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Cansados, vacíos, pero sobre todo tristes....así se sentían ellos al ya no estar más juntos, al no poder compartir un momento en intimidad donde solo eran ellos junto a sus almas pasando un momento donde los toques estaban cargados de sentimientos puros.

Los habían separados, ellos, a los que con tanta confianza les revelaron su relación, ellos fueron los culpables de que ahora se sintiesen tan mal no solo en corazón sino también en alma donde esta lloraba y llamaba con desesperación a su otra mitad día con día sin descanso alguno. Los días ya no eran coloridos, ya no eran lo que una vez fueron y vivieron...

Solos en sus habitaciones en distintas partes de esta lloraban desconsoladamente expresando lo rotos que ahora estaban — Si tan solo no hubiéramos confiado — una lagrima gruesa cayó por la mejilla izquierda del moreno.

— Aun estaríamos juntos — dijo el canadiense desde su habitación dejando que una lagrima llena de tristeza y dolor de deslizase por su mejilla derecha.

— Te extraño tanto.

— Te extraño tanto.

Ambos lo dijeron a un tiempo una misma frase acompañado de distintos pero iguales sentimientos donde lo único que podían hacer era esperar el siguiente día para poder verse y con suerte tocarse alegrando y alimentando de forma lamentable el amor que tenían.


Dia con día el canadiense miraba como su hermoso girasol se marchitaba, su bonito poseía horribles ojeras al igual que él, en el salón de practica y casi en cualquier lugar donde podría observar por breves segundos como casi siempre mordía su labi...

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Dia con día el canadiense miraba como su hermoso girasol se marchitaba, su bonito poseía horribles ojeras al igual que él, en el salón de practica y casi en cualquier lugar donde podría observar por breves segundos como casi siempre mordía su labio al punto de herirlo, sus ojos ya no transmitían vida alguna, su sonrisa se había convertido en una mueca sin gracia confirmando que ya no existía ese chico alegre, extrovertido y demasiado atrevido que una vez conoció.

Su girasol estaba muriendo al igual que él...

Las ganas de tenerlo en sus brazos, de aplastarlo contra su pecho y decirle cuando lo amaba y que todo estaría bien lo estaban matando, el verlo en una esquina con el rostro escondido en sus piernas lo hacía querer desesperadamente romper toda regla que se les había impuesto. Él quería, pero su bonito y ahora apagado sol pagaría por ello...

Navegando en las profundidades de su mente llego a toparse con ese maldito y nefasto día donde ambos sonriendo con sus manos entrelazadas entraron a la sala común donde los habían reunidos, ellos tenían plena confianza en sus mayores, ellos sabían que no podían esperar una positiva de todos, pero si de la mayoría. Pero para desgracia de ellos no fue así porque cuando su relacion fue anunciada los rostros de todos cambiaron por completo. Él los odiaba, los odiaba con su corazón roto y alma desgarrada porque por culpa de ellos él tenia que ver con dolor en todo su ser como su preciado y verdadero amor se hundía en antidepresivos y demás medicamentos para mantenerse medianamente estable.

Cuando la alarma anuncio el final de su descanso todos se levantaron, Mark miro a su pequeño como sacudía su cabeza varias veces ayudándose de la pared para ponerse de pie, su corazón se estrujo al verlo tan perdido, tan desorientado. Miro a su alrededor notando que todos a excepción de Nakamoto miraban con preocupación al menor de todos.

Donghyuck entre tambaleos llego a su maleta donde con manos temblorosas la abrió y busco con cierta desesperación un frasco de tonalidad amarillenta — Pastillas... — murmuro sin poder encontrarlas. El líder del grupo mirando al moreno buscar ya con desesperación sus medicamentos se acerco agachándose hasta estar al mismo nivel — Mis pastillas... — trago pesado al ver esos ojos tan perdidos y sin vida alguna.

— Hyu — una leve sonrisa interrumpió su llamado, Taeyong sonrió agrio al ver que su presencia nunca fue sentida en el momento en que el menor se levantaba pasando a su lado...

[.....]

