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Naruto se detiene en seco al oír su nombre y levanta la vista sorprendido desde su escritorio.

"Satsuki, ¿eres tú?" me pregunta, sus ojos llenos de asombro mientras se levanta rápidamente.

Asiento con la cabeza y me dispongo a hablar y entregarle unos documentos importantes, pero antes de que pueda decir algo, somos interrumpidos.

Una melena rubia viene corriendo hacia nosotros, casi choca conmigo y termina cayendo sobre mi pecho.

Naruto carraspea, llamando la atención de ambas  personas. La melena rubia se levanta rápidamente y se disculpa con un sonrojo evidente en su rostro.

Sonrío de lado, encontrando la situación un poco tierna, aunque mantengo ese pensamiento para mí misma.

"Viejo dice mi mamá si vas a ir a comer", dice el chico con apuro antes de salir corriendo, aún sonrojado.

"Una disculpa por eso, Satsuki", me dice Naruto rascándose la cabeza. Niego con la cabeza. "No hay problema, Naruto", respondo mientras me levanto y me sacudo.

"Solo quería traerte esto", le entrego los papeles que llevaba. "Y decirte que me quedaré, no sé por cuánto tiempo", añado antes de dar media vuelta para retirarme. "Eso es todo, me voy."

Es entonces cuando Naruto toma mi mano, causando que me sonroje. Maldito dobe, estamos muy cerca.

Giro mi rostro apartándolo del suyo, buscando recuperar la compostura.

"No tienes nada que decir?" pregunto un poco desesperada.

Él titubea, buscando las palabras adecuadas para expresar lo que siente. Puedo ver la confusión en su rostro.

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