Estaba impresionado de sí mismo; fascinado, de aquel brutal sentimiento, enamorado y anonadado no por uno, sino por dos bellos y hermosos jades; como un gran hombre de guerra que era y líder de una secta, y de fuertes enseñanzas del uso del sable, que mejor premio que conseguir a los hermosos omegas mas deseados de todas las sectas de cultivación. Conocía bien al Primer Jade, su amistad y su hermandad los hace llevado a conocerse muy bien, y también conocía algunas cosas del Segundo Jade, pero aun era muy escasas.
Aunque fue así, deseaba poderlo apretar entre sus brazos y enseñarle muchas cosas; aunque sabía que podría ser muy incomodo para ambos hermanos; pero, ¿que mas podía hacer? Su corazón deseaba, su instinto pedía, y su mente no dejaba de pensar en lo lindos que se verían en un hermoso nido con sus cachorros. Estaba realmente ansioso, era inevitable, tal vez la sangre se le había subido a la cabeza, porque no sentía que pensaba bien.
-¿Hermano?-oyó como insistente voz lo saco de su delirio.
-¿Qué ocurre?-trato de despejar mejor su mente al ver como su hermano menor le llamaba la atención.
-Recuerda que hoy tendremos visita-le recordó de como tendrían visitantes.
-Es molesto...-no le importaba recibir visitas, pero tampoco pensaba rechazarlas.
-Te están esperando es mejor que te des prisa-le indico marchándose.
-¡Oye, espera!-trato de saber quienes eran los que visitaban la secta, pero fue en vano, su hermano salió huyendo de él.
Sabía que después se encargaría de su hermano menor; ahora tenía que ir a recibir a los invitados; entendía que podía ser algunas de las personas que terminaban quejándose con él por alguna favor deseado.
-Disculpa, pero decidimos adelantarlos-escucho una voz muy conocida, y al ver su mirada se suavizo al ver a las personas mas deseadas para él.
¿Qué mas podía pedir? Viendo a dos hermosos jades frente a él, con una belleza increíble, y una elegancia fascinante. Los dos hermanos omegas de Gusu, aunque parecían gemelos, no lo eran, había una diferencia de edad para ellos, aunque casi no se notara. Lan Huan y Lan Zhan los dos omegas del clan Lan, los mas deseados por los alphas y demás; aunque a estos no les llamaba mucho la atención, solo deseaban casarse con el alpha que amaran y que pudieran ser feliz en un buen matrimonio lleno de mucho amor.
Amor que Nie Mingjue estaba dispuesto a darles aunque éstos no se dirieran cuenta de la obsesión del alto alpha de hacerse con ellos; era tan loco con solo pensarlo, era una meta un tanto difícil; no sabía si podía consquistar a uno, y conseguir a ambos sería una verdadera lucha, no sabría que decir del resultado tan terrible que podía conseguir, tanto podía conseguir ser odiado, o conseguir por fin su gran anhelo de tener a los dos jades como sus omegas. Con solo pensar en tenerlos, viviendo en un matrimonio compartido donde los tres pudieran vivir una vida tranquila, cuidando de muchos cachorros era algo que le encantaba.
-Veo que te va muy bien, hermano Mingjue-sonrió Lan Huan viendo lo bien que se veía el alpha.
-Digamos que todo marcha muy bien, y tú como siempre, tan lleno de alegría-sí, amaba esa linda sonrisa del primer omega.
-No lo diría de ese modo, pero digamos que estoy feliz de pasear un poco con Wangji-miró a su hermano menor, quien por fin lo había acompañado a la secta Nie.
-Mn...-hizo una reverencia el segundo omega al alpha frente a él.
-Tienes razón, es raro ver que Lan Wangji te acompañe a las reuniones, me alegra verlo en mi secta-le gusto mucho ver al omega en ese lugar que deseaba que fuera el hogar permanente de los dos hermanos Lan.
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Blanco Encantador
RomanceNie Mingjue se ha vuelto codicioso por dos omegas, muy codicioso por los dos Jades de Gusu, su hermano Huaisang le da una mano e invita a los hermanos Lan, a instruirlo como omega, pero lo que resulta como algo sencillo, termina siendo algo muy comp...