Memorias de una Chica Inestable

COMPLETA

Hace días no sé de ti...
Temo informarte que con cada día que pasa más tenue parece la añoranza.
Me negaba a pensar que simplemente te desvanecías...
Pero me sorprendí riendo por simplezas que antes no veía...
Me escuché cantar mi canción favorita en el auto con las ventanas abajo y mi cabello volando sin control por el viento, y curiosamente no se me vino a la mente tu voz.
Me sorprendí haciendo cosas que antes no me había atrevido a probar, y no sentí esa necesidad de irte a contar.
Escribí demasiado, pero ni siquiera con todo ese cúmulo de letras logré pensar en las iniciales de tu nombre...
Me miré al espejo y pude sonreír.
Siendo yo, únicamente yo.
Suena egoísta quizás, pero valió la pena sentir mi corazón latir a un ritmo estable.
Un gran indicio de que se encontraba en perfectas condiciones.
Te dejé ir finalmente...
No te olvidé, porque sé muy bien que en momentos te tendré presente.
Pero te fuiste de golpe, y eso provocó un movimiento tan brusco en lo más profundo de mis cimientos que solo así logré encontrar enterradas aquellas piezas que hoy me hacen sentirme nuevamente completa.