𝐃𝐀𝐃𝐃𝐘 𝐈𝐒𝐒𝐔𝐄𝐒 ♡︎ 𝐇𝐲𝐮𝐧𝐢𝐧

O2

Me preguntas en qué estoy pensando, yo te respondo que estoy pensando lo que sea que tú estás pensando.

HyunJin trata de camuflar la evidente sonrisa que está posada en su rostro, porque sostiene a JeongIn en su regazo mientras ven televisión.

El ojiazul se considera como una persona egoísta, caprichosa y siempre le gusta obtener todo lo que se le dá en gana y HyunJin tiene un pequeño problema porque ha estado tras JeongIn durante años y es ahora que no lo tiene para él.

O al menos no como le gustaría tenerlo; contra la pared, contra la cama, abrazándolo mientras lo besa... hay infinidad de opciones que HyunJin ya ha pensado pero que sólo parecen quedarse en su maldita mente, mientras se conforma con ser el mejor amigo de JeongIn.

HyunJin sabe que es mejor que YeonJun, porque en primer lugar se conocieron antes, sólo que el maldito rubio fué un poco apresurado y sedució muy rápido a un JeongIn muy ingenuo de catorce. El ojiazul recuerda muy bien ese día, él y JeongIn habían salido en el auto del padre de HyunJin, lo habían robado mientras el mayor dormía y habían decidido conocer las partes más concurridas de Seúl en la madrugada.

YeonJun fijó sus ojos de inmediato en JeongIn, le pidió su número y sabrá cuántas cosas le habrá dicho en los pocos minutos en los que HyunJin tardó orinando en aquella gasolinera. Entonces cuando HyunJin le hablaba a JeongIn y este sonreía como idiota hacia su teléfono, el ojiazul supo que algo andaba mal.

Y cuando JeongIn le contó que YeonJunle estaba coqueteando y añadió que él correspondía, HyunJin se quiso morir.

HyunJin lloró aquél día, pataleó y berreó porque JeongIn debía salir con él y no con aquel rubio mastodonte y bueno, ya habían pasado tres años de aquél suceso y aquellos dos seguían juntos.

ㅡYa quiero que sea mi cumpleañosㅡmurmura JeongIn.

HyunJin pasa su mano por los mechones rebeldes del cabello de JeongIn y le dedica una de sus miradas tontas; esas que son única y especialmente para JeongIn.

ㅡ¿Y poder jugar bingo?ㅡpregunta HyunJin, en tono juguetón.

JeongIn suelta una pequeña risita y esconde su cara con la cobija que a ambos los cubre.

ㅡTambién, pero seré legal y podré salir de mi casa, necesito salir de allí.

Hyunjin frunce los labios y asiente.

ㅡSabes que las puertas de mi apartamento siempre van a estar abiertas para ti, lo sabes, lindoㅡdice, para después sonreír de forma boba.

HyunJin siempre es bobo cuando se trata de JeongIn, tan atarantado y cegado por los sentimientos que siente por el chico, que haría cualquier cosa para que él se sienta bien.

ㅡLo sé, lo séㅡdice JeongIn, juguetón.

Entonces sólo son HyunJin y JeongIn, amigos desde la infancia. Sólo amigos, a pesar de que HyunJin se esfuerce lo más posible todos los días para que JeongIn se dé cuenta de lo que siente, pero el chico es tan atarantado que nunca se da cuenta.

HyunJin decide por fin prestarle atención a la película que ambos están viendo, JeongIn bufa de nuevo, HyunJin ha contado al menos seis veces en las que el chico realiza esa acción en unos cuantos minutos y HyunJin entiende de inmediato el por qué de su reacción.

El nuevo spider-man es muy tonto. HyunJin rueda los ojos, tratando de no sacar sus garras de crítico y comenzar a argumentar todo lo malo de ese spider-man. Y es que HyunJin nunca ha visto la película completa, cuando se estrenó en pantalla grande, él y JeongIn asistieron, pero el ojiazul solo pudo estar concentrado en el bonito chico a su lado, y en este momento en que estaba viendo la película, se muerde la lengua para evitar decír un pensamiento un poco ofensivo.

Talla su rostro con sus manos, dejando salir un suspiro pesado, antes de tomar de las manos de JeongIn, la bolsa de chocolates que el chico no se ha dignado a soltar.

ㅡCreo que el helado ya no está tan aguado, ¿quieres que vaya?ㅡpregunta HyunJin.

JeongIn niega, mastica el contenido de su boca y traga.

ㅡYo voyㅡdice para levantarse del espacio donde se encuentra.

HyunJin suspira por millonésima vez y ve a JeongIn levantarse de manera lenta, sintiendo un pequeño vacío porque ya no está esa opresión en su cuerpo.

El ojiazul trata de no dirigir su mirada hacia el trasero de JeongIn cuando se da la vuelta, en serio quiere no hacerlo, pero es imposible y más aún porque el chico al bajarse de la cama, queda con el short arrugado, dejando ver un pedazo de su glúteo.

Se reprende mentalmente porque ha sido un poco más atrevido de lo normal y está seguro de que si hubiese sido un poco menos enamorado de JeongIn, le hubiese bajado el short con sus propias manos de manera juguetona.

HyunJin se ha dado cuenta de que JeongIn pausó la película y se tira a su cama mientras maldice una y otra vez a su mente hiperactiva, porque ya se encuentra pensando en cosas no muy bonitas -o puede que sí- que involucran el trasero de JeongIn.

JeongIn entra a la habitación de nuevo y HyunJin se levanta con sus codos, el chico sólo trae el pote de helado y una cuchara. El ojiazul rueda los ojos porque se va a pelear con JeongIn por la cuchara, como innumerables veces lo ha hecho.

El pelinegro se tira en la cama y empuja a HyunJin, este se sienta y recarga medio cuerpo en la pared y abre sus piernas, haciendo un espacio. JeongIn gatea, con la cuchara sostenida por su boca y el pote de helado en una mano, se tira en el pecho de HyunJin, ocasionando que el chico suelte un gruñido.

ㅡ¿En qué estás pensando? Tienes las mejillas rojasㅡpregunta JeongIn.

HyunJin se espanta por un momento y se reprende porque ha sido un poco obvio, después sonríe y enreda un mechón de cabello de JeongIn en su índice. El menor sonríe de vuelta y abre el pote de helado para después comer una cucharada.

ㅡEstoy pensando, lo que sea que tú estés pensando.

JeongIn frunce el ceño y le da una cucharada de helado a HyunJin en la boca.

ㅡOh hyung, no creo que estés pensando en lo que yo estoy pensando...ㅡdice el chico para pasar a tomar la cuchara y lamerla.