╰ੈ₊̣̇ If Only ₊̣̇ੈ╯ JIKOOK 「Adaptación」

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—Mierda —Maldijo Jimin al chocar su brazo accidentalmente con el espejo de un auto, provocando que el vidrio de su reloj se rompiera. Ignoró ese hecho y siguió caminando deprisa hacia su trabajo.

—Buenos días Hoseok —Saludó Jimin cruzando la puerta del edificio.

—Buenos días. ¿Qué le sucedió a su reloj?—Preguntó el asistente de Jimin

—Lo rompí esta mañana.

—Oh, ya veo —Respondió mientras empezaba a recoger algunos papeles esparcidos en el escritorio.

—Oye, necesito que me hagas un favor. Llama al restaurante Jihwaja y cambia mi reservación para las 9 de la noche. Y envía a alguien de compras, necesito comprar un regalo para...

—El concierto de graduación de Jungkook

—¿Cómo recordaste eso?

—Tal vez porque él me lo dijo, además de que programaste la fecha en tu agenda. — Mencionó enarcando una ceja.

—Está bien, está bien. Creo que ya entendí, gracias. Como sea, le prometí que le daría una sorpresa. ¿Qué te parece un suéter de cachemir? ¡Rosa! El rosa es su color favorito.

—Ya tiene uno.

—¿Cómo dices? —Sin mirar al rubio mientras tomaba asiento en su oficina y comenzaba a revisar su agenda.

—Ya tiene un suéter de cachemir rosa. Lo usó la última vez que estuvo aquí, hablaba sobre lo mucho que le gustaba ese suéter.

—¿En serio? ¿Dónde estaba yo? —Inquirió con confusión.

—Justo al lado de él. 

Ante esas palabras Jimin permaneció en silencio sintiéndose un poco avergonzado de sí mismo. 

—Me tengo que retirar, si necesita algo, llámeme por favor. —Habló Hoseok nuevamente antes de hacer una venia, para luego salir de la oficina.

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Jungkook en ese momento se encontraba en el living de su apartamento mientras tocaba un poco en la guitarra una nueva canción que había compuesto. Eso fue hasta que levantó su mirada y vio que en una de las mesitas se encontraba la carpeta de la presentación de su novio, justo la que necesitaba para la reunión de esta mañana. Se levantó precipitadamente y tomó la carpeta para luego salir del apartamento, abordó rápidamente un taxi en dirección hacia la empresa del moreno.

Una vez llegó al edificio, subió  deprisa las escaleras hasta llegar a la sala de conferencias en donde ya se encontraba su novio reunido con los demás ejecutivos. Pudo divisar a un señor cuidando la puerta del lugar así que se dirigió a él y le pidió amablemente si podía hacerle favor de entregarle la carpeta al hombre que se encontraba dentro de la sala, a lo cual este primero se negó, indicándole que no podía hacer eso y que no era su problema.

El castaño algo molesto, volvió a observar a través del vidrio de la puerta, mirando como su novio tomaba el portafolio buscando la carpeta que ahora Jungkook tenía entre sus manos. Sin pensarlo dos veces abrió la puerta y entró a la sala de conferencias.

—Disculpe por interrumpir, señor Park. Esto es para usted, pensé que podría necesitar... la misma carpeta que ahora tiene en sus manos —La última frase salió casi en un susurró al ver la misma carpeta que había traído en manos de Jimin.

—Jungkook... —Murmuró dirigiéndole una mirada para que se retirara del lugar.

—Emmm, creo que fue una falsa alarma. Lo siento mucho —Empezó a ponerse nervioso, y cuando eso sucede el mayor suele hablar de más. —Sólo quería asegurarme de que él... tuviese en orden todo lo que necesita. Porque él ha trabajado tan arduamente para esto. Quiero decir, él es una persona realmente dedicada y merece que esta reunión salga perfectamente. —Se removió incómodo al ver como su novio aún le estaba dirigiendo una mirada severa. —No de esta forma supongo. Esto es mí culpa, lo lamento. De todas maneras, me agradó conocerlos a todos. —Sonrió amablemente a lo que los ejecutivos permanecían sin ninguna expresión en sus rostros.

—Sí que son unas personas serias. —Prosiguió hablando el castaño. —Pero en el buen sentido. Bueno, entonces yo sólo quiero concluir con que Jimin es un excelente trabajador, denle dinero. Nos vemos pronto. —Terminó de hablar rápidamente y salió velozmente de la sala cerrando la puerta detrás de él.

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Al caer la noche después de que Jimin terminara su conferencia, se reunió con unos amigos en la tarde a tomar un par de cervezas y contarles como le fue en su reunión, de la cual no estaba muy seguro del resultado después de la interrupción a la mitad de su presentación por parte de su querido novio. Luego tomó un taxi para encaminarse hacia la academia donde su chico esa noche daría su concierto de graduación.

Después de explicarle la dirección del sitio de llegada al taxista, este último encendió su auto y se puso en marcha.

—Esa dirección es de una academia música ¿cierto? —Preguntó el taxista observando al moreno por el retrovisor.

—Sí, habrá un concierto de música hoy. —Respondió manteniendo su mirada en la ventana.

—¿Su novia es música?

—Sí señor, así es... y de hecho es novio.

—Ya veo. Están teniendo problemas en su vida amorosa. —Más que una pregunta fue una afirmación por parte del conductor, lo cual dejó un poco desconcertado al chico de hoyuelos.

—¿Cómo puede usted saber eso?

—En mi profesión somos buenos en saber sobre problemas del corazón. —Después de no escuchar ninguna palabra por parte del pasajero, decidió continuar hablando. —¿Entonces qué problema tienen?

—No quiero hablar de eso. —Respondió cortante.

—Oh, claro. Después de todo, las cosas podrán solucionarse por si solas. ¿No es verdad?

—Bien, usted gana. No puedo hacerlo feliz. ¿Cómo se puede amar tanto a alguien y no saber cómo... cómo amarlo?

—¿Lo amas realmente?

—Sí, demasiado. —Aseguró de manera sincera.

—Entonces eso es lo único que importa. —Mencionó con su mirada aún fija en el retrovisor.

—Él se irá mañana, por casi dos semanas. Y quiere que yo lo acompañe.

—¿Y si él nunca vuelve?

—¿A qué se refiere con esa pregunta? Preguntó frunciendo su entrecejo.

—Mira, imagínalo así. Te despides de él en el aeropuerto, él sube al avión y nunca más lo vuelves a ver. ¿Podrías soportar algo así?

—No señor, no podría.

—Entonces ya sabes cuál decisión tomar. Valóralo, aprecia cada momento juntos. Tan sólo ámalo. —Se detuvo delante de una floristería, a lo cual el moreno lo observó confundido. —¿Qué esperas? No puedes ir al concierto de tu chico con las manos vacías. —Habló alentando al menor, el cual le sonrió amablemente para salir del taxi y adentrarse a la floristería.

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✿Gracias por leer..

✿Moonmxsun.