Moon empezaba a tener pesadillas esa noche...
No sentía nada, más que el dolor de sus músculos por haber peleado nuevamente, no, esa noche no estaba Solar, nadie sabía hacia donde caminaba ella. ¿Que rumbo tomaría a partir de ahora?.. Búscame, eso quería gritar.
Pedía silenciosamente en su cama, que mágicamente Solar apareciera y hiciera su noche más divertida. "Solar, por favor, ven, duerme conmigo, déjame sentir tu pequeño cuerpo contra el mío".
Dios, es todo mí culpa, no puedo dejar de pelear con todos, pero ese imbécil se metió con ella, dijo cosas que no eran... Moonbyul, tienes nuevas cicatrices, tu labio no se recuperará completamente y será visible, ¿Que demonios estás pensando ahora?
Quieres defenderla, cuidarla, pero todos creen que solo quieres dañarla, puedes sentir como tratan de alejarla. No, no has hecho nada malo... Solo quieres cuidarla.
Las palabras rebotaban entre sus pensamientos, Solar y su sonrisa aparecían entre ellos, era su cura, pero... Sentía un pequeño dolor debajo. Lo ignoró y durmió.
En el sueño...
— ¡SUELTAME... SUELTAME YO NO TE HE HECHO NADA! — Susurraba entre dientes.
Las palabras no salían de su boca con claridad, no estaba pensando, dolía, dolía demasiado.
— ¡Tú me quitaste lo que más amaba! ¡Ella pudo haber estado conmigo si no te metías!.— Escuchaba como una mujer gritaba, no podía ver su rostro.— Estúpida, aún así no pudiste haber muerto con una simple patada. ¿Tantas ganas tenías de venir al mundo?
...
Por favor... Déjame, yo no quiero vivir, solo quiero desaparecer, desaparece de mí...
— MOONBYUL... ¿ESTAS BIEN?... — Escucho esa reconocida voz, la saco de su pequeño sueño.
— Solar... ¿Que estás haciendo aquí? — El reloj marcaba las 3. A.M
— Si Moon, también me enteré de esta pelea reciente. — No lograba distinguir bien, pero en las sombras que entraban en la puerta, podía ver qué estaba enojada.
Su amiga se tiró encima de ella, sin notar que alguien estaba despierto, si, el mismo problema, aunque estuviera soñando algo raro, siempre a esa hora el despertaba. El mini... El gran Moonbyul.
— ¡SOLAR QUÍTATE! — Se exaltó.
— ¡Silencio, desperté a la pobre Nayeon por tu culpa! ¡Estaba preocupada por tí y me gritas! — Ella de verdad no se daba cuenta de donde estaba sentada.
— Perdón... Es que, bueno, jaja, ya sabes... Mini Moon está... Vivo. — La oscuridad la cubría completamente, lo que era bueno, así no podía ver su gran sonrojo en ese momento.
Por favor quítate, en serio, no tengo auto control en estos momentos, no quiero tocarte, pero mis deseos son tan fuertes, no quiero recorrer tu piel... no quiero, no me siento a gusto con esto, siento que te amo, que te deseo, pero no, no puedo, no quiero que sientas que te violé, por favor quit-... ¡Deja de moverte imbécil!
— Y... ¿Que hay de malo con que el esté vivo? ¿Acaso temes usarlo? — Creo que Moonbyul estaba alucinando.
Quizás los golpes que le dieron estaban muy fuerte.
— Te deseo Solar, pero no quiero, no quiero que te veas obligada a hacerlo conmigo, no si... No lo sientes. — Sintió como el movimiento de sus caderas se aceleraban cada vez más, a la vez era rápido, pero no tanto, era lento, pero tampoco tanto, era perfecto, un ritmo que solo ella podía mantener.
— Ah... ¡Dios! Gracias por hacerme entrar en razón Moon. — Parecía como si ella no estaba consciente.
— ¿Que...?
— No es nada, ¿Cómo es eso de que te volviste a pelear? — No veía nada, tampoco entendía nada.
¿Que estaba pasando? Su mejor amiga acababa de llegar, descubre que su amigo está vivo y empieza a frotarse sobre el... Acto siguiente, lo deja y le dice que gracias por hacerla entrar en razón, no entiende nada de lo que está pasando en el momento.
Cree que fue solo un sueño, pero esa sensación estaba más que clara que no fue mentira, ni un sueño, ni nada parecido, fue de lo más real que podía haber imaginado.
Era mejor olvidarlo, sabía que jamás pasaría algo parecido.
— Moonbyul... ¿Te aturdiste con los golpes? Hace media hora te estoy pidiendo que levantes el rostro, se que tienes golpes ahí, se ve la sangre.
— Ah... Si, lo siento. — Levanto su cabeza. — ¿Cómo terminaste aquí a esta hora?
— Ya te lo dije, me enteré bastante tarde que habías estado peleando nuevamente, además, ese pequeño olor a sangre se sentía muy fuerte, lo reconocería dónde fuera. — Ella realmente se veía preocupa, aunque a moon le parecía demasiado raro que hasta reconociera su olor a sangre, ni que peleara tanto.
— Deberías dejar de preocuparte tanto, yo puedo con esto. — Intento agarrar con sus manos el algodón, pero fue en vano, en su lugar, recibió un fuerte golpe en la cabeza. — ¡Auch!
— No seas imbécil Moon, no estás bien, si puedes con todo, no te veo débil, pero aún así, es difícil no preocuparme... Después de todo, eso hacen las amigas.
¡Un puto balazo dolía menos!