A sus 19 años, Lisa debería estar apoyando a su banda favorita, yendo a centros comerciales a mirar la ropa de temporada que ha llegado, o estar juntando dinero para su graduación de preparatoria. Pero no, a sus cortos -o largos- 19 inviernos, Lalis...
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Pollo a la plancha, verduras al vapor y puré de papa. Lisa mira su plato, suspirando. Toma el tenedor y pica un brócoli, llevándolo a su boca y masticando lento. Jennie está hablando con sus padres, quisiera saber que es pero no está prestando mucha atención. El cubierto pasa por el puré de papa, apenas lo mancha y también se lo lleva a la boca. Tenía hambre, sí, pero prefería dormir y no pasar tanta incomodidad. Naeun no es tan dura con su hija, le habla con cariño e incluso cuando le regaña es dulce.
—¿No tienes hambre? —Sehun le pregunta susurrando. Está sentando justo a su lado.
—No mucha —sonríe de lado.
—No tienes que comer si no quieres. O también puedo decirle a Jennie que te compre otra cosa.
—Estoy bien, de verdad.
—Y... Lisa, ¿verdad? —la omega asiente—. ¿Piensas seguir estudiando después de que el bebé nazca? —la alfa pregunta, apoyando sus codos en la mesa.
—Creo que sí, espero poder hacerlo.
—¿Alguna universidad en especial?
—Aún no he pensando que estudiar.
—Te queda poco tiempo.
—Mamá, no presiones.
—Sí, Naeun, deja a la niña un rato.
—No, está bien. Tiene razón, pero primero quiero acabar la prepa con buenas calificaciones.
—Jennie me contó que eres de las mejores —el padre de Kim dice, sonriendo—. ¿Es eso verdad?
Los ojos de Lisa brillan un poco, ¿Jennie ha hablado de ella con su papá? ¿Es eso bueno?
—Eh, sí. Podría decirse que sí.
—Diles que sí y ya —Jennie se mete, sonando aburrida—. Es la maldita cerebro de la escuela, ¿ya?
—¡Jennie! —su padre golpea su brazo—. Eres una grosera.
—No tanto así, pero sí, me gusta tener buenas calificaciones.
—¿Para qué? —la castaña la mira, interesada.
—Me hace sentir bien, creo.
—Rara —susurra y recibe otro golpe.
—Y, Jen también nos contó sobre tus padres betas, ¿no?
—Sí. Los dos lo son.
Puede ver a Naeun sonreír.
—¿Quién es tu madre?
—Lee Jieun.
—Sí, la conozco un poco.
Jennie no le vuelve a hablar en toda la noche. Termina su cena con mucho trabajo. En realidad sabía muy bien. Los padres de la castaña se van cuando el sol se ha ocultado, diciendo que volverían pronto. Lisa espera que no, o al menos sin Naeun.
