Bestia de corazón noble

Un encuentro desagradable

Las reuniones con Kumo ya estaban avanzadas, delegados del país del rayo se encontraban presentes en Konoha, y como muestra de confianza por parte de la aldea de la hoja, el líder de la delegación se quedó con el clan Hyuga, por su puesto los portadores del Byakugan duplicaron sus defensas ya que si bien estaban negociando un tratado, aún no eran aliados y no podían bajar la guardia.

Pasada media noche, la ventana del cuarto de la heredera del clan Hyuga fue rota y una sombra salió a toda velocidad con una bolsa en el  hombro que se sacudía, inmediatamente la seguridad de los Hyuga se activó, algunos salieron persiguiendo al responsable mientras que otros fueron por su líder así como a informar al Hokage de lo que sucedía, el delegado de Kumo había secuestrado a Hinata Hyuga.

-"Muevanse, no quiero a ningún guardia quieto, perseguiremos al infeliz que se atrevió a secuestrar a mi hija"- se escucharon los gritos de Hiashi fuera de si, y no era para menos, su recinto se supone que era el más seguro de Konoha después de la torre Hokage y habían sido burlados, secuestraron a su hija frente a sus narices, pero no se quedaría así.

-"Querido"- Hiashi si giró en dirección de la voz, para encontrarse con su esposa, Hana Hyuga, su piel blanca, su cabello azul oscuro, su mirada llena de preocupación, solo se encontraba con su pijama y un kimono que la cubría pero no asi su abdomen abultado, estaba embarazada, pronta a tener a su segunda hija.

-"No digas nada Hana, yo atraparé al responsable de esto y traeré a Hinata de regreso, tu ve a descansar"- ordenó Hiashi dándole la espalda, Hana miró la espalda de su esposo y solo asintió, esperaba que pudiera cumplir su palabra.

La peliazul se encaminó a su cuarto en calma esperando volver a ver a su hija, la mujer pasó cerca de una ventana y apreció la luna.

En la casa del clan Yozora, todo era silencio, solo siendo interrumpido por el sonido de las llamas de la chimenea, sentado junto al fuego estaba Naruto bebiendo un poco de té, ya pronto iría a dormir pero debía verificar que no hubieran  mereoradores, se levantó en dirección a la salida, abrió la puerta y su mirada se endureció, su cuerpo se tenso, el motivo, aquella mujer estaba de pie en medio del bosque siendo iluminada por la luz de la luna que se filtraba entre las hojas de los árboles, Naruto cerró la puerta sin mirar atrás ocultando su malestar, la rabia que le despertaba aquella mujer. Estaba por abrir nuevamente pero una presencia llamó su atención.

-"Es que acaso estos malditos espías no saben que es el sigilo?"- preguntó Naruto caminando a su caja de armas, tomó un ninjato y unos kunais -"Esta se la cobraré como misión rango S"- murmuró el pelirrubio, acomodó sus armas y salió de su casa, miró por última vez donde vio a aquella mujer para no encontrarla y desapareció en un impulso de velocidad.

El delegado de Kumo corría ya fuera de las murallad que rodeaban la aldea, todo gracias a un informante que le indicó los puntos ciegos de esta.

-"Malditos ninjas de Konoha, aún deben estar buscándome dentro de la aldea, con esta mocosa, Kumo podrá recrear su propio clan Hyuga, tu destino será algo peor que la muerte mocosa, ser de la rama principal fue tu mayor maldición"-  comentó el ninja pero notó como el bosque quedó en el más intenso de los silencios, estaba solo a minutos de reunirse con el grupo que lo escoltaría a Kumo a ser reconocido como un héroe, no podía detenerse solo por pequeñeses, estaba  por retomar su camino pero sintió dolor por toda su espalda, rápidamente saltó a la siguiente rama y se giró, tocó su espalda y notó sangre, lo habían alcanzado, pero eso no era posible, durante su carrera no sintió la presencia de nadie, tuvo que esquivar varios kunais que caían en su dirección -"Maldito cobarde, revelate" gritó el ninja de kumo que miraba en todas direcciones, pero nada lo preparó para ver como la hoja de una espada salía desde su hombro.