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En el crucero, Komaeda se encontraba apoyado en la barandilla de tal, observando el mar, estando lejos de sus demás compañeros, sus ojos, siendo de un color verde sin vida, se veían con brillo y azulinos con el reflejo de la fresca agua del mar

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En el crucero, Komaeda se encontraba apoyado en la barandilla de tal, observando el mar, estando lejos de sus demás compañeros, sus ojos, siendo de un color verde sin vida, se veían con brillo y azulinos con el reflejo de la fresca agua del mar.
El crucero iba lento, podía ver con detenimiento todo el paisaje que tenía a su favor, se escuchaba sonidos y voces, risas de sus compañeros, no tenía ganas de comer.

-¿No tienes hambre?-

Automáticamente reconoció esa voz, era del chico peli-marrón, el cuál era su interés romántico, sonrió, nerviosamente, con miedo a que otra vez haya un momento de tensión romántica.
Sabía que no lo merecía, alguien desechable como él no le merecía, eso decía su subconsciente.

-Mh, no mucha, ¿Te haz aburrido de la fiesta?-

No desvió su vista del mar y le contestó, luego de unos segundos escuchó como la madera rechinaba y el chico se le acercó, le mostró una pequeña sonrisa.

-Hey, sabes que puedes confiar en mi verdad?-

-No creo que el sentimiento sea mutuo.-

... Eso fue una indirecta.

-E-eh, pues puedes confirmar lo que quieras.-

El pelimarrón se notaba nervioso, ¿Se lo tomó de las 2 formas?
No pudo evitar sonreír un poco el contrario, se empezó a sentir tan bien estos años con el chico.. Hace casi 9 años que se conocían, 9 años enamorado de la misma persona, sonaba patético en su mente, pero él era toda su esperanza actualmente.

-Siempre he sentido que soy terrible para ti y los demás.-

-¿Quién te dijo eso?-

-....-

Antes sonreía desanimado, pero su expresión cambió a de preocupación.

No recordaba porque su auto-desprecio, ¿Quién se lo había dicho? ¿Quién se lo ha hecho creer?

-No, no lo se.-

No podía creer que un simple chico de curso de reserva se haya hecho mejor intelectualmente que él, frunció el ceño por eso.

-Entonces, solo te diré que nunca me pareciste terrible, o como dices seguido, una basura, siempre me haz parecido alguien tan tranquilo, tu sonrisa me calmaba mucho cuando estábamos en el juego de matanza, me olvidaba por minutos el estrés que conllevaba, soy capaz de hacer las misiones de la fundación porque tengo a todos conmigo, sobre todo a ti.-

A finales de sus palabras se ponía cada vez más nervioso, se acercó 2 pasos al chico.

-... ¿No me estás mintiendo..?-

Hacía lo posible para no empezar a llorar ahí mismo, sentía su cara caliente.

El pelimarrón no respondió, se quedó observando la cara del chico contrario.

-Eh, ¿Estás bien? ¿Tienes mucho calor acaso?-

Bueno, seguía siendo el que conocía, el que casi nunca captaba indirectas o señales de amor.

Pero no dijo nada, sus ojos estaban cristalizados, pestañeó y salieron lágrimas, empezando a llorar cada vez más.

Su contrario, preocupado lo tomó de sus brazos, tomó su mentón y vio su cara: Sus lágrimas caían y mojaban sus mejillas en esos momentos rojas.

-Hey.. Dime que hay de malo Ko.-

La cereza del pastel, le llamó de un apodo.

Trató de calmarse, sintió como los dedos finos del contrario pasaban por sus mejillas, terminando debajo de sus ojos, limpiando sus lágrimas.

-Nunca me han dicho algo tan... De esa forma, ni mi propia familia, nunca me sentí querido por nadie. Agradezco que seas esa persona que dice tales palabras, tu esperanza siempre me hizo sentir tan feliz y el sentimiento de tener tu cariño me conmociona muchísimo.-

Habló con dificultad, le mantenía muy nervioso tener contacto con él, ni le miró a la cara de la vergüenza, tenía miedo, miedo de que sus palabras sean mal gastadas.

Pero el amaba al chico, y era algo inevitable, aún con palabras que no significan nada ante los sentidos del contrario, su amor se mantendría hasta el fin de su existencia.

-Tú.. O-oh...-

El chico no encontraba las palabras indicadas.

No quería precipitarse pero...

¿Y si ese confort y cariño diferente ante él, era amor?

¿Era correspondido?...

Hola hola! No sé si sea una buena forma de empezar este libro, es una historia que tenía guardada hace tiempo, empecé de nuevo en la escritura, prometo y actualmente soy mucho más responsable con estas cosas

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Hola hola! No sé si sea una buena forma de empezar este libro, es una historia que tenía guardada hace tiempo, empecé de nuevo en la escritura, prometo y actualmente soy mucho más responsable con estas cosas.

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Momentos De Suerte. | Komahina/HinakomaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora