•2•

340 40 5
                                    

Se escuchaban disparos cada algunos minutos; habían varios agujeros en la pared de la sala y la señora Hudson tenía miedo de subir para hacer que su inquilino deje de destrozar la casa de a poco. Jawn subía con las compras entre sus brazos, tirando largos suspiros del cansancio. Ya a punto de abrir la puerta, se alarmó al escuchar otro disparo. Las compras quedaron en el suelo y John entró con rapidez; respiró aliviado al ver que su novio se encontraba bien, sentado en su sofá como siempre.

John miró hacia la pared y luego a Sherlock.-- ¿Que haces?

--Creí que era bastante obvio.

--¿Porque lo haces?

--Estoy aburrido.

--¿No tienes otra cosa que hacer además de destrozar la pared?

Se escucharon rápidos pasos subir por las escaleras y John miró a su lado.-- ¡Sherlock!

--Señora Hudson, le agradecería que me trajera el té.

La dama negó varias veces con la cabeza.-- No soy tu ama de llaves. Y deja de destrozar la pared. - Se dio la vuelta y se fue sin más.

John juntó las compras del suelo y luego se dirigió a la cocina.

--Sabes en que estaba pensando, John.

--¿Que me podrías ayudar?

--En que es mala educación entrar a tu hogar y no saludar a tu pareja como se corresponde.- Reclamó, aún mirando la pared llena de agujeros.

John sonrió tiernamente y, dejando las cosas de lado, se acercó al detective para darle un beso en la mejilla.

--No. Ahí no, John.- Sherlock lo miró con su cara seria de siempre.

John se inclinó nuevamente y esta vez plantó un dulce y largo beso en aquellos finos labios rosados, ambos cerrando sus ojos para sentirlo aún más. Al cabo de unos segundos, se separaron solo centímetros.

--¿Me quieres ayudar a guardas las cosas?

--Ocupado.

Sherlock tomó nuevamente el arma y volvió a disparar. John negó con la cabeza.

•One Shot's | Johnlock•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora