¿Quien es Quien?

La reacción

Melissa:

Decidí ir casa a hablar con mi mama, porque se supone que ella había escrito eso, así que coloque el libro de nuevo en su lugar y salí de la cafetería. Camine hacia la parada del autobús que quedaba a solo unas 2 cuadras de aquí.

Mientras caminaba saque mi teléfono del bolsos para revisar si tenía algún mensaje de mama o de papa, pero no, solo tenía un mensaje de nada mas y nada menos que de isaac que decía "La próxima te llevo yo" no se que cree el de mi, pero eso nunca va a pasar.

Olvidando el tema de isaac, de verdad me pareció muy extraño que mis padres no me enviaran un mensaje, ya que son muy sobre protectores y cuando salgo a algún lugar mi mama me envía mil mensajes.

*Seguramente tiene un súper castigo planeado para tí.*

Mi consciencia no ayuda mucho en este momento.

Eran las 3:58 pm y el autobús llegaba a las 4:25 pm, así que me tocaba esperar. Mientras esperaba decidí llamar a Emma para contarle lo que recordé a ver qué opinaba ella, busque su número en mis contactos y la llamé, después de unos 3 tonos atendió la llamada.

—Melissa Valentina Wright Abbey, no me digas que me estas llamando para cancelar lo de esta noche, porque tenlo por seguro que ahora mismo voy y te jalo de las greñas—Lo dijo tan rápido que me costó entenderlo.

—Hola mejor amiga— lo dije en un tono triste para asustarla—Lo siento, se me presentaron algunos inconvenientes—continúe con mi papel de estar triste, lo único que escuché fue un suspiro de enojo, así que antes de que explotara hable de nuevo—No mentira, solo te llamo para contarte algo—Escuche como decía un montón de cosas en voz baja muy molesta, así que yo comencé a reírme, cuando me escucho reír habló.

—Tienes suerte de que no esté contigo ahora Melissa... tienes suerte—lo dijo con un tono de misterio—¿Qué es lo que ibas a contarme?—La voz le cambio de misteriosa a la de una niña de 5 años emocionada porque iría a un parque de diversiones.

Como le encanta el chisme.

—Bueno estaba en el café leyen...—no pude continuar porque ella me interrumpió.

—¿Estabas sola en la cafetería? ¡Dios mío! ¿Que sigue? ¿La Paz mundial? —Estaba exagerando como siempre lo hacía.

—Sí, solo quería caminar un poco, pero en fin, ese no es el caso—Cambie el tema rápido, antes de que continuaría.— Estaba leyendo uno de los libros de misterio que tenían ahí, y recordé algo que leí en una agenda que tenía mi mama hace años, era un cuento muy extraño, como un poema algo así...—le conté todo lo del cuento, que no recordaba bien lo que decía y que iba a investigar. Luego me di cuenta de que ella no había hablado en ningún momento- ¿Holaa?—Dije esperando que respondiera pero nada, ni un solo sonido en la otra línea.

Vi la pantalla de mi celular a ver si se había caído la llamada, pero lo único que vi fue la pantalla negra, mi celular se había apagado.

—Rayos, pero estabas cargado— le dije a mi teléfono como si pudiera escucharme y hablar conmigo.

Guarde mi celular en mi bolso y me dedique a esperar el autobús, me senté en el banco que estaba en la parada, no faltaba mucho para que llegara así que solo espere.

Después de unos minutos llego y me subí.

***

Cuando llegué a casa me esperaba un súper regaño de parte de mis padres, así que preparada abrí la puerta y entré.