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Cuando llegó a la cancha para las semifinales con Hyeongjun y Wonjin, notó que el gimnasio se veía diferente esta vez, era más festivo. Probablemente por la importancia del juego de hoy, su equipo de baloncesto recorrió un largo y difícil camino ganando contra otros equipos para llegar hasta ahí, si consiguen ganar esta vez, avanzarán a la final.

—¿Y qué es eso?— preguntó mientras se sentaba con una cubeta entera de pollo frito en las manos, mirando a Hyeongjun sacar un enorme pedazo de papel de su mochila.

—La pancarta de Taeyoung—. Hyeongjun frunció el ceño. —Ese mocoso la hizo él mismo de nuevo ¡y más grande esta vez!

Wonjin le quitó la pancarta de las manos —¡No te preocupes, déjamelo a mí!— dijo, y salió corriendo a quien sabe donde.

—¿A dónde fue?—, Hyeongjun cuestionó antes de llevarse un puño de palomitas a la boca.

—No lo sé, probablemente la colgará en algún lado para que no tengas que pasar vergüenza.— Hyeongjun se sonrojó un poco ante eso.

Ugh, Hyeongjun está tan enculado por Wonjin, ¿se atreven a burlarse de mi progreso con Minhee cuando ellos solo se mandan indirectas todo el tiempo? La audacia. Masticó el pollo frito con furia

Cuando Minhee apareció en la cancha, sintió unas abrumadoras ganas de animarlo, gritarle 'buena suerte' o simplemente decirle que lo hará muy bien.

De hecho, ¿saben qué?, va a hacerlo.

—Hyeongjun, sostén esto. Vuelvo enseguida.— Seongmin se paró abruptamente, empujó el recipiente de pollo frito al pecho de Hyeongjun y se fue antes de que el mayor pudiera preguntar algo.

Minhee estaba sentado en el banco mientras el equipo discutía sus jugadas frente a él. Parecía estar bastante relajado y tranquilo a pesar de la importancia del partido. Seongmin observó el espacio vacío a su lado en el banco. Decidió sentarse, nadie notará su presencia de todas formas.

Huh, ¿qué estoy haciendo?, ¿por qué sigo haciéndome invisible frente a él?
Estaba llorando internamente.
Demonios, no podré desearle buena suerte como quería...

Miró a Minhee por un segundo y después al entrenador cuando dijo: —Está bien, equipo, prepárense. El juego está por comenzar—. el resto del discurso fue ignorado por sus oídos ya que solo estaba mirando a Minhee, una vez más.

Antes de que Minhee pudiera levantarse, sin pensarlo, Seongmin se inclinó lentamente y depositó un pequeño besito en el costado de su mejilla, tan suave que probablemente Minhee no pudo sentirlo, pero estaba allí. Susurró un "buena suerte" antes de retroceder y sonreír.

Seongmin se congeló cuando de repente Minhee volteó en su dirección, pero le restó importancia después. Tal vez llegó a sentir un ligero toque, no importa, no podía ver a Seongmin de todos modos.

Al chico invisible le tomó un par de segundos darse cuenta de lo que acababa de hacer y su rostro estalló en llamas.

Oh mierda, lo besé, ¿qué demonios? está bien, cálmate...

Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando estuvo apunto de ser aplastado por el trasero del entrenador, quien casi se sentó sobre él. Se levantó de un salto y corrió hacia las gradas, escondiendo su rostro entre sus manos, lo que provocó que tropezara con alguien en el camino.

Cuando Seongmin regresó a su asiento con sus amigos, todavía estaba jadeando como si hubiera terminado una carrera de 500 metros. Sintió una mano en su frente.

—Estás ardiendo, ¿tienes fiebre o algo así?— Hyeongjun preguntó, parecía un poco preocupado.

—¿Ah? ¡No no, estoy totalmente bien!— dijo Seongmin y le dió un gran sorbo al vaso de refresco que Hyeongjun había comprado para sí mismo, ganándose tremendo manotazo por parte del mayor.

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