Estaban reunidos, todos en la mesa donde un muy incomodo silencio los rodeaba, el manager los había reunido no sabían con que propósito, Johnny quien estaba sentado al lado de Donghyuck miraba de reojo como éste jugaba con sus dedos totalmente absorto en su mundo — ¿Puedo retirarme? — pregunto el moreno captando todas las miradas.

Hace mas de un mes no escuchaban su voz en alto, pocas veces lo escuchaban si eran sinceros y cuando lo hacían eran susurros mas para él mismo que para ellos — Lo siento Hyuck, no puedes — respondió Taeyong con un dolor increíble en la garganta recibiendo un leve asentimiento.

Los minutos pasaban con lentitud no sabían cuanto tiempo había pasado exactamente hasta escuchar la puerta abrirse dejando ver a su manager que los miro neutro — Buenas noches — saludo — Minhyung — el nombrado levanto su cabeza volviendo al mundo real mirando al manager con miedo — Donghyuck — Johnny se estremeció al ver que el moreno comenzaba a respirar con fuerza y su labio inferior temblaba así como las lagrimas comenzaban a resbalar por sus mejillas — Acompáñenme — dijo comenzando a caminar al ver a los dos menores de pie.

Dos nombres, una palabra o mas bien una orden habían sido escuchadas por todos, estaban en silencio otra vez, nadie hablaba apenas se podían escuchar sus respiraciones, cada uno en su mundo ya fuese ignorando la situación tan delicada como Yuta o pensando en todos los sucesos como Taeyong y Johnny.

El japonés por un momento despego su mirada del celular para observar a los demás miembros que se mantenían con la mirada perdida, no entendía, simplemente no entendía porque de estas situaciones para él solo había sido una simple relacion que fue obligada llegar a su fin, a su punto de vista los dos menores solo exageraban todo complicando las cosas y haciendo el ambiente y la convivencia tortuosa. Habían pasado catorce meses y cada día se volvía mas pesado que el anterior, no entendía el estado de Mark mucho menos el Donghyuck que ahora estaba ahogado en medicamentos para mantenerse vivo y en la realidad — Esto es estúpido — expreso con fastidio poniéndose de pie — Me voy a dormir — anuncio caminando hacia las escaleras traseras para evitar que fuese visto por el manager.

A Taeyong ya le importaba poco los comentarios de Yuta o las acciones de este, su comportamiento estaba fuera de lugar cuando se trataba de Donghyuck y Minhyung pero mas cuando se trataba del primero. Todos sabían que el moreno jamás fue y es del agrado del japonés al ser de personalidades totalmente opuestas y con ello muy chocantes, pero había algo que el líder sabia y es que Nakamoto guardaba cierto rencor u odio por el moreno al ser este quien tenia a Mark a su lado sin importar el comportamiento o las acciones que tuviese.

Y es que Yuta aun amaba a Mark, el japonés si se había enamorado del chico y este al no solo notarlo sino también saber ante la confesión del mayor decidió poner distancia después de decirle que no lo podía mirar como algo mas, que para él solo era un amigo y eso jamás cambiaria sin embargo ninguno de los dos conocía que su respuesta era porque estaba en una relacion con el moreno.

Cuando la puerta fue abierta todos posaron el su manager que los miro aun sin expresión alguna — Los dos menores del grupo, Lee Donghyuck y Lee Minhyung tomaran un descanso de las actividades por dos meses — anuncio mirándolo a todos — Sus descansos tomaran inicio la próxima semana cuando las tomas hayas sido realizadas, la directiva a tomado la decisión de suspender todo distanciamiento entre ambos por lo que no pueden hacer u opinar algo — su tono era duro y frío carente de alguna emoción hacia ellos — ¿Entendido? — pregunto recibiendo un asentimiento por parte de todos — Esta noche ambos dormirán en una habitación por lo que no quiero llamadas o mensajes, pueden retirarse pasen buena noche — finalizo cerrando una carpeta algo gruesa antes de retirarse.

Johnny sonrió tanto interna como externamente al saber que su osito hoy dormiría en paz donde las pastillas no serian necesarias y las pesadillas no lo atormentaran.

El inicio de un eterno Amor - MarkhyuckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora