Prologo

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Para:@YarenaValdepea



Es triste todo esto. ¿Por qué siempre acaba todo mal? ¿Por qué tenía que asesinar a mi clan? A veces me consuelo pensando que fue para proteger a mi hermano y a la aldea, pero... igual duele. Duele demasiado saber que yo fui el culpable del cambio en mi querido hermano menor.

Mientras estos pensamientos me carcomían, una voz suave me sacó de mis cavilaciones.

"¿Por qué luces tan triste?"

Miré a mi alrededor y me encontré con una niña pequeña. Tenía un cabello de un color rosa vibrante... ¿Qué hacía una niña como ella fuera de su aldea?

"¿Cómo yo?" respondió ella, con una curiosidad inocente en sus ojos. "Estaba acompañando a mis padres al País del Rayo por algo importante que tenían que hacer, pero no me dijeron qué."

"Pero estás un poco lejos del País del Rayo," observé, sin poder evitar sentir una ligera preocupación por su seguridad.

"Hmp,  murmuró ella, como si no fuera nada importante. "Estaba paseando en el campo de flores y sentí tu presencia."

"¿Mi presencia?" pregunté, sorprendido. ¿Cómo una niña como ella podría detectar algo así?

"Sí," respondió con una seguridad sorprendente. "Aunque no lo creas, tu chakra también siente lo que tú sientes. Puedo distinguir lo que sientes por tu chakra. Aunque tu expresión no muestre sentimiento alguno, tu chakra demuestra tus emociones. Estás triste... ¿te duele algo?"

Negué con la cabeza, intentando ocultar la verdad. "No, no me duele nada."

"Entonces, ¿es por un sentimiento personal?" insistió, sus ojos estudiándome como si pudiera ver más allá de la superficie.

"¿Por qué te interesa tanto cómo me encuentro?" pregunté, algo molesto por su insistencia.

Las personas tristes me dan lástima," dijo con una franqueza desarmante. "No me gusta que estén tristes. ¿Puedes... puedes darme la oportunidad de... de hacerte feliz por un rato?"

Sentí una punzada de incredulidad. "¿Qué ganarías con eso?"

"La felicidad de alguien roto," respondió, sin titubear.

Roto. Esa palabra resonó en mi mente. Ella veía a través de mí de una manera que pocas personas podían. No sólo estoy triste; me siento demasiado culpable por algo.

"¿Puedes jugar conmigo un rato?" pidió, sonriendo con una inocencia que no esperaba.

Perspectiva (itasaku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora