Guardaespaldas [longjun]

194 18 1
                                    

Li Jinglong es el guardaespaldas personal del cantante en ascenso, Kong Hongjun. Lo que es un secreto a voces es la relación que ambos mantienen.

El público y fanáticos nunca se cansan de sus pequeñas interacciones en el mundo del espectáculo, volviéndose locos cada vez. Siempre recibiendo nuevo material con el que chillar.

--

—Vamos, Jinglong. Todavía tenemos algo de tiempo.

Hongjun actualmente estaba restregando con suma emoción sus manos por el cuerpo esbelto y poderoso de Li Jinglong vestido con capas y capas de ropa, tentándolo a sucumbir. Repartiendo besos por aquí y por allá.

Li Jinglong detuvo una vez más los movimientos rebeldes del chico más bajo. Todavía no podía comprender cómo había sido acorralado entre el tocador y el cantante.

Parecía que la temperatura había subido hasta el punto de evaporación. 

—Hongjun, tienes una presentación en media hora. Concéntrate —dijo Li Jinglong con voz autoritaria. 

—Pero gege

Hongjun, a estas alturas, ya sabía qué decir y dónde tocar para quebrar la buena voluntad de Li Jinglong.

—¿No crees que es emocionante? —Hongjun estaba jugando con sus dientes y lengua en el cuello del hombre contrario mientras una de sus manos vagaba hasta alcanzar la pretina de su pantalón—. Además prometiste que lo haríamos en un lugar así. ¿Acaso gege no cumple su palabra?

—Yo… —después de carraspear, Li Jinglong desafió con una ceja alzada—: ¿Podrías presentarte después de hacer tanto alboroto?

—¿Cuántas veces he salido a cantar luego de acostarnos? —Hongjun replicó con orgullo. 

Bien. Eso era totalmente cierto y válido. 

La mente de Li Jinglong ya estaba nublada por la pasión y el deseo ardiente.

Debía cumplir con su palabra ¿no es así?

Repentinamente, Hongjun sintió los brazos fuertes y musculosos de Li Jinglong levantándolo del suelo. Como reflejo, rodeó con firmeza sus piernas en la cintura contraria.

Li Jinglong se sentó en una de las sillas del camerino con Hongjun en su regazo.

Llevando sus manos al culo de Hongjun, apretó y lo acercó a él, haciendo que se meneara en su polla ya despierta. Susurró en su oído: —¿Todavía quieres esto? —Después de soltar aquellas palabras provocadoras, procedió a lamer detrás de su oreja y morder su lóbulo. 

Hongjun estaba sumamente complacido y ronroneó en afirmación. Sus ojos ya se habían tornado de un negro profundo, y las llamas ardientes del deseo se avivaron hasta el límite.

Hongjun estampó con salvajismo sus labios sobre los opuestos. Li Jinglong no dudó más y lo recibió con el mismo fervor.

Las manos de Li Jinglong, mientras sus besos se hacían cada vez más potentes hasta el punto de que la baba había comenzado a gotear, dibujaron senderos zigzagueantes por la piel acalorada del joven en sus muslos.

La única prenda de vestir que Hongjun había logrado sacar de Li Jinglong fue su saco. Su camisa blanca solo fue desabotonada y sus dedos picaban con cada trozo de carne tocada, incluso jugueteando de vez en cuando con sus pezones oscuros.

Hongjun, en cambio, seguía completamente vestido, ya que su conjunto sería más complicado de poner que de quitar. Por esa razón, Li Jinglong se abstuvo a solo meter las manos en su ropa.

Cerezo [Serie de One-shots Tianbao]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora