Ley de Familia

487 31 0
                                    

Estar siempre juntos
Sin que nos dejen de lado
Esperar ser mejores
Lado a lado sin pretextos
En las buenas y en las malas
Porqué estar unidos, es ley de familia.

Una vez nos saludamos y Paz me retó por no cuidar bien mi herida, era hora de aclarar las dudas. Los observé a todos, y ellos a mi. ¿Qué hacía siendo sostenida por Juan Cruz? Seguramente pensaban eso. Thiago estaba por adelantarse para golpearlo, pero otra vez tuve que defenderlo. Esta vez, completamente segura, ya que incluso me salvó y cuidó mientras corría peligro. Recordar eso me hizo latir el corazón. Era como si en verdad fuera mi héroe de cuentos de hadas.

— No te desgastes Thiago, ninguno de ustedes lo haga. Él no es Juan Cruz y está cansado de que lo confundamos con alguien más. Es director de esta institución — Dije señalando los alrededores, luego de observar, me miraron otra vez, aún sin entender qué pasaba.

— ¿Y cómo podríamos pensar que él no es Juan Cruz y nos está engañando para tenernos cerca y empezar con sus jugarretas? — El primero en hablar fue Thiago, ese líder era tan terco.

— Estoy de acuerdo con el pela — Le siguió Mar, quién pensaría que los que me sacaron de mi escondite eran tan, pero tan tercos.

— Si, vos sabes todo lo que te hizo, Alma, no le creas — Dijo Tacho, claramente me dolió y no lo disimule. A lo que él retrocedió un poco.

— Además todo lo que sufrimos por su culpa — Ahora comentaba Luca, claro que sabía lo que él pasó.

— Él no fue más que una pesadilla para nosotros — Jazmín se recostó sobre el pecho de Tacho.

— Yo le creo a Alma, ¿Por qué nos mentiría? — Se puso de mi lado Rama, a lo que extendí mis brazos, él se acercó para abrazarme y de paso sostenerme, ya que el equilibrio no era un amigo en ese momento.

— ¡Yo... Yo también! — Caridad, como siempre tan linda, ella a paso firme se puso a un lado mío para sonreírme, le agradecí asintiendo.

— Además, este tiempo está piola, yo con todo eso, le creo a Alma — Nacho se puso a un lado de Caridad, ella estaba satisfecha. Mientras él sólo veía a las chicas que pasaban del otro lado.

— Perdoname gordi, pero Alma no miente nunca — Tefi también se puso de mi lado riendo al llegar conmigo, se puso a un lado de Rama.

— Sólo faltan ustedes — Sonreí al verlos, no estaba segura de que funcionaría, además aún no entendía lo del tiempo.

— ¿Perrrdón? — Se escuchó al fondo y todos los que interrumpían su paso, se corrieron, Justina tan imponente como siempre.

— Justi — Quise acercarme, caminé algunos pasos, pero estaba por caer de nuevo y ahí me atrapó Camilo, a lo cuál sonreí para acomodarme en sus brazos hasta que Justina llegara conmigo.

— Borrega, no tenés que creer esto del tiempo, Cielo nos quiere hacer entrar en su chistecito — Ahora ella me sostenía en sus brazos mientras que él se retiraba, extrañamente, no quería dejarlo ir.

— Justi, ya te dije, Ángeles no es ella. Ella es Paz, ¿Te acordás la pancita que tenía mi hermana antes de que aparezcamos acá? — Hice la seña de una panza grande con mi mano, para que entendiera el embarazo.

— Si, el bebé que esperaba Cielito — Señaló ella recordando, comenzando a pensar.

— Exacto, ¿Te acordás cómo dijo que se llamaría? — Le pregunté mientras sostenía sus hombros con una sonrisa.

— Paz... — Ella estaba sorprendida y claro, le señale a la chica, mostrándole que era idéntica a mi hermana.

— Será una gran belleza, como su mamá — Reí un poco a lo que Justina me acompañó, muchos galanes sueltos, mejor tomarse precauciones.

— Alma, tenés que recuperarte, yo voy con vos, nunca mentís — Detrás de ella venía Lleca, así que, se sumaban más al bando, no me gustaba que estuviéramos divididos, pero si era lo necesario para que entiendan, así sería.

— Vení acá y ayudala, yo voy a ver a Paz — Justina me dejó con Lleca, quién parecía más alto la verdad.

— Te extrañé, ¿Sabés? — Le dije mientras revolvía su cabello, ahora era más alto, ahora entendía a Mar, el ser enana te da muchos altos al alcance.

— También te extrañé — Fuimos hasta los otros, otra vez estaba entre los brazos de Camilo, mientras todos le preguntaban cómo nos conocimos, qué pensaba de mi, a lo que sólo se rió, a su vez, lo golpeé. No pensé que realmente no diría nada.

— Uf... — Se quejó por el golpe, no fue la gran cosa. — Primero, ella cayó desde arriba hasta el avión en llamas, y antes de pensar en recuperarse bien de la caída, ella sacó a muchas personas, incluido un señor que ya no tenía esperanza de seguir viviendo. Ella fue muy valiente. Luego, fue muy atrevida, acarició mi pecho jajaja — Le dí otro golpe. — CofCof. Bueno, me decía que era un tal Juan Cruz, pero después de agarrar mi mano, cambió de opinión. Después, apareció Paz y ella le decía Ángeles, agarró su mano, otra vez cambió de opinión. Luego nos persiguió un tipo, ella pegó un manotazo al volante y nos pusimos a correr en el bosque que estaba cerca. Fuimos corriendo un tiempo. Pero al llegar a la ruta, le dispararon en la espalda, pero antes, me empujó al otro lado, nunca pensó en ella, así que, realmente me parecen alguien increíble. Todavía con eso, la agarré y nos escondí detrás del auto del tipo este. Quedó inconsciente unos momentos. Fui hasta ese sujeto y comencé a pelear con él, le pude quitar el arma, le disparé en la pierna. Entonces ví que Alma se movió, en eso, me arrebató el arma y pum, otro tiro contra la otra pierna para el tipo. Lo hizo muy bien. Cuando Paz dijo que curaria a Alma, yo fui con esa persona para saber que quería. Lo golpeamos un poco y dijo que lo mandó ese tal Juan Cruz para matarme. Y por último llegamos acá, ahora soy director de este lugar. En conclusión, Alma es alguien totalmente increíble para mi. Cómo si ella fuera un ángel que alguien me mandó, para hacerme comprender, que no hay que ser egoísta — Esas últimas palabras, otra vez estrujaron mi corazón.

En toda esa historia, Lleca, Justina, Tefi, Nacho, Caridad y Rama estaban atentos, ya que querían saber que tanto pasamos juntos, para que yo confíe en él. Y claro, después de todo eso, ellos entendieron porqué no podría ser Juan Cruz, a lo que me sentí realmente aliviada. Ahora, él sujetaba de mi suavemente, pero de forma firme. Sonreí instintivamente, ni siquiera sabía porqué lo hice. Luego de eso, Paz y Esperanza nos llevaron hasta el interior de ese sitio, allí tal vez nos esperaban cosas sin sentido.

— ¡Bienvenidos al Mandalay! — Dijo "Hope" en voz alta. Sabía que ese apodo o nombre me sonaba de algún lugar. Pero aún, no tenía claro que pasaría, así que por ahora, lo dejé pasar.

𝙑𝘼𝙇𝙄𝙀𝙉𝙏𝙀. [𝘾.𝘼] 𝐅𝐈𝐍𝐀𝐋𝐈𝐙𝐀𝐃𝐀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora