|SHOWER| 1.0

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Instantes después que Soobin se fuera a su viaje de trabajo. YeonJun suspiró y entró arrastrando los pies en el suelo, sin ánimos.

Cerró la puerta dejando pegada su espalda contra esta por unos momentos. Mirando nada en especial en el suelo de la entrada de la casa, el corredor se sentía algo largo y silencioso sin Soobin por allí.

— Apenas se fue y ya lo extraño — golpeó su frente con su palma, dejando pequeños frotes encima — no YeonJun. Él no es "tu esposo" recuerda, sólo están casados por un trato — su mirada decayó —... un trato.

Que ya mero iba a expirar.

En cuatro meses iban a tener la herencia en sus manos, firmarían algunos documentos más y al final. Al final de todo ese papeleo, vendría por lo que ya no estaba tan seguro, al menos él, y era la carta de divorcio.

Si YeonJun se encontraba a su yo del pasado. Probablemente lo detendría, le diría que era mejor no firmar un acta de matrimonio con ese hombre de nombre Soobin, porque, tontamente iba a enamorarse poco a poco. Sin notarlo. Cuando se diera cuenta, habría sido tarde para remediarlo.

¿Cómo se borran los sentimientos de la noche a la mañana que venían acumulándose desde hace medio año? Si alguien tenía una respuesta, era hora de decirla. Porque empezaba a creer que en cualquier segundo, no importaba el momento, iba a besar a Soobin.

— Quiero...quiero que me mire.

No conocía exactamente qué tipo de donceles o mujeres le atraían a Soobin. Nunca le habló algo parecido en sus tantas conversaciones, sólo se imaginaba que, él seguramente quisiera a alguien igual de talentoso como él. Inteligente, bello, exitoso. Justo como el pelirrojo lo era.

— ¿Porqué nunca notas mis sentimientos? — se entristeció ligeramente — a veces pienso que te importo y por eso eres tan atento, cariñoso y tierno conmigo. Pero al final, tan sólo me tratas como un amigo más.

Quiso dejar de pensar en Soobin, pero al pasar por la habitación, miró encima de la cama matrimonial una de las camisas del pelirrojo.

Mordió sus labios y negó con la cabeza por la idea impropia que le cruzó por la mente, tomando fuerzas de voluntad para apartarse rápidamente de la puerta e irse al otro baño. Muy lejos del objeto que quería tomar en posesión y, de las sábanas en las que quería despertar desnudo, a lado del hombre que lo ponía a delirar.

Hacerlas un desastre.

Sí, así es. YeonJun no sólo sentía un terrible amor por Soobin, sino, una tensión sexual tan grande que hubo muchas veces en que despertaba muy mojado a causa de esos sueños tan placenteros que tenía cada noche por su esposo falso. Estando durmiendo a un costado de él, era más peligroso aún. Podría darse cuenta.

Lo que ponía más leña al fuego era que, en ocasiones, había mañanas en que Soobin salía de la ducha sin nada cubriendo su trabajado torso pues dentro de su habitación había un baño.

Era una bendición despertar y ver ante los tenues rayos del sol la ancha espalda de Soobin contraerse al buscar dentro del armario su ropa para alistarse. Con esos cabellos húmedos rojos que se le hacían un desastre por la toalla que se frotaba sobre la cabeza con sus manos. Oh esas manos. YeonJun quería ser tomado por esas manos tan grandes de tantas formas como fueran posibles.

Así como lo hacía en sus sueños.

— Dios, saca esos pensamientos inapropiados de tu cabeza, tonto — se regañó. Apretando la madera de la puerta con tal de controlarse, pero, su cerebro le traicionó al plasmar de nuevo esa imagen tan erótica por la que empezó a tener sueños húmedos con Soobin en primer lugar — no, oh dios. Vamos...ya lo había superado — murmuró.

HOT HUSBAND || SOOJUN © [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora