Prologo

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Admiro a través del cristal las magníficas creaciones, al guapísimo profesor Joseph Austen, como alguien tan guapo y joven puede ser un maestro, lo único que no extrañaría a nadie, todos eran unos presumidos, y molestos que se encargaba de recorda...

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Admiro a través del cristal las magníficas creaciones, al guapísimo profesor Joseph Austen, como alguien tan guapo y joven puede ser un maestro, lo único que no extrañaría a nadie, todos eran unos presumidos, y molestos que se encargaba de recordaban que ese no era un lugar para pobres, la mayoría de las chicas venían solo para verlo a él (aunque siendo sincera si no me amara la pintura y tuviera dinero, definitivamente vendría a contemplarlo) y algunos de los chicos eran obligados. No se cuánto tiempo estuve embobada, para que el profesor y media clase se diera cuenta que estaba observando desde el pasillo, me invito a pasar con un gesto, cuando iba a negarme, suena un timbre que daba por terminada la clase, espero a que todos se hayan ido, para acercarme.

-Se me hizo extraño no verte hoy Elle tu nunca faltas a clase

-Si... de hecho no me vera más por aquí - le digo apenada

-No conseguiste la beca - afirmo decepcionado, y yo negué

-Ya me gasté todos mis ahorros, y no poder seguir faltando al trabajo, mi hermano perdió su trabajo, y con el sueldo de papá no nos alcanzara - hablo cabizbaja al borde de las lágrimas, estaba a tan pocas semanas de poder graduarme

-Bueno ya no eres mi alumna, así que no hay nada que me impida hacer esto - dice mientras se acerca para abrazarme, era simplemente perfecto, quizás si fuera otro el contexto de la situación, estaría muriendo de la emoción. Se separo luego de unos segundos

-Bueno... solo quería informarle personalmente

-Ya no tienes que hablarme de usted, recuerda que solo soy 4 años mayor que tu - me dio una cálida sonrisa, yo se la devolví, o al menos hice el intento.

-Creo que es hora de irme, mi... turno comenzara pronto - le digo mirando el reloj en la parad

-Oh claro - carraspea - espero que algún día pueda volver a verte por aquí

-Eso sería maravilloso... aunque lo dudo - me quedo en silencio unos segundos - adiós profesor, que tenga un excelente día - me dio media sonrisa al ver que no lo tutee

-Igual usted Elira

Con la decepción y enfado, fui admirando las paredes de la institución por ultima vez, aunque no tuve el tiempo para hacerlo detalladamente, ya que se me hacia tarde, en estos momentos menos que nunca puedo perder el trabajo.

Iba esquivando a la gente mientras caminaba rápido, arrepentida de haber ido justo hoy a la escuela de artes.

-Tarde otra vez Elira - me riñe mi compañera de trabajo, es un ángel, por cierto

-Lo sé, lo siento, gracias por cubrirme - le doy un corto y apurado abrazo, mientras me voy arreglando para comenzar a trabajar -te juro que te lo recompensare y no llegare mas tarde

-Creo que ya e escuchado eso las ultimas siete veces

-Te prometo que esta vez esta vez es verdad, ya no iré a la academia, así que no hay nada de que preocuparse

-¿Que? ¿Por qué?

-Luego te cuento - le digo al ver que llego un cliente

Fui a tender al señor, era de alrededor de unos cuarenta años, estaba buscando un libro para su hija que cumplía 15 años, y amaba leer, se veía que era de una familia bien sustentada, me gustaría poder darme esos gustos, sin tener que trabajar durante meses por ello.

La tarde paso rápido junto a un buen libro, ya que hoy no hubo muchos clientes. A eso de las siete de la tarde comienzo a ordenar todo para cerrar.

-¡Chicos a comer! ¡Elira ya llego! - grita mi madre a mis hermanos - ¿Qué tal tu dia cariño?

-Bien, tranquilo - dije mientras le ayudaba a terminar de poner la mesa - no hubo muchos clientes la verdad - Observo con detenimiento la mesa - ¿Olvide algún cumpleaños? ¿Diables que fecha es hoy? - pregunto alterada mienta me dirijo a ver el calendario

-Tranquila cariño, Sloane dijo que tenia una sorpresa, y llego con muchas cosas para preparar

-¿Se va a casar? - me puse pálida de inmediato, no creo que ...- ¿lo llamaron del ejercito? ¿tiene que ir a la guerra con los exiliados?

-No lo sé, dijo que nos diría después de la cena, y sabes que son fugitivos no exiliados, has el favor y trata de calmarte, ¿crees que el ir a la guerra sería algo para celebrar? -iba a responder, pero todos entraron y se sentaron es sus respectivos asientos.

Todos estuvieron bastante alegres durante la cena, hablando de diversos temas, pero yo no podía mas con la intriga, así que apenas el primer silencio salte a preguntar.

-Así que... Sloane ¿Cuál es la sorpresa que tienes que darnos? - el por poco escupe su agua

-Bueno... me llamaron del ejercito - ahí fue donde mi cara se desfiguro del miedo, temiendo lo peor -tranquila, de echo es una buena noticia, iré como guardia a proteger a la corona al palacio, con un muy buen sueldo - hizo una pausa - ¡Sorpresa! - Mientras los demás lo felicitaban, yo sentía como un balde de agua fría me caía encima, rápidamente me pare de la mesa, y fui a mi cuarto.

El Peso De La CoronaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora