🧁 Everything I Wanted

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Título: Everything I Wanted/Todo lo que quería de Billie Eilish.

Personajes: Mikey Sano y Sanzu Hiruchiyo.

Cantidad de palabras: 4.443

Advertencias: Intento de suicidio, transtorno no explícitos y mención de drogas.

Es un escrito que puede resultar sensible para el público debido a los temas que aquí se tratan. Sepan que leen esto bajo su propio riesgo.

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Los pasos de un muchacho resonaban por un pasillo oscuro mientras se escuchaban unos extraños aplausos a cada costado. Aquel creía que estaba en algún tipo de pasillo, por lo que caminó con el sonido de las palmas golpeándose y alguna que otro chiflido. No había más música que esa mientras miraba a su alrededor y no encontraba un solo punto de luz.

No sabía cómo había llegado allí pero confiaba ciegamente en que el suelo que pisaba era firme y en que estaba en algún lugar alto, aunque no tenía prueba alguna y todo en cualquier momento se podía derrumbar. Estaba en un ambiente festivo y se sentía bien recibido, algo raro tras no ser su cumpleaños. Quizás solo era una celebración cualquiera por ser líder de la ToMan, bien sabía que ellos lo querían... ¿Por qué no recordaba nada?

—¡Mikeeeeey! —escuchó una voz llamarlo. La voz de alguien que conocía y que le estrellaba algo en la cara, algo suave y dulce que se resbalaba por su cuerpo. ¡Una torta con glaseado!

Hacía tiempo no había escuchado una voz tan nostálgica... Le resultó ajena. Por alguna razón no lo identificó, pero sí supo de quién se trataba cuando unas manos grandes tomaban sus hombros y lo hacían girar como en un espectáculo, provocando una carcajada desprevenida que salía de sus labios mientras saboreaba la torta. Sentía que habían prendido la luz, mas no podía abrir los ojos por la crema. Estaba empalagado y un poco asqueado por su aspecto. Solo sabía que era sostenido por Draken, lo reconocía.

Escuchó que las palmadas aumentaban y otra voz que volvía a resultarle similar cantaba el feliz cumpleaños. ¿Por qué? No entendía qué hacía una mujer cantándole. ¿Acaso era un familiar suyo? ¿Tal vez su madre, o estaba siendo muy fantasioso? Era una voz que lo hacía sentir abrazado a pesar de no tenerla cerca y era la única que cantaba. Ya le habían cantado de esa forma antes y tras no poder recordar quién, las lágrimas se desprendieron de sus ojos, aunque la torta no hacía más que opacarlo todo en su rostro, ocasionando que nadie lo notara mientras gritaban o mencionaban felicitaciones al aire, interrumpiendo a la mujer que al parecer los regañaba por eso, aunque le era inevitable no reírse.

Se hizo una imagen de ella, la misma que Emma, pero esta vez como su madre. La imagen que tenía de "mamá", una chica que lo había abandonado o no pudo cuidarlo, ya no entendía la diferencia. Por alguna razón, sintió mucho cariño hacia esa figura, aún sin verla ni sentir su tacto.

Unas manos amables le quitaron el pastel de la cara y lo limpiaron con cuidado, pidiéndole que no abra los ojos. Ese era Mitsuya, de eso estaba seguro. Luego escuchó la voz de otro chico que decía que quería tirarle una torta también, al parecer siendo alentado por el otro nostálgico desconocido. Y fue tan estremecedor escucharlo que abrió los ojos con tal rapidez que no le importó los colorados que pudieran ponerse por las migas que entrarían. Estaba interesado en la figura detrás de aquel que le pedía que cerrara los ojos. Lo esquivó y estuvo en frente de sus dos amigos, aquellos que perdió, juntos, riéndose por las bromas y con una torta en la mano que vendría siendo la que realmente debería soplar la vela.

Recuerdos | Playlist Tokyo RevengersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora