Capítulo 5

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Después de la discusión con el pelirrojo Bakugou se dirigió bastante ofuscado en dirección a su departamento. Ya acostado no podía dejar de pensar en cómo había terminado su noche. Fue un desastre.

Realmente no quiso decir lo que dijo, o bueno quizás sí, pero definitivamente no de esa manera. Cada vez que cerraba sus ojos veía la mirada dolida de su amigo, sus ojos llenos de lágrimas y eso le producía mucho remordimiento. Eran muy pocas veces en las que lo había hecho llorar y la mayoría fue por haber tenido algún gesto amable que provocara emoción en el otro.

Había dejado que sus problemas personales lo hicieran desquitar su frustración con Kirishima, aun cuando pudo darse cuenta que el otro se encontraba bastante alterado. No escuchó su conversación con Sero, el ruido del bar no se lo permitió (sí, demándelo por querer espiar). Pero a pesar de que veía al menos una vez a la semana al pelirrojo, sentía que había algo profundo que se le negaba saber. Obviamente Sero sabía, tenía ojos de ciervo encandilado cuando notó a Bakugou dentro del baño. 

-Suficiente- Se dijo a sí mismo frotando sus ojos con las palmas de sus manos frustrado, después se estiró completamente e intentó relajarse.

El sueño de a poco lo arrastró, su mente estaba borrosa y su cuerpo lánguido en la cama. No podía distinguir si estaba durmiendo o despierto cuando sintió el teléfono vibrar.

-No...- se quejó, pero con lo que tenía de energía se giró buscando torpemente su teléfono- Espero que no sea de la agencia.

Cuando vio el número de Sero en la pantalla se cabreó 

-Qué quieres cara plana.

-Bakugou necesito el número de apartamento de Kiri- le dijo el otro.

-Estás jodidamente loco?- Se alejó el teléfono de la oreja para ver su reloj- Mira la puta hora que es, llámalo a él y deja de molestar.

-Esto es serio Bakugou- bien, esto era nuevo- Estoy en su edificio ahora y no me contesta- Se quedó en silencio esperando más información- Tiene que ser ahora.

-1005 ¿Qué pasó?

-Es lo que voy a averiguar- el rubio no pudo evitar sentarse en la cama, la incomodidad asestándose en su pecho.- Mierda no contesta.

-Qué pasa Sero!?- dijo ya enojado, el sonido de la alarma de lo que él supone es el departamento del pelirrojo junto con la falta de respuesta puso sus pelos de punta- Voy en camino.

Se levantó torpemente de la cama aun en la oscuridad buscando pantalones cómodos para salir ¿Sería necesario que se pusiera su traje? No, no lo creía. Sero habría dicho si tuvieran un villano que enfrentar. Salió de la habitación un poco más alerta y sin más tomó sus pertenencias y salió del departamento.

El hecho de que se hubiera enojado con Kirishima no significaba que le daría la espalda, a pesar de la discusión era obvio que en algún momento de reconciliarían. A diferencia de su actitud durante la época de secundaria Bakugou no tiene miedo de admitir cuando está equivocado, ¿Necesitaba tiempo para darse cuenta de sus errores? Sí, claro que sí. Pero no dudaba cuando debía disculparse y mucho menos cuando se trataba de solucionar sus problemas con el pelirrojo puesto que la base de su relación era la comunicación.

La noche estaba tranquila y el silencio hacia mella en sus nervios, sin embargo nada lo inquietó más que ver una patrulla policial salir pasar por fuera del edificio de su amigo. Se apresuró aun más al ver algunos residentes en el lobby del edificio.

-Qué pasó?- Preguntó a una señora que se encontraba con pijama mirando como la patrulla se iba.

-No sabemos, pero parece que hubo un ataque hacia un inquilino en el piso 8, ¿o 9?, nosotros no vimos ni escuchamos nada en ese momento- Para no saber nada la señora seguro que fue específica, Bakugou quería rodar sus ojos.- Comenzamos a salir cuando escuchamos a la policía.

¿Qué pasó con Eijiro?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora