𝙽°𝟺: 𝙲𝙾𝙼𝙿𝙰𝚁𝚃𝙸𝚁 𝙳𝚄𝙻𝙲𝙴𝚂

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Jin cerró su cuaderno cuando el timbre que daba aviso al recreo sonó. JungKook al lado suyo bostezo sonoramente. No era un secreto alguno que a Jeon JungKook le aburrían las matemáticas.

Jin rió porque JungKook parecía un oso cansado. El profesor salió del aula y solo ellos dos quedaron en el salón de clases, pues sus compañeros habían desaparecido apenas la campana había sonado.

Tengo mucho sueño. —dijo JungKook haciendo un puchero no muy pronunciado. Jin sonrió de modo que sus ojos casi desaparecen y sus mejillas se abultaron levemente.

Nadie te obliga a quedarte hasta tan tarde jugando videojuegos. —Jin recordó los gritos que provenían de la casa de JungKook, el día anterior. Se había ganado un buen golpe por parte de su madre, mas unas risas por parte de Jin por haberle escuchado.

Había sido bastante gracioso.

Ten. Tus favoritos. —JungKook le ofrecía una paleta de sabor frutilla. Jin grito emocionado, mientras JungKook sonreía orgulloso. Sabía lo mucho que le gustaban esos dulces al más bajo.

Gracias, mi querido Kookie. —dijo Jin, para luego acariciar la cabellera de JungKook, a modo de agradecimiento.

Al ya tener el duce en su boca, comenzó a guardar los cuadernos de la asignatura ya pasada, para sacar los de la asignatura que le tocaba ahora. En medio de eso, vio una tableta de chocolate que se había comprado ese mismo día. Sonrió.

Mira lo que tengo. —mostró el chocolate, moviéndolo de un lado a otro. A JungKook le brillaron los ojos y cualquier rastro de sueño desapareció.

Pasaron el resto del recreo, comiendo el chocolate a trozos. Disfrutando su dulce sabor. Hasta comerlo completo.

Un recreo bastante dulce, sin duda.





















Si ven algún error o nombre, me lo hacen saber, por favor.

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