Enfrentando a la escoria

Capitulo 94

"Yo......" Gu Feng quiso refutar por reflejo, pero al ver la dura mirada de Bai Xiangsheng, finalmente se inclinó hacia atrás y se estiró para frotar sus doloridas sienes, "Admito que hice algo mal".

"¿Has hecho algo mal?" Bai Xiangsheng empujó el papel que tenía en la mano y lo puso frente a Gu Feng, "La mayoría de sus quejas en estos últimos años, son sobre todo de ti. Pero tu ni siquiera lo sabes y ni te importa. Se supone que los sentimientos deben ser mutuos, pero pusiste a Baoyuan en una situación aislada, dejándolo lamer sus heridas solo".

Gu Feng miró la letra ligeramente garabateada escrita en el papel y poco de amargura comenzó a extenderse en su corazón.

"¿Te sientes mal porque te ha dejado? ¿Porque ya no le importa lo que hagas? ¿y crees que es porque hay una comida menos o porque ya no hay nadie que te anuda la corbata?" La voz de Bai Xiangsheng era ligeramente baja, la intención de preguntar era obvia, "Entonces déjame preguntarte. Si Yu Baoyuan y volvieran a estar juntos ahora, como pareja durmiendo en la misma cama de nuevo, pero a partir de ahora tú haces las tareas del hogar. Cocinas la comida, barres el suelo, le ayudas a anudarse la corbata, dime, ¿aún te resultaría difícil?"

Gu Feng se quedó helado.

Un espejo lleno de sentimientos invadió su mente.

Una casa iluminada con luces cálidas, con el suave aroma del hogar presente por todas partes. Yu Baoyuan estaría sentado en el sofá esperándole, junto a su hijo recién nacido, quien quizás estaría gateando por la alfombra de felpa. Cuando llegaba a casa, cocinaba para Yu Baoyuan, quien le sonreía como si acabaran de empezar hace cinco años, y se besaban mientras su hijo balbuceaba.

¿Aun.... le resultaría difícil?

Como una habitación que ha estado a oscuras durante mucho tiempo, en la cual de repente se abre una ventana y se dispara todo un haz de luz intensa que hace temblar a toda la persona, Gu Feng dijo: "Yo...... no me sentiría incomodo, creo que......"

"Estás deseando que llegue, ¿verdad?"

Gu Feng tragó y asintió en silencio.

"Piénsalo", Bai Xiangsheng soltó un suspiro de alivio, la mirada aguda y penetrante de sus ojos no disminuyó. "¿Estás enfadado e incómodo porque ya no cocina ni ata tu corbata, o estás así porque, cuando el dejo de hacer estas cosas por ti, te recordó inconscientemente que te ha dejado, que ya no te quiere, y que ha cortado todos los lazos que tenia contigo?"

Gu Feng levantó la cabeza en estado de shock, la sangre había inundado claramente esos ojos.

"Te enfadaras porque te dejo, te sentirás mal porque puede que ya no te quiera, no podrás aceptar que Yu Baoyuan se valla de tu lado", Bai Xiangsheng respiró profundamente, esa desescalada psicológica hizo que el hasta el camino el final, se sintiera como si pronunciara una sentencia, "Entonces, piénsalo bien ahora, ¿realmente no te importa, en lo absoluto?"

La sangre en los ojos de Gu Feng se hizo más y más espesa, una respuesta estaba a punto de salir de su corazón.

La respuesta era tan pesada que, sorprendentemente, ni siquiera tenía fuerzas para decirla.

"Si entiendes esto, sabrás por qué quiero regañarte gran idiota", Bai Xiangsheng era como un lobo con colmillos en ese momento, causando estragos en un tigre enfermo, "¡Es porque eres tan idiota que mereces que te regañen!

A Gu Feng le temblaban las manos y le sudaban las palmas.

Estaba a punto de decir algo cuando un golpe sonó con fuerza afuera de la puerta.

Bai Xiangsheng ordeno las cosas que estaban sobre la mesa y dijo en voz alta: "Entra".

La puerta se abrió de un empujón y entro un hombre fuerte con una espalda y cintura robustas, era Meng Manglong.