Heridas que sanan y se vuelven cicatrices

Capitulo 2

Sensaciones

Caminaron durante un tiempo por la carretera, alejándose lentamente de la costa, el cielo aún vestía su color más oscuro, las estrellas a su lado iluminaban lo que yacía debajo de este y junto a la luna le daban significado a la noche.
Lado a lado, su caminar hacía eco, sus ropas húmedas y los escalofríos ocasionados cada que el viento de adentraba en ellos eran parte de su recorrido, las luces de los protagonistas en las alturas permitían una mejor vista de ambos jóvenes quienes habían sido participes de su primer encuentro, los conocimientos de uno hacia el otro eran nulos, sin embargo la incomodidad nunca fue parte de su caminata.

-¿puedo llamarte yan?-. pregunto el chico rompiendo aquel silencio que los inundaba.

-mmhm- se escucho por parte de la contraria que asintió al voltear su mirada al chico de las cicatrices, dandole a entender que era una respuesta positiva a lo que él sonrió de manera instantánea.

-¿quieres ir a casa?- pregunto de nuevo mirándola sin titubear.

-¿qué hay de ti? ¿Quieres ir a casa?-. ahora fue la peli negra quien pregunto ladeando su cabeza sin apartar su mirada, observando como éste hacía muecas y sobrepensaba de manera exagerada antes de darle respuesta.

-estoy demasiado drogado como para volver, mi hermano me mataría...-. respondió rascando su cabeza - incluso puede que tu no seas real-. Dijo haciendo un movimiento con sus manos exageradamente asegurándose que la persona enfrente suyo fuera algo material y no efecto de las patillas y aquel polvo blanco que inhalo apenas unas horas. Volvió su mirada a la chica quien ladeaba su cabeza al hacer una mueca de burla.

-ojo por que al parecer no tomaste tu dosis correcta, soy real y cagaste mi intento de nado sincronizado nocturno drogo de mierd ...-. Pronunció con cierta burla y un lago suspiro- sin pedos da igual ...hace frío así que regresare y tu harás lo mismo o nos enfermaremos-. Escucho decir de nuevo a la contraria quien lo miraba, era penetrante su mirada, sus ojos color marrón calaban en todo su ser y lo penetraban con solo verlo, cosa que avergonzó al chico a lo que solo asintió.

-perdón- dijo en un casi susurro agachando su cabeza- ... si me das tu mano no tendré frío, entonces no me enfermare- dijo de manera tímida, desviando su mirada de la chica, tratando de ocultar su notoria vergüenza.

Lindo. Pensó la chica al notar la manera tan infantil en la que actuaba aquel joven de ojos azules. Se acerco a el, tomó su mano y la entrelazó con la suya para así seguir su camino sin notar el leve rubor que permanecía en las mejillas de su contrario quien internamente era participe de miles de sensaciones.

Y otra vez la luna presenció aquel momento, escucho sus latidos que creaban una armonía perfecta y agradable, sonrió para si misma, y continuo iluminando la noche a lado de los cuerpos celestes que adornaban el cielo nocturno.

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Llego el momento en el que ambos tomaran sus respectivos caminos y se separaran, era clara la inconformidad en el rostro de sanzu por no querer soltar la mano de la chica a su lado pero ¿que podía hacer? Probablemente ni se volverían a ver y el miedo por hacerle saber que quería volver a verla era mayor a su desconformidad. Suspiro pesadamente.

-toma un baño caliente, ponte calcetines y cierra tu ventana cuando vayas a dormir-. Escucho a la contraria decir, levanto su rostro rápidamente para verla, sus miradas se encontraron para luego soltar sus manos, acción que formo una mueca en el rostro del chico haciendo notar su disgusto al deshacer el agarré . La chica solo rio, parecía un niño con la esperanza de volver a jugar.

- ...estaré en el puente mañana, sí quieres volver a tomar mi mano asegúrate de bañarte y dormir en cuanto llegues a casa- dicto la chica alejándose recibiendo un alegre "lo haré" de parte del chico después de escucharlo brincar y correr alejándose del lugar.
-¡TE VERÉ MAÑANA!-lo escucho gritar y agitar su mano repetidamente en forma de despedida.
Lindo. Volvió a pensar. Continuó su camino y sin darse cuenta una sonrisa se formo en su rostro. Quien iba a pensar que la causa de su lamentable regreso a casa también la tendría sonriendo. Debo estar loca. Pensó. Y así continuo su camino, esperando no sumergirse de nuevo en el lodo al cual llamaba "hogar".

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omg sanzu chiquito pelionero, sonrojado y pidiendo q le den la mano¿¿¿ mi perdición 🙇🏻‍♀️