Capítulo 17

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Kurt suspiró cansado. Ya eran dos semanas cuidando al sobrino de Izzy y estaba que le salían canas blancas del estrés por escuchar baby shark mil veces antes de que el mocoso se fuera a dormir.

Era domingo y ese día temprano, Axl pasó a recoger la parte del dinero que Kurt ponía, 90 dólares de su trabajo como niñero y otros 100 dólares que ganó al vender cinco pasteles en los que su mamá le había ayudado. Ella no fue dura cuando se enteró del porqué Kurt hacia eso pero si al hacerlo pagar ese dinero.

Se moría de sueño ya que estaba en casa de Dove, la hermana de Izzy, de 5 pm a 8 para poder irse a casa, Izzy lo recogía para llevarlo a algún estacionamiento vacío para enseñarle a conducir hasta mínimo las 12 am y después tenía que despertarse dos horas antes de las 8 am para hacer el almuerzo suyo y el de Axl y prepararse para la uni; gracias al cielo podía hacer sus tareas desde que salía de clases a la 1 pm y mientras el niño dormía. Unas ligeras ojeras se comenzaban a marcar bajo sus ojos.

Y ese día no era la excepción. Dove había tenido trabajo y le pidió cuidar al niño todo el día porque la persona que lo cuidaba en el día no pudo por lo que Kurt estaba harto de escuchar esa estúpida cancioncita todo el día, le dolía la cabeza y deseaba tanto que Dove por fin llegara.

—Listo, acabé.

Dijo mientras daba por terminadas todas sus tareas y guardaba sus cosas a la mochila. Fue a la cocina en busca de una aspirina y volvió a la sala donde el niño jugaba con sus cubos de construcción.

Acabó de sentarse justo cuando sonó el timbre. Gruñó molesto pero debía atender.

Al abrir la puerta se encontró con Izzy. Suspiró aliviado, al menos no estaría solo las dos horas que aún tenía que cuidar al niño. Sonrió y abrazó a su novio. Cabe decir que esos días había pasado más tiempo con Izzy y  descubrió que el chico era muy lindo y caballeroso, tal vez podría llegar a sentir algo por él pronto.

Con Axl, las cosas estaban bien pero eran amigos, notaba que lo miraba mucho, tenía leves acercamientos pero notaba que se esforzaba por no propasarse y Kurt no entendía porqué, tenía a Erin, debería pasar tiempo con ella, ¿no? Kurt también se esforzaba por no mirarlo tanto, quería respetar su relación con Izzy mientras durara. No se le olvidaba que era solo para que se le permitiera ser su copiloto pero tampoco negaba que comenzaba a sentir calidez a su lado.

—Hola, bebé, ¿cómo vas con Simon? —dijo Izzy entrando a la casa. El niño lo miró y corrió a darle un abrazo.

—Hola, tío Ishy.

—¿Cómo estas, Simon? ¿Como te trata Kurt?

Simon sonrió. —Beñ, baila beibi shar.

—¿Enserio?

Kurt suspiró sonriendo. —Me hace bailar esa canción tanto que hasta la sueño.

El niño volvió a sus cubos y ambos tomaron asiento en el sofá.

—¿A qué hora llega Dove?

—A las 4, dos horas más y seré libre del pequeño diablillo, extraño dormir temprano, al menos por hoy... —lo interrumpió un gran bostezo que le sacó unas pequeñas lágrimas. —... Podré hacerlo, tengo tanto sueño.

Recostó su cabeza sobre el hombro del pelinegro con los ojos cerrados y este le retiró unos mechones que cayeron a su rostro.

—Creo que no, rubio.

Kurt abrió un ojo. —¿De qué hablas? Llevamos toda la semana enseñándome a conducir, ¿podemos descansar solo hoy? En verdad, me muero de sueño, quiero llegar a casa, ducharme, comer pizza y dormir. —murmuró ya casi dormido.

Izzy suspiró, Kurt se veía tan cansado y ¿cómo no? Todo el día estaba haciendo algo mientras que el llegaba de la escuela, trabajaba de 2 a 7 pm, pasaba por Kurt y lo dejaba en casa y dormía hasta las 7 del día siguiente solo para desayunar e irse de nuevo a clases. No hacía tarea porque para eso le pagaba a su nerdy hermano de 18 años, su padre pagaba sus gastos con su buen trabajo y su dulce mami preparaba la comida, en verdad que era una excelente ama de casa y cocinaba muy rico, lo hacían todos los días sin quejarse por eso había guardado su paga para llevarlos a cenar y que conocieran a su lindo novio.

—No es eso, bebé.

—¿Entonces?

—Quería invitarte a cenar, ¿qué dices?

Kurt se enderezó de golpe y lo miró esforzando sus ojos a mantenerse abiertos. Izzy le sonrió, el rubio se miraba tierno con los ojos hinchados.

—¿A cenar? ¿A dónde? —preguntó emocionado.

—Tu elije, también invité a mis padres, quiero que se conozcan.

—Oh... ¿Tus padres? ¿Crees que debamos? Después de todo somos novios solo para que seas mi copiloto. —dijo Kurt sin pensar lastimando al pelinegro.

Ambos contuvieron el aliento y Kurt sintió un retortijón en su estómago de la incomodidad. Después de todo era cierto.

Izzy bajó la mirada y sonrió herido sin mostrar los dientes. —Sí, creo que tienes razón... Pero, ya les dije que irías.

Kurt asintió. —De acuerdo, iremos... —bajó la mirada y tomó la mano de Izzy. —Lamento lo que dije, Izzy, si te lastimó.

Negó con la cabeza. —No te preocupes, solo no lo menciones a ellos, ¿quieres? Me matarán si se enteran que te enseño a conducir para eso.

—Bien... —inseguro se volvió a acomodar junto a Stradlin y este pasó su brazo por sus hombros.

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Axl tomó su cabello desesperado. Era la cuarta vez en esa semana que lo llamaba y tenía tanto miedo responder, no quería ni imaginarse si ya sabía sobre Kurt.

—Axl, calma-

Comenzó Slash pero lo interrumpió.

—No puedo, Hudson, ¿por qué me llama tanto? Nunca me llama a menos que quiera el maldito dinero y eso es cuando se entera que tuve una carrera, la ultima fue hace dos semanas.

—Tal vez solo quiere molestarte. —comentó Duff.

El pelirrojo negó. —No, ella no hace eso.

—¿Has hablado con Kurt? —preguntó Steven.

Axl suspiró. —No, hace dos días que no hablo con él, justo cuando comenzó a llamarme. —se puso de pie y caminó en círculos unos segundos. —Tengo miedo, chicos, ¿y sí me miró con Kurt?

—No es posible, no puede cam-

—Tiene quien haga trabajos por ella. ¿Y si me han estado siguiendo? —interrumpió a Steven.

—Tu mismo dijiste que ella no hace eso. —dijo Slash.

—Pero ahora está Kurt.

—Kurt está con Izzy. —dijo Duff.

Ouch. Eso caló en su pecho.

—Pero salimos y... ¡Demonios! —se dejó caer al sofá cubriendo su rostro con sus manos. —¿Qué haré? No puedo dejar que lastime a Kurt.

—Tienes que decirle.

Axl decidió no hacerlo. Tal vez si se mostraba como un simple amigo, dejaría de llamar. Después de todo, eso eran.

RED / Kurtaxl (CORRIGIENDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora