Blancanieves ¿Y si fuese asi?

558 36 2
                                    

El miedo se asomaba atraves de la pequeña ciudada; esta contaba con unos cuantos edificios; una comisaría; un hospital público; una escuela; cientas de casas todas iguales que hasta parecía que las hizo el mismo arquitecto, tenían el típico techo americano, una verja de madera que rodeaba el jardín y el patio trasero; y desde lo lejos, un hospital psiquiátrico.

En el consultorio del conocido psiquiatra, Dr. Freud, había un revuelto. Camareografos y reporteros le consultaban y preguntaban al doctor sobre un tal caso que, importunanmente, salió de sus paredes.

-¿Quién es el joven? -Preguntó una mujer de treinta y pocos años.
-Un tal "príncipe" -Respondió otro reportero. -O así se dice llamar ¿No? -Río con gracia.
-Si, se hace llamar así. Con permiso -Siguió el doctor, intentando salir de la multitud. Con mucho sacrificio, llegó a su meta, la puerta de su consultorio.

Con una sonrisa cerró la puerta, feliz de haber salido de ese infierno lleno de preguntas. Aunque su felicidad no duró demasiado.

-Jacob -Dijo en modo de saludo a su compañero.
-Hola, mi amigo- Contestó.- Me dijeron por ahí que estabas muy exhausto, así que te preparé un café -Le comentaba mientras le ofrecía una taza de café de maquina.
-Si tan cansado me ves ¿Por qué vienes a molestar? -Decía mientras sostenía la taza que su amigo le ofrecía.
-Sabes que soy metido, ahora cuéntame -.

El doctor, con escasa paciencia, decidió contarle antes de que su ansioso amigo empiece a insistir.
-¿Viste aquél joven? -Le preguntó para iniciar ya el tema de conversación.
-Si, obvio. Por ello estoy acá -Respondió con obviedad.
-Esto se queda entre nosotros -Le exigió mientras lo miraba fijamente los ojos, en un intento de intimidar.-
-Si, claro -Pronunció. Una sonrisa sobresalía de sus labios, le agradaba hacer enojar a su aliado.

-Equizofrenia. Ayer lo diagnosticaron, por eso hubo tanto revuelto. Es la primera vez que vemos un caso similar; va a haber un juicio, ya que se sospecha que el mató a su novia. -Le redactó.
-¿Pero aquél joven? Si parece estar bien y con esa cara de angelito dudo que pueda hacer daño -Opinó su compañero.
-¿Para que pides que te cuente si me vas a cuestionar? -Preguntó el doctor, harto de escuchar opiniones que el no pidió.
-Ya, ya. Continúa- Y así lo hizo.

"Él me contó que su novia había ido al bosque en un intento de escapar de su malvada madrastra. Al huir se metió en el bosque; dijo que había muchos animales y que ellos la miraban fijamente. Al asustarse corrió hasta encontrarse con una cabaña.
Se refugió en ella y aguardó la noche ahí.
Según él, ella se llamaba Blanca Nieves, porque su tez era igual que el color de la nieve.
Bien, en la cabaña aparecieron unos 7 enanos..."

-¡¿Enanos!? - Interrumpió el oyente. -Enanos... Con razón sospechan de él.- Carcajeó irónicamente.
-No me interrumpas, Dios - Exclamó Freud y decidió continuar ante el asentir de su amigo con la mirada gacha, arrepentido de la situación.

... ella y los enanos se llevaron bien; Blanca Nieves ayudaba en el hogar y ellos iban a buscar minerales a una cueva. Un día, una anciana aparece por la casa de los enanos y le da a la joven una manzana. Cuya chica, dudosa, aceptó y un mordisco le dio.
Murió envenenada; según el "príncipe" le dio un beso del verdadero amor y ella despertó...

-Y vivieron felices para siempre - Fantaseó chistoso Jacob.

-Shh, déjame terminar- Lo hizo callar el doctor.

... me contó, que su madrastra era una lunática. Hablaba con el espejo y le preguntaba cosas estupidas como; ¿Quién es la más hermosa del reino? O hasta le decía; Espejito, Espejito en la pared..."

Relatos desde el armarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora