Mi confusión.

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Todo comienza normal para mí en este día de regreso a clases. Todo era lo mismo: las mismas clases, los mismos profesores y hasta incluso los mismos compañeros, también el levantarse temprano para ir a la preparatoria.

Mi madre me dijo por la mañana:

- Anda baja Nicolás, se hará tarde y no vas a poder desayunar.

- Si madre, ya voy espera unos minutos porfa.

- ¡¡¡¡Rápido!!!! –exclamó en desaliento.

- Espera.... ¡wow! - me había caído y solo se escuchó el golpe en el piso de abajo. -¡¡auch!!

- ¿Qué pasó Nicolás...te caíste? – preguntó angustiada.

- Si, pero no fue nada - con asombro respondí.

- Si...como no- dijo para sí misma-...bueno está bien.

Cundo bajé, solo tomé el jugo, se me hizo un poco tarde para ir a la escuela por lo cual tuve que tomar la bicicleta lo más rápido. Cuando llegué, mis amigos me estaban esperando en la puerta de la escuela, se supone que no deben de estar allí porque el prefecto los regañaría, pero creo que el juntarse conmigo les afectó, aunque sea un poco irresponsable y que me valga la mayoría de las cosas... bueno creo que de cierta forma les ayudó, ahora son un poco más atrevidos, ya no tenía que hacer la mayoría de las cosas yo solo, cuando llegué solo escuché sus quejas:

- ¿Qué pasó contigo? - preguntó angustiado Kevin

- ¿Por qué llegaste tarde? - cuestionó Max

- Oigan esperen...apenas llego y recibo quejas, tranquilos estoy aquí, es lo bueno. – exhalo de alivio

- Si, es lo bueno - dijeron en unísono.

Caminamos para dejar la bicicleta en donde todo adolescente las deja, lo malo fue que se me olvidó el candado, pero lo bueno fue que el conserje estaba por allí y le pedí de favor que me la cuidara, aceptó, fue lo mejor que me pasó. Cuando caminábamos al salón, estaba mi amiga Edith la cual es algo baja, pelo negro demasiado negro, también es un poco agresiva, es inteligente y es muy alegre, muy buena amiga.

¡¡¡Hola Nicolás!!!- con entusiasmo se iba acercando

- Hola Edith. - respondí alegre

- ¿Cómo has estado? Y, por lo que veo, llegaste tarde dormilón.

- Oye, eso solo me lo dice mi madre - con un gesto de disgusto la mire.

- Tranquilo todos aquí sabemos que eres un poco flojo – comentó con placer.

- Dice la verdad Nicolás - confirmó Max sarcásticamente.

- Muy cierto Nicolás - dijo afirmando Kevin

- Oigan ¿de qué lado están? – exclamé con decepción.

- Del mío Nicolás- dijo Edith con una risilla por el apoyo.

- Oye, si no fueras enana alcanzarías tu listón- anuncio mientras deshacía el moño azul que estaba formado en su cabello.

- ¡¡¡¡Devuélvemelo!!!! ¡¡¡¡Nicolás!!!! – demandó Edith.

- ¡¡¡¡¡ALCANZALO!!!!! – exclamé.

((Timbre de la escuela))

- El timbre Nicolás... vámonos – anunció Max

- Te lo doy a la hora de receso. – bromeo con Edith

- Espera ¿¿¿qué??? – cuestionó.

- Adiós - respondí.

- ¡¡¡ Nicolás!!! – gruñó.

- Adiós Edith - le decía con la mano que tenía el listón.

- Corre Nicolás el profe ésta por llegar- anunciaban Kevin y Max.

- Si, si chicos ya entendí. – contesté.

Pasamos por un lado del profe y entramos al salón a tiempo, lo malo es que no nos fijamos que era la clase de química y que nos tocaban dos horas del profesor, creo que es el único profesor que da la clase más aburrida de todos los profesores, pero que se les hacía a sus resúmenes de 2 hojas.

Mientas el profe explicaba la clase yo miraba hacia afuera, miraba como las nubes se hacían cada vez más negras, me desconcertó, vi como de entre las nubes bajaba algo, que no logré distinguir, pero llamó la atención. Nadie más prestó atención en ese momento.

El profe me llamó la atención:

- Nicolás Witt, ¿qué ve por la ventana? – cuestionó.

- Oh, nada profe – respondí.

- Ponga atención entonces –exigió.

- Si profe... - suspiré.

- Bien chicos, ¿en dónde nos quedamos? - preguntó a mis compañeros

- Que los ácidos al ponerlos al contacto con el papel tornasol cambia a rojo. – respondió

- Ah, sí. Gracias Ester - Ester es la niña más inteligente del salón, la cual tiene las mejores calificaciones de toda la preparatoria. Es un poco alta, no más que yo, pero sí más que Edith. Su pelo es color castaño, ojos cafés y es muy pálida, por usar tanto maquillaje. Todos los chicos de otros salones la quieren, pero se les hace difícil conquistarla por sus tipos de comportamiento, yo siempre la creí una niña fresa.

- De nada profe...- declaró.

Cuando volteé a ver a la venta, se había quitado aquello que vi.

- ¿Qué paso? ¡Nicolás!... ¿Con qué te distrajiste? –cuestionó Max

- Oh...nada, descuida – suspiro

- Oki...pon atención porfa esto va a venir en el examen Nicolás. -anunció Kevin.

- ¿Qué?!! – exclamé en murmuro.

- Si, así que pon atención – afirmó Kevin.

- Ok gracias, Kevin... - respondí

No podía decirle a Kevin que fue lo que vi, si no me vería como un loco. Por decirle algo así.

Cuando dieron el timbre para la segunda clase, vi que Edith venia por su listón, venía demasiado enojada, todo su pelo estaba despeinado por el aire, el listón le sujetaba casi la mitad de su cabello por eso estaba toda despeinada, me dio risa el ver cómo venía tan enojada; me gusta verla así, es como un pequeño niño enojado porque no le dejas ver su programa favorito.... Solo que ella se ve demasiado tierna, cómo no ceder a darle lo que quiere.

- Mi moño imbécil - exigió

- ¿De qué me hablas? -cuestioné solo para hacerla enojar más.

- "¿De qué me hablas?" Hay así, dámelo...- imitó

- Ésta bien...- contesto mientras lo sacaba -aquí esta.

- Gracias- exclamó y me lo arrebató.

- ¡De nada enojona! -grité, estaba lejos como para que lo escuchara.



espero les guste es mi primera vez subiendo mis libros. Los capítulos se suben cada jueves....

Los viernes tal vez les suba descripción del personaje de Nicolás.

EL DESTINO EN UN HILO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora