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—¿Qué te gustaría hacer?

La pregunta de Heeseung hizo que Sunghoon abriera los ojos, deslumbrándose con la intensa luz que entraba por la ventana del dormitorio del mayor, la que daba una bonita vista hacia la ciudad.

Eran aproximadamente las once por la mañana cuando todos los miembros —a excepción de ellos, claro está—, habían sido citados en las instalaciones de HYBE para tratar asuntos relacionados con su nueva imagen. Lamentablemente decidieron que los otros irían primero a renovar su imagen ya que los colores que usarían en sus cabellos no eran tan difíciles de colocar, en cambio, tanto Heeseung como Sunghoon necesitaban decolorar su cabello a un rubio casi blanco para adquirir los nuevos colores que llevarían.

Ahora era casi la una y no habían hecho nada más que estar descansado en la habitación individual de Heeseung, quien ocupaba una posición normal en la cama mientras Sunghoon apoyaba sus pies en la almohada, estando en una posición contraria a la del de mechones verdes.

Bueno, después de todo, tener un día de descanso no estaba tan mal.

—No lo sé, quedémonos acostados hasta que lleguen. — Sunghoon volvió a cerrar sus ojos y dejó caer su antebrazo sobre su rostro para bloquear la luz que aún podía penetrar sus párpados.

—Podemos hacer algo más divertido, descansaremos mañana mientras estemos en la peluquería. — Heeseung golpeó el muslo del menor tratando de despertarlo de su sueño superficial.

—No videojuegos, por favor— se quejó el pelinegro —He estado jugando con Ni-ki toda la semana.

—No me refería a eso. — al escuchar el ruido del cajón abrirse, Sunghoon desbloqueó su vista y observó cómo Heeseung rebuscaba algo dentro del espacio. Su mano mostró un mazo de cartas frente suyo antes de extenderlo hacia él —Juguemos Póker.

—¿Desde cuándo tienes eso guardado ahí? Nos hubieras ahorrado muchas horas frente al televisor. — el menor se incorporó y jugó con las cartas, pasándolas de un lado a otro entre sus dedos.

—No hace mucho. — Heeseung se alzó de hombros restándole importancia —Creí que no les gustaría jugar.

Sunghoon apretó sus labios en una línea recta. Todos los miembros podrían divertirse demasiado jugando con aquel conjunto de cartas, pero en realidad no sabía si sería un buen método de diversión para todos. Además, no creía que todos supieran como jugar correctamente.

—Bien, juguemos— accedió Sunghoon, sus piernas se cruzaron para adoptar una postura más cómoda en la superficie blanda.

—¿Te gustaría apostar algo? — el peliverde colocó una almohada entre sus cuerpos para que sirviera como una mesita. —Como dinero, comida...

—Comida, definitivamente comida. — Heeseung barajó las cartas en movimientos sorprendentemente hábiles a la vista de Sunghoon y después las extendió hacía él, indicándole que él también lo hiciera.

—¿Qué te gustaría? — cuando el mayor tuvo de regresó el mazo inició el pre flop, repartiendo dos cartas iniciales a cada uno, las caras de estas mirando hacia abajo.

Sunghoon levantó sus cartas y las observó. As de diamantes y dos de tréboles, no eran un mal comienzo para formar alguna escalera. Sin embargo, no se sintió tan confiado después de ver las comisuras de Heeseung elevarse en una sonrisa traviesa, aunque tuvo que recomponerse rápidamente antes de que la figura frente a él pudiera usar su inseguridad como ventaja.

—Hay un restaurante de comida italiana, me gustaría comer ahí. — el menor vio cómo Heeseung sacaba su billetera del bolsillo de sus pantalones y extendía quince dólares en el objeto acolchonado frente a ellos.