Parte 14- Venganza

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Me dije a mi misma que era hora de enfrentar cualquier rumor así que me quedé parada al lado de la puerta. Hermione la abrió y me vio sorprendida.

-T/n! que sorpresa, que te trae por acá- me pregunto con la puerta entreabierta.

- Solo pasaba por acá- le dije con una sonrisa falsa. Abrí bruscamente lo que quedaba de la puerta y entre.

- Escuchame nene, no le quise decir a Dumbledor que me tiraste un hechizo imperdonable entonces sabes lo que hizo, entro en mi mente, vio muchas cosas que no quería compartir y ahora también lo saben todos los maestros. Además ahora te escucho diciendo cosas mías- le dije a Harry muy enojada- Ahora nadie se va a ir de este cuarto hasta que me digas todas tus razones y si eso no sucede de la buena manera tendré que hacerlo de las malas, con mis amigas Jamón y Queso- le dije levantando mis puños.

Los tres se asustaron, ni Hermione, ni Ron me habían visto de esa manera. Se sentaron en la cama y se quedaron callados. Tuve que levantar a Queso para que empiecen a hablar (se que no era la mejor manera de conseguir información, pero era la única) Hermione se levanta y me apunta con la varina en el cuello. Me sentí como una sucia muggle, no había pensado en sus varitas.

-Ahora T/n nosotros te vamos a hacer las preguntas, mira que tenemos muchas- Me dijo Harry con una sonrisa en la cara. No iba a permitir eso entonces lo que hice fue un movimiento raro con la mano y termine agarrando la varita de Hermione.

-No lo creo- le contesté. Le tiré la varita que tenía en mi mano y me fui.

Era la hora de dormir, ya nadie podía salir de sus salas comunes, pero ya no me importaban las reglas. Me escabullí y fui a una de las aulas que estaban cerca de la sala común de Slytherin. Tres minutos más tarde salió Draco. Nos dimos un beso. Le conté que me quería vengar de Harry, él inmediatamente se le ocurrió una idea. Le di otro beso y salí corriendo. Draco se quedó medio confundido.

Al otro día hice la misma rutina que siempre, me levanté, me di una ducha, me lavé los dientes, me peine,pero esta vez me puse otra ropa que no era el uniforme. Fui al gran comedor, en vez de sentarme en la mesa de Gryffindor como todos los días, me senté en la mesa de Slytherin, al lado de Draco. Fue muy satisfactorio ver las caras de mis compañeros,pero las mejores caras fueron las de Harry, Hermione y Ron, lo único que no me gusto de ese momento fue que Ginny se veía decepcionada. 

Dumbledore se paró, todos hicieron silencio, parecía que estaba buscando a alguien con la mirada y ese alguien era yo, cuando me vio donde estaba sentada y sin uniforme puso una cara rara, miro a Mcgonagall y Sanpe y señaló con la cabeza

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Dumbledore se paró, todos hicieron silencio, parecía que estaba buscando a alguien con la mirada y ese alguien era yo, cuando me vio donde estaba sentada y sin uniforme puso una cara rara, miro a Mcgonagall y Sanpe y señaló con la cabeza. Después comenzó con su discurso del día. Luego de cinco minutos pusieron la mesa y todos empezamos a comer.

-Gracias por dejarme hacer eso Draquito- le dije, él me miró con cara de que no le diga así al frente de todos, pero sonrío - Aunque esto es solo el comienzo - le dije.

Mi primera hora del día era pociones, algo me iba a decir Snape aunque no permitiré que me pase por arriba. Decidí llegar diez minutos tarde a ver que me decía.

-T/n.....-me dijo y se quedó pensando un minuto.

-Si, profesor, pasó algo- Le pregunté firme y con una mirada fija.

-No importa. No llegue tarde la próxima vez- Me contestó. Para recibir esa respuesta de lado de Snape tenía que haber pasado una situación extrema y obviamente Dumbledore estaba en el medio.

Me senté en el último lugar que quedaba, era una lástima porque estaba Harry al lado mio. Hoy teníamos que hacer una poción cada uno (eso era un alivio porque no lo tendría que hacer con mi mugriento hermano) lo malo era que Snape iba a elegir una posición distinta para cada uno y la teníamos que probar al frente de la clase en un sapo que él nos daría. Como siempre me eligió una posición difícil, pero le iba a demostrar que cualquier cosa que me pusiera la superaría. No seguí ninguna instrucción, solo seguí mi instinto, total no tenía nada para perder. Me tocó probar la poción, el objetivo era que le crezca el pelo en la cabeza en menos de dos minutos. Le di una cucharada de la posición a la rana, no pasó nada, un minuto y treinta segundos más tarde le creció el pelo necesario, Snape puso una cara de furia porque no quería que lo logre. Mientras me iba para mi asiento le guiñe el ojo a Harry dando de entender que me mejore. Pasó el adelante y no le funcionó la posición así que Snape le dijo tenía que venir a la noche para recuperarla. En el momento que le dije eso me sentí súper satisfecha.

Al terminar la clase Snape me obligo a quedarme cinco minutos más. Cuando salieron todos de la clase cerró la puerta con llave. Estábamos nada más él y yo.

T/n PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora