𝙑𝘼𝙇𝙄𝙀𝙉𝙏𝙀. [𝘾.𝘼] 𝐅𝐈𝐍𝐀𝐋𝐈𝐙𝐀𝐃𝐀

Como la Primera Vez

Todo empieza,
A veces se repite
O solamente termina
Pero nada como la primera vez.

Pasaron 6 meses de aquel suceso, pero recuerdo como fue, cuando Tina irrumpió en esa habitación donde todo comenzó, luego de esa escena en la cual nos sentamos en la cama uno al lado del otro. Entonces se sentó en medio de nosotros abrazandonos desde los hombros, sabía que iba a hacer la pregunta.

── ¿Ustedes están juntos? ── Y la hizo no más. Maldeci a interiores, seguramente Camilo lo negaría.

── Si, ¿Por? ── A mi sorpresa el de rulos lo dijo como si nada.

── ¡Por fin la renacuaja santurrona se consiguió uno de verdad! Y no como el espantapájaros ── Se levantó festejando eso, pura vergüenza me provocaba.

── No le digas así a Salvador... Y todavía se lo tengo que decir ── Lamente desanimada.

── ¿Y qué importa? ¡Viva el amor! ── Nos arrastró hasta salir del cuarto y al patio.

Tuve que explicarle a los chicos los detalles y todo, hasta impedir el interrogatorio de Thiago y los demás de todas las cosas que me gustan, o le gustan a él. Fue un día bastante alborotado.
Ahora sólo faltaban 2 semanas para nuestro viaje de egresados mandalayos. Así que estábamos preparando todos nuestra intervención creativa, yo no podía interferir, ya que era profesora junto con Camilo, Paz y Justina. Ella ya estaba embarazada que fue algo bonito, pero triste a la vez. Luego de ese día debía partir. Era algo que no podía entender, por lo que la abrazaba siempre que podía, no quería despedirme cuando claramente no la volvería a ver incluso tras regresar al pasado. Estaba demasiado sensible.

Llegó el momento en el que todos debían presentar su intervención, el gobierno era tan aterrador, la intervención que hicieron los Teen, estaba siendo reprimida de manera tan cruel. Llegamos a ese lugar, la violencia era increíble a la vista.
Pero entre tanta desgracia, una sola persona sonreía como si todo estuviera yendo según su plan, se trataba de esa Jefa de Ministros. Que rápidamente fue perseguida por Paz y claramente detenida por ella, odiaba sus habilidades, pero entendía que mi sobrina estaba realmente furiosa en ese momento. A lo que me fui corriendo hasta donde estaban ellas, no quería que se hiciera una tragedia más.

── ¡Paz, no, tranquilizate! ── Es lo que dije tras tratar de frenarla sosteniendo sus brazos, ella estaba forcejeando para sacarse.

── ¡Esta desgraciada sólo piensa en ella! ── Gritaba mientras el auto no podía marchar, claramente por sus poderes.

── Disculpame nena, pero tengo cosas que hacer y por supuesto que vos no lo sabés ── Se puso los lentes oscuros que llevaba en su bolso.

── Ya dejála, no se puede tratar de convencer a alguien hueca  ── Entonces ahora la giraba para darle un fuerte abrazo, deseaba consolar a mi pequeña.

── No es justo tía... ── Correspondió comenzando a llorar, sólo acaricie su cabello.

── Perdón, ¿Vos me llamaste hueca? ── Aún esa mujer estaba ahí, ahora por voluntad propia y hasta preguntando eso.

── Hueca de corazón y alma. Por eso nadie la quiere de verdad seguro, porque ni siquiera es auténtica, sólo es lo que los demás esperan que sea. Eso incluso provoca que le mienta a su propia hija ── Terminé de hablar para comenzar a caminar a esa reprimenda otra vez, para detener ese atentado.

── ¿Que te importa lo que haga con mi hija? ── Salía del auto siguiendonos caminando, esos tacos re sonaban bastante.

── Paz, andá. Tranquila, yo voy a estar bien ── Una vez mi sobrina se alejó, nuevamente miré a la mujer.

── ¿No me pensás contestar? ── Se acercó un poco más inclinándose para preguntarme eso.

── No me importa, pero esa nena va a crecer con mentiras y después va a creer que engañar está bien, incluso a usted la engañara, ni cuenta se dará ── Me di la vuelta para irme otra vez, entonces sentí un escalofríos, tal vez Juan Cruz estaba cerca.

── Pobrecita Alma, ella siempre pensando en los demás ── Ya me estaba enojando, pero sólo suspire, volteando una vez más.

── Si no te sientes satisfecha con tus propias acciones, no te la agarres conmigo, ¿Si? Ahora tengo que ir con mis amigos y mis chicos, así que andá a tu fiesta de caretas ── Hice una reverencia y corrí donde los demás, escuchando el portazo de la camioneta atrás mío.

── Tía, ¿No te hizo nada? ── Paz me sujetaba mientras forecejeabamos con todos esos oficiales.

── Nada me hizo, ahora tengo que hacer algo por ustedes ── Así como lo dije, golpee a un guardia y tomé su arma para que todos los cercanos se fueran. Era una amenaza, pero sirvió, así todos se detuvieron de un momento a otro.

Supongo que la revelación de mis poderes se había logrado, pero no sabía que no eran mis poderes sino los de Camilo, que me miraba sorprendido, porque incluso Paz había quedado pausada como los demás.

Sólo le di un beso y comenzamos a llevar a los chicos y a Paz lejos de ese lugar contaminado, por lo que tomó algún tiempo, pero lo logramos, ese lugar quedó liberado de todo control del gobierno, ya que a partir de ese momento, Teo y su organización se iban a encargar.

Una vez el tiempo volvió a la normalidad todos estaban confundidos, pero estaba contenta de que estuvieran bien, sin nada que temer ya.

── ¡La intervención creativa fue un éxito! ── Dijo contenta Paz extendiendo los brazos.

── ¡Lo hicimos chicos! ── Me acerqué junto a los demás y fue un gran abrazo.

Pude respirar tranquila, era verdad eso que decían de que todo empieza con algo. También la guerra. Era claro que la Jefa de Ministros no iba a quedarse tranquila mirando, al igual que Juan Cruz, así que entre todos acordamos que íbamos a hacer algo, pero debíamos de quedarnos todos quietos. Ya que el mejor lugar era donde estuviera el reloj.

En un momento, todos dejaron de moverse totalmente, mientras fuerzas del gobierno llegaban llenando todo el lugar, revisando cada rincón que al no hallar nada. Sólo se retiraron.

Todo fue festejo a partir de allí. No ví a Salvador desde que comenzó ese período de 6 meses, pero también estaba feliz por lo que conseguimos.
Nada como la primera vez, tanto para los buenos, como para los malos.