III

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—Oh, vaya, los pecados restantes están de vuelta.

La voz de la persona detrás de JongHo era grave, no mucho, pero tenía ese toque así que con cuidado y dejando de jugar con JaeMin, Jong se giró, viendo a un chico de su estatura, se cabello era rubio y se veía tierno con las mejillas levemente abultadas por la sonrisa que tenía.

YeoSang—Saludó con una sonrisa WooYoung, mientras que el bebé en sus brazos soltó ruiditos contento.

—¡Tío!

—Hola Yoyo, ¿también llegaste hoy?

—Si, hace unas horas, pero el capitán me mando al puerto, llegó mercancía el día de hoy y tuve que supervisar.

Rápidamente, los adolescentes corrieron a abrazar a aquel chico, que JongHo ahora sabía, se llama YeoSang, siendo atacado con preguntas y muchos abrazos. Los bebés, por su parte, jugueteaban en el suelo, balbuceando, uno de ellos, el más grande, estaba aferrado a la pierna del mandamiento, también balbuceando cosas poco entendibles.

JongHo casi pudo percibir el calor familiar que se había formado, el como los adultos hablaban con sonrisas, los adolescentes abrazaban y decían palabras bonitas o los bebés reían y se abrazaban a las piernas de los mayores, todo era bonito, cálido, familiar e íntimo. Muy lindo.

Hedmanito—JaeMin nuevamente llamó la atención de JongHo, quien le sonrió tímido, siendo el centro de atención, otra vez.

—¿Hermano?, vaya, ¿tenían otro hijo y yo no me enteré?, muy mal Jung.

—Oh, el es JongHo—Presentó con cariño Seong, tomando la mano del menor para que se acercará con el pecado—Pequeño, el es-

Kang YeoSang, cabra de la lujuria—Contestó el rubio, examinando al menor—Cálculo entre 16 y 17 años, omega y... ¿por qué rayos se parece tanto a-?

—¡SeongHwa, WooYoung, volvieron!

A la izquierda, por donde el pasillo seguía, se acercaba un hombre alto, su cabello era de un hermoso rubio y tenía una sonrisa en su rostro, se veía adorable y muy lindo.

—Min, que gusto me da verte.

—Lo mismo digo, Jung—Contestó amable, dirigiendo su mirada a los dos omegas—YeoSang, que bueno que también volviste.

—Iba a solicitar quedarme en París más tiempo, pero parece que soy más requerido por aquí.

—Lo eres, niño y Hwa, necesitamos hablar sobre Nana—El pecado dirigió su mirada al pequeño que seguía en brazos de su padre, con una ceja arqueada y el bebé solo sonrió de forma inocente—Rompió la computadora de DaeHwi y casi le abre la cabeza a RenJun por lanzarle la estatuilla de vidrio de tu cuarto... Sin contar que fue malo con los bebés.

Tanto omega, como alfa, vieron a su hijo con susto y casi con burla, ¿cómo es que ese niño de catorce kilos y medio podía hacer tanto desorden?, SeongHwa ya veía venir los reclamos de los demás omegas y no estaba listo para eso. WooYoung también le dedicó una mirada desaprobatoria al bebé, negando con su cabeza mientras seguía abrazándolo.

—Dae, cariño, umh... Sentimos mucho lo que JaeMin le hizo a tu computadora, te la repondremos.

—Esta bien, tío Hwa—Contesto el menor, haciendo un pequeño gesto con su mano, restándole importancia—Hyung ya la repuso, pero en sí, también fue mi culpa, sabía que ellos son todavía bruscos con las cosas pero aún así la deje a su alcance, aunque debería agradecerle, esa computadora ya era muy vieja y no funcionaba tanto, así que, prácticamente, Nana me hizo un favor.

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⏰ Última actualización: Sep 09 ⏰

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The Seven Deadly Sins [ATEEZ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora