Salvada

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Seguí de largo lo más rápido posible y entregué el pergamino a Pain. Luego, sin perder tiempo, me dirigí al lugar donde había visto a Sakura por última vez. Sin embargo, ella ya no estaba allí. Lo único que quedaba eran rastros de sangre. Ella debe estar herida. Seguí esos rastros, que me llevaron hasta las puertas de la aldea. Allí vi a un ANBU cargando a Sakura, que estaba gravemente herida y sangrando. Me molestó que se quedara hablando en lugar de llevarla al hospital. Observé cómo entregaba a Sakura a otro ANBU y luego se marchaba.

El nuevo ANBU comenzó a alejarse de la aldea con Sakura en brazos. No entendía por qué no la llevaban al hospital, especialmente estando tan herida. Decidí seguirlo, manteniendo una distancia segura. Finalmente, entró en otra aldea y, minutos después, salió aún con Sakura en brazos. ¿Por qué no la estaban tratando? Esto no tenía sentido. Sin más opciones, me acerqué al ANBU, habiéndome quitado la banda y la bata de Akatsuki para evitar sospechas.

"¿Cuál es tu nombre?" preguntó el ANBU al verme acercar.

"Onichiwa," respondí, usando un nombre falso.

"¿Y qué es lo que quieres?"

"Vi que llevas a esa niña, que parece estar gravemente herida. Quisiera saber qué le pasa."

"¿Por qué te interesa?"

"Soy alguien que se preocupa por las personas que podrían necesitar ayuda."

"¿Y cómo podrías ayudar tú?"

"Primero, ¿por qué no la llevas al hospital de esta aldea?"

"Sus heridas son muy graves y aquí no pueden ayudarla. Necesitamos un buen médico."

"Dámela. Puedo encontrar uno."

"¿Por qué debería confiar en ti para entregártela?"

"Te juro que no le haría nada a esta pequeña."

El ANBU pensó por un momento. "Hagamos un trato: te infectaré con un virus. Obviamente, tengo la cura, pero si después de que hayas salvado a Sakura no la devuelves a Suna, el virus se propagará en tu cuerpo. Solo trae a Sakura de vuelta sana y salva, y te aplicaré la vacuna

"Bien..."

"Extiende el brazo."

Después de que me inyectó el virus, el ANBU dijo: "No morirás de inmediato ni nada, pero te debilitará con el tiempo. Es fácil de quitar si la traes sana y salva."

"Hmp, dámela."

"Está bien. Te esperamos en Suna. Solo existe un antídoto..."

Con Sakura en brazos, me dirigí a buscar ayuda médica. Me preguntaba qué tan mortal sería el virus. ¿Arriesgaría mi vida por una niña que apenas conocía? Bueno, al menos sabía dónde encontrar a Tsunade, una gran médico. Llegué a la aldea donde se encontraba Tsunade y la encontré en un bar, bebiendo. Estaba visiblemente ebria, pero no tenía tiempo que perder.

Me acerqué y comencé a explicarle la situación. Al principio, parecía querer negarse a ayudar, pero cuando vio a Sakura, su expresión cambió. Parecía asustada, pero no entendía por qué. Shizune, su asistente, me explicó que Tsunade tenía miedo a la sangre, lo cual explicaba su reacción. Aun así, siguió trabajando en curar a Sakura, mientras yo observaba preocupado.

Después de varias horas, Tsunade y Shizune lograron estabilizar a Sakura. Sin embargo, comencé a sentirme mal, probablemente debido al virus. Tsunade me informó que Sakura había sufrido un shock psicológico y había perdido sus memorias. Insistió en que dejara a Sakura con ellas, ya que podían cuidarla mejor. Me negué inicialmente, pero insistieron tanto que, finalmente, accedí. Les dije que Sakura debía ser devuelta a Suna una vez estuviera recuperada. Aceptaron y se llevaron a Sakura.

**De regreso en la guarida de Akatsuki**

Al llegar a la guarida, me dirigí a la oficina de Pain para darle un informe, pero me interceptó Tobi.

"¡Hey, Itachi-sempai! ¿Cómo te fue? ¿Adónde fuiste? Según Pain-sempai, ya habías entregado el pergamino."

"Tobi, eso no te interesa, y no me llames así. ¿O prefieres que te llame Obito?"

"Hmp, está bien, Itachi. Pero primero dime, ¿dónde estabas? Sabes que nadie puede salir de la guarida sin autorización."

"Dame permiso, Tobi."

"Bien, Itachi."

Finalmente, Tobi se apartó de mi camino. Mientras me dirigía a la oficina de Pain, encontré a Kisame, quien me preguntó cómo había ido mi misión. Le respondí con un simple "Fue muy fácil". Me dijo que su misión había sido un fracaso y que no pudo encontrar a la Hyuga. No le di importancia, sabiendo exactamente lo que había ocurrido.

Al entrar en la oficina de Pain, le di el informe sobre mi misión. Expresé que, aunque había entregado el pergamino, me había marchado rápidamente por una situación inesperada. Justo cuando iba a dar más detalles, un ataque de tos me detuvo. Pain, viendo mi estado, me ordenó descansar. Hice caso, preocupado por la rapidez con la que el virus se propagaba en mi cuerpo. Mi último pensamiento fue para Sasuke, esperando que se apresurara en su entrenamiento. Después de todo, él tendría que vengar al clan Uchiha. Mi querido, tonto hermano menor...

Perspectiva (itasaku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora