor masa muscular y no poder continuar con su imagen deseada. Todo la llevaba por el camino de ser algo que nunca fue.

Frunció el ceño ante sus pensamientos y escuchó finalmente el gruñido de su querido, de aquel que sabía justo lo que pensaba y que apretaba los puños ante las marcas que le recorrían desde el hombro hasta la muñeca izquierda.