La subasta ⊙ OhmFluke [Omegaverse] ✔

⊙ 6 | Reencuentro ⊙

Fluke contenía las ganas de insultar hasta en doce idiomas diferentes a su padre por su firma de pensar no solo sobre el, si no de los omegas.

Si bien aceptaba que las situaciones anteriores no eran del todo decente, aún mantenía una reputación -casi- impecable la cual no iba a dejar fuera cruelmente hundida por palabras llenas de repugnancia injustificada hacia su persona.

—Manten la mirada en el suelo— el hombre murmuró al bajar del auto frente a una enorme compañía

—Uhm— Fluke solo soltó un sonido afirmativo suspirando rendido y clavando la mirada en el suelo

Al llegar a la recepción del enorme lugar, Fluke se regaño para no levantar la mirada y observar a su alrededor siguiendo minutos después a su madre caminando detrás de él, aún con la mirada en el suelo.

Al llegar a un oficina con la puerta de color oscuro y una placa dorado con el nombre del dueño de dicha oficina, detrás de su progenitor, se mantuvo en silencio a un lado de la puerta sin prestar atención a una charla ajena.

Hartó de ser prácticamente ignorado Fluke salió de la oficina enfadado camino hacia algún lugar sin destinó fijo esperando encontrar algo con lo cual distraerse mientras su padre veía a ese cliente.

Camino a dónde suponía que estaba la cafetería, Fluke por accidente terminó en algún pasillo donde no habían muchas personas y dónde solo al final del largo pasillo había una sola oficina con una placa de color plateada.

Se escuchaban algunos gritos y golpes.

Con un poco de desconfianza, se acercó a ver qué rayos sucedía y al llegar frente a la puerta un aroma peculiar le hizo cosquillas en la nariz. Así que sin más, abrió la puerta.

Sin duda alguna, Fluke se arrepentiría toda la vida de abrir esa puerta.

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Ohm usualmente era alguien tranquilo, alguien que no se guiaba por medio de los impulsos o se dejaba guiar por la irá de su lobo.

Sin embargo, estaba en su naturaleza ser dominante, fuerte y territorial. Por ello cuando la llamada de su media hermana interrumpió su pequeño momento de paz, explotó al escuchar la razón de su llamada.

Malin era una omega de veinte tres años, casada y con dos pequeños cachorros de un año y medio a los que sin duda amaba mucho, sin embargo, su pareja era otro tema, un tema que a Ohm le costaba manejar cuando escuchaba a su hermana llorará por el reverendo idiota que era el tipo.

—¿Puedes calmarte?, estoy bien pero necesito ir al hospital, ¿Te molestaría cuidar de los niños esta semana?— la voz de la mujer se quebró totalmente cuando termino de hablar

—No, está bien, pásalos a dejar a la casa y yo me haré cargo pero... Necesito que le pongas un alto a esto, ese imbécil se ha pasado de la raya está vez— su voz salió contenida

—Lo haré, pero enserio, cálmate. Estoy bien, solo es un pequeño golpe, los niños son los que me preocupan— el suspiro cansado

—Bien, te veré cuando puedas. Cuídate mucho Malin— le pidió a antes de cortar y sentir como su lobo comenzaba a gruñir en su interior

Un lobo alfa, enojado, es lo peor.

Ohm necesitaba una manera de calmarse, de alejar toda la rabia de si mismo y calmar a su lobo el cual ya se encontraba seguramente en busca de tomar el control para hacer de las suyas. Para evitar una tragedia, Ohm miró a su alrededor, si escritorio con varias cosas y comenzó a tirará todo de su lugar, en algún punto cortándose la mano con un bolígrafo roto.

Cua el la puerta se abrió y el nuevo aroma en su territorio se hizo presente, de una forma inexplicable, todo aquello que le abrumaba y le pesaba en los hombros, el enfado, la inseguridad, el odio, el miedo y el disgusto se fueron tan rápido que ni el mismo supo comprender que sucedió.

—¿Qué hacés aquí?— Ohm logró murmurar cuando vio al omega en el marco de la puerta

—Creo que eso es lo menos importante ahora, tu mano sangra como una cascada— Fluke le dijo, de manera sería acercándose un par de pasos

Ohm le miró, diciendo con la mirada un claro "Aléjate" que Fluke respondió con la mirada como si dijera "Cállate".

Sin palabras, sus lobos logrando comprenderse tal y como las historias que les contaban a los cachorros fueran reales.

Cómo si fueran destinados.

Un pensamiento extraño que cruzo ambas mentes y que se fue apenas llegó como si el solo pensamiento quemara.

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Si bien el embrollo que los unía, era realmente raro y hasta cierto punto algo alocado, Fluke no rechazo la propuesta de Ohm de salir a tomar un café -después de ayudar al alfa a curar su mano-.

Después de salí y llegar a una cafetería cercana donde una plática amena -y divertida- contaría a la que Fluke supuso que tendrían, entre risas y acciones algo torpes de su parte al no saber exactamente como reaccionar el momento se quebró.

—Quiero un abogado— Ohm soltó de la nada, pensando en voz alta

—¿De qué tipo?, ¿Penal o fiscal?— Fluke se introdujo en un papel serio juntando sus manos sobre la mesa

—En realidad no lo sé, pero supongo que uno que tome el papel de asesor en un caso de violencia intrafamiliar— vagamente Ohm respondió, ni si quiera supo porque saco el tema

—Fiscal, conozco algunos de el bufete de abogados de mi padre, también algunos recién graduados que pueden ser de mucha ayuda en este caso— Fluke sonrió volviendo a estar neutral y mientras sacaba una hojita de papel una pluma de su abrigo

Ohm observó atento lo que Fluke escribía son decir nada, detallando los detalles de la bonita letra cursiva.

—Aquí están los nombres y sus números, son los que recuerdo por ahora— extendió el papel y añadió: —Yo por obvias razones aún no cuento pero, mi número es el último— sonrió levantándose puesto que su teléfono comenzaba a vibrar demasiado

Ohm se quedó sin saber que hacer solo observando a Fluke caminar despreocupado al lado opuesto de dónde llegaron mientras hablaba por teléfono.

Actualización 😎🤙
Espero que les guste el cap 🤸🏻‍♀️
Nos leemos después 🐥