Mejor que el Ramen |Naruto Uzumaki|

cap 6

Naruto fue a una misión con Jiraiya, no pude despedirme pues se fue cuando yo estaba entrenando.

No tengo pensado contarle sobre Sasuke, el lo detesta, si le digo probablemente se sienta mal.

Cuando hablo con Sasuke es algo incómodo, pues todavía no decidimos que "somos".

Mentiría si dijera que no me siento celosa al verlo con Sakura, o que no me sentiría mal si el solo me viera como una "amiga".

Necesitó hablar con el lo antes posible.

Aproveché al verlo caminar solo sin Sakura a su lado y me acerqué a él.

Sasuke -maldita sea, estoy tan nerviosa-

Me volteó a ver y me dedicó una pequeña sonrisa.

¿Qué pasa? -me dijo para después seguir caminando-

Podemos hablar -¿por qué rayos soné tan seria?-

El me miro ahora sin su sonrisa y me llevó a un lugar apartado de toda esa gente.

¿De qué? -me dijo este con su típico semblante serio-

¿Que rayos somos? -le pregunte-

Mhh, la verdad no se, estoy esperando a que tu decidas -dijo este como si fuera lo más obvio del mundo-

Oh, bueno... ¿Qué sientes por mí? -le pregunte bastante insegura-

No se, solo me gusta estar contigo, es completamente diferente a cuando estoy con Sakura, cuando estoy con Sakura cuento el tiempo y me aburro, pero contigo se me pasa el tiempo de volada, y me siento demasiado entretenido -en todo esto seguía serio-

Me sonroje ante sus palabras, ¿eso es una declaración de amor? ¿o simplemente disfruta estar conmigo? No entiendo nada.

Estuve tan sumergida en mis pensamientos que no note como Sasuke se iba acercando peligrosamente a mi, reaccione cuando sentí su respiración cerca mío.

Ni siquiera pude hablar, el había atacado mis labios en un beso cuidadoso y lento.

Se separó de mi por falta de aire.

Bien, entonces somos pareja -dijo para después irse-

¿Pareja? ¿Como reaccionará Naruto? ¿Por qué rayos piensas en Naruto? Sakura es el problema.

Necesitaba refrescarme, así que fui a mi casa/departamento y me di una ducha fría.

Cuando salí, me vestí y me cepille el cabello, no quería estar todo el rato en casa.

Me puse una blusa negra de manga larga y una falda blanca que me llegaba a la mitad de mis muslos.

Cuando salí cerré la puerta con Llaves y las metí a mi bolso.

No tenía nada que hacer, así que con el dinero de las pocas misiones que nos daban fui pasando de tienda en tienda.

Me compraba ropa, zapatos y maquillaje, no me maquillaba mucho, pero me gustaba tener de todo.