ᴍʏ ᴋɪɴᴅ ᴏғ ᴡᴏᴍᴀɴ 𐅼 sᴜɴɢᴊᴀᴋᴇ

05

Ahí estaba un pequeño Sunghoon de ocho años buscando a su hermana mayor por toda la casa y el patio.

Sunghoon vivía con su mamá, su papá y su hermana mayor,una familia feliz y perfecta.

El infante había faltado a clases por un breve fiebre; pero en estos momentos él se encontró en
perfectas condiciones y con energía, así que buscaría a su hermana para jugar al escondite o sólo molestarla.

Sus padres se han ido a trabajar dejándolo al cuidado de su hermana, así que según, Sunghoon
y Nayeon son los únicos en casa.

O eso se supone.

Sunghoon va corriendo por la casa intentando hacer el menor ruido posible, cuando escucha ruidos en el cuarto de su hermana.

-Te tengo- susurró

El más pequeño se encamina hacia el cuarto de su hermana, abre la puerta despacio sin hacer tanto ruido, y cuando terminó de abrirla algo lo desconcertó.

¿Por qué su hermana se estaba besando con otra chica?

Sunghoon decido cerrar la puerta e ir a su cuarto a pensar en lo ocurrido, después le preguntaría a su hermana.

.

.

La cena llegó y con ella muchas platicas de lo ocurrido en su día.

-¿Te encuentras mejor cariño?- pregunto la señora Park.

-Si- respondió Sunghoon

En esos momento Sunghoon se acordó de la pregunta que le haría a su hermana, pero ...

¿Era un buen momento?

Sunghoon no lo medito y solo lo soltó, en fin era un niño y para darse besitos con personas a las que quería no estaba mal.

-Hey Nayeon- exclamó el de cabellos azabaches.

-¿qué pasa?- dijo con una sonrisa.

-¿por qué en la mañana le dabas besos a Jeongyeon en la boca?- Nayeon abrió los ojos como platós al igual que el reto de la familia Park.

-¿D-de que h-hablas Sunghoon?- le preguntó la señora Park.

-De que mi hermana se estaba dando besos en la boca con Jeongyeon- dijo el menor.

-Nayeon- la profunda y gruesa confianza del señor Park se escuchó.

-Papá...- Nayeon habló con miedo.

-¿Por qué mierda te estabas besando con Jeongyeon?- exclamó enojado, Sunghoon no entendía por qué enojaba? Si se amaban está bien ¿no?

-Cariño,c-cuida tus palabras, por favor- dijo la señora Park con miedo.

El señor Park tomó a Nayeon del brazo apretándolo con fuerza y mirándola a los ojos.

-Te estoy esperando- le susurró al oído.

-Por qué la amo papá, porque estoy enamorada de ella- contestó con la voz cortada.

Aquella noche el menor de la familia Park aprendió que era enfermo amar a alguien de tu mismo género.