◖🌷Segundo Idilio

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El día siguiente a aquella cena, aunque no había sido perfecto, fue lo suficientemente bueno como para no arruinar la burbuja de ilusiones en la que Yeosang se había encargado de encerrarse a sí mismo. JaeWook había salido a algún lugar y Yeosang no se había atrevido a preguntar, prefiriendo simplemente esperar como un buen marido y aprovechar el tiempo para poder fantasear despierto. 

Para cuando Yeosang escuchó que la puerta se abría, el reloj marcaba las 3:30 de la tarde, indicando que faltaban tan solo dos horas para acudir a su ansiada cita romántica. Con inmensa dicha se levantó de la cama, dirigiéndose a la sala para decirle a su marido que se preparase. 

El único inconveniente; o más bien la cosa que atrajo la atención de Yeosang, era que el hombre de nuevo se había sentado en la mesa del comedor y estaba tecleando algo en su portátil. Su prioridad no había sido ir a verlo a él, y aunque tenía presente que era algo infantil el querer ser la única prioridad de su esposo, esa era su segunda luna de miel.

Se suponía que arreglarían sus problemas. 

—¿Jae?  

El hombre no respondió al instante y Yeosang se sintió molesto por ello, pero antes de cometer la banalidad de volver a reprocharle, se tomó un corto tiempo para escudriñarlo con la mirada, dándose cuenta de que tenía un portafolio a su lado y vestía ropa de trabajo. 

No le gustó por dónde iban las cosas y se calmó, diciéndose a sí mismo que JaeWook no le haría algo como eso en su luna de miel. 

—Jae —volvió a intentar Yeosang al ver que éste no tenía intenciones claras de contestarle. 

—¿Sí? —La simple respuesta, sin embargo, desató la ira e inseguridad de Yeosang

—Estaba pensando en que podríamos salir en dos horas tú y yo —soltó vacilante, acercándose a él. Acomodó sus gafas y cuando por fin se halló detrás del mayor, masajeó su cuello, bajando por sus hombros hasta llegar a la parte superior de sus brazos—… verás, pensé que podríamos… 

—Estoy algo ocupado ahora —replicó, acariciando una de las manos del castaño—¿No puede esperar? 

—No puede esperar —dijo firmemente. Mordió sus labios—. Además, se supone que utilizaríamos nuestra luna de miel para… 

—Lo siento —se disculpó sinceramente—. Me acaban de informar de una irregularidad importante y debo redactar un documento y arreglar unos problemas. No sé cuándo termine. 

Yeosang resopló. 

—¿Mañana podemos? —suspiró con resignación. 

JaeWook negó.

—¿Pasado? —Negó de nuevo—. ¿Cualquier día de la semana?  

—No estaré durante tiempo indefinido —dijo a Yeosang, con el tono que usaría para explicar a un niño pequeño, sin saber realmente cómo manejar la situación—. Sabes que mi trabajo es importante. Debo viajar a Marsella para arreglarlo personalmente. Lo siento, cariño. —Trató de acariciarlo, no obstante, Yeosang rehuyó de su toque. 

—Es nuestra segunda luna de miel, JaeWook. No un viaje de negocios —reprochó herido—. Además, vinimos para pasar juntos esa fecha especial. ¿Es que acaso no puedes olvidarte del trabajo tan solo por un tiempo? 

JaeWook se encogió de hombros mientras continuaba tecleando. 

—De verdad lo siento, pero no lo puedo retrasar. 

⠀La descarada declaración hizo a Yeosang apretar los labios con hastío.

—¡No puedes simplemente irte, así como así! —Con un suspiro cansado, el aludido se giró y enfrentó a Yeosang. 

Jamais Vu ♡ Seongsang Donde viven las historias. Descúbrelo ahora