Capitulo 3

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Reencuentro

El cielo se encontraba teñido de azul celeste, las blancas nubes le acompañaban, sanzu caminaba con prisa hacia aquel puente, esperaba con ansias volver a ver a la chica de la noche anterior, de caminar paso a correr, el viento chocaba contra su cara y le hacía arder los ojos, era posible que no se encontrara ahí pero mantenía la esperanza.

A lo lejos visualizo el gran puente que indicaba la costa y las olas se escuchaban, con su mirada buscó a la chica de cabellos cortos y negros, sus ojos viajaban entre las pocas personas que se encontraban por ahí, cuando sus ojos se detuvieron en un punto, estaba ahí, sentada en el barandal del puente, otra vez vio su silueta solitaria y sin pensarlo corrió de nuevo hacia ella. Antes de acercarse retiró su mascarilla. Odiaba sus cicatrices pero por alguna razón desde aquel cumplido juro no volver a taparlas mientras se tratara de ella.

-Viniste- dijo el chico agitado por su recorrido, acercándose a la chica tomó asiento a su lado y con una sonrisa la miro.

-dije que lo haría-. Respondió la contraria correspondiendo la sonrisa tan entusiasta que el de cicatrices le daba.

-¿te gusta este lugar?-. Pregunto, haciendo mecer sus pies sin despegar sus ojos de la pelinegra, tomando con fuerza la barra que los sostenía.

-la vista es bonita- respondió Yan mirando el mar que yacía frente suyo.

-sin duda lo es-. Comentó sonriendo quien seguía meciendo sus piecitos aún mirándola, sus azules ojos estaban atentos al perfil de la chica quien miraba el mar frente suyo. -no me cansaría de verla-.

-ademas es tranquilo y agradable- continuó la pelinegra para después posar su mirada al chico de las cicatrices, él seguía sonriendo como un niño, ahí, sentadito, meciendo sus pies, atento a cualquier acción que la contraria pudiera realizar.

Lindo, muy lindo. Pensó la chica mientras observaba a los atentos ojos azules que la miraban.

-conozco un lugar aún más bonito, ven- dijo el chico para luego tomar la mano contraria y correr arrastrando a la chica, la cual sólo se dejó llevar, no pregunto y sólo corrió junto al de cicatrices, tomando de su mano avanzó al son del viento.

Los coches avanzaban a su respectiva velocidad y aquellos dos chicos corrían, el viento chocaba contra sus rostros y sus cabellos bailaban a su ritmo, corrían como si la idea del futuro y la presión de ser adultos los persiguiera, corrían tomados de la mano huyendo de todo.

Y siguieron corriendo hasta llegar a una colina llena de florecitas y pasto, donde todo por debajo suyo parecía tan pequeño, y el cielo que normalmente se encontraba tan lejos parecía estar tan cerca o a ellos.

Sanzu se recostó en el verde pasto acción a la que yan le siguió, la cabeza de sanzu se encontraba tan cerca de yan y su cercanía era nula, miraban el cielo que ahora se tornaba de muchos colores naranjos y rojos indicando el atardecer.

-¿quieres ?-. Pregunto el chico rompiendo el silencio que se había instalado sacando una bolsita llena de pastillas.

-mmmh- soltó la chica acercando su mano haciéndole saber al contrario que si quería, tomó una y la colocó debajo de su lengua, se recostó y sintió como su mano era tomada una vez más por el de ojos celestes, dándose una corta mirada sonrieron.

Lo que parecía blanco y negro pronto se volvió de colores, las nubles bailaban y las flores reían, el ruido de la ciudad fue remplazado por música y risas, soltaban incoherencias y se sentían en paz.
Sus manos entrelazadas nunca se soltaron, hablaron hasta que su garganta se secó, dos personas drogadas tiradas en el pasto que nunca desayunaban hablaban de como los chocokrispis con plátano en un plato pozolero era el mejor desayuno esa era la vista que la luna, quien había remplazado al sol observaba.

Y entonces las gotas de agua se instalaron en sus ropas y piel, haciéndolos caer de nuevo en la realidad, la lluvia se intensificó y los empapó. Rieron de nuevo y sin importarles poco permanecieron debajo del cielo que repartía agua sin cesar. Tomando las flores que se encontraban hacían coronas que rápidamente se desasían.

Sanzu volteó su mirada hacia yan, quien estaba atenta a su corona tratando de añadir aún más flores, y sin pensarlo depositó un corto beso en su mejilla, sentía su estómago hecho un lió, no todos los días podía drogarse y menos junto a alguien y pasarla increíble, un liguero rubor apareció en sus mejillas cosa que la contraria encontró adorable, Yam sonrió para después dar un corto y suave beso en el contrario pero esta vez en sus labios.
Sonrió y lo vio hacerse bolita.
Y la palabra "Lindo" no bastó para describir a aquel chico que probablemente aún siguiera drogado pero se avergonzaba por un beso mientras cubría su rostro sonrojado y con su corazón a punto de explotar.

Y otra vez sus latidos componían la mejor melodía que la luna había escuchado en su tan larga vida.

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omg omg omg son las 2:45 am pero no podía dejar pasar este momento tan canon en mi imaginación me muero 🥺

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⏰ Última actualización: Oct 19, 2021 ⏰

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