Capítulo 3

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— Si gustas, puedes quedarte aqui un tiempo...

Esas palabras hicieron que los sollozos de la chica cesarán un poco, alzo la mirada despacio hasta encontrarse con la mirada del chico.

El chico se dio cuenta que era una propuesta algo indecente puesto que apenas y había establado conversación  con ella ese mismo dia. Sus mejillas no tardaron en arder causando que desviará la mirada.

— Perdona, eso sono algo mal... - Se disculpo. Recobro la postura y miro fijamente a la chica, la cual no se veía con ganas de protestar. - Pero en serio, puedes quedarte aqui el tiempo que necesites. Acá atrás hay una habitación de descanso, supongo que será suficiente para ti.

La chica alzo la mirada encontrándose con los ojos rubí del chico, no tenía a donde ir y aunque desconfiara de él, era su única opción. Se sentía mal por el como le trato en la mañana y que a pesar de eso el quisiera ayudarla, realmente le sorprendía aquel trato.

— Pero.. ¿acaso dejan a sus empleados traer gente a su trabajo?.

- Este es mi negocio, no veo el por que no deberia. En cierta forma si Soy un empleado, pero creo que me entiendes.

— Esta bien.. me quedaré aqui si no es mucha molestia.

(...)

La habitación era pequeña, tenía una cama, una mesa de noche y un armario. Lo suficiente creía ella, dejo su maleta a un lado de la cama y tomó asiento en esta.

— Si necesitas algo estaré afuera durmiendo en el sillón.- Aclaro el albino, se alejo hasta el marco de la puerta y se recargo en este antes de despedirse. - Buenas noches Jaimie, descansa.. - El chico finalizó su despedida con una sonrisa positiva en sus labios, sin más que decir dio media vuelta para salir de la habitación y cerrar la puerta detrás de si.

[...]○○○○

El horizonte se veía casi blanco, el cielo era de un celeste muy claro junto a otras nubes pero.. de repente había aparecido en una habitación, un pequeño estante de libros, un sofá junto a una ventana, su entorno se volvía cada vez más confuso.

— ¿Donde se supone que estoy?. - Se preguntó para si misma. Miro todo con detenimiento esperar algo similar entre sus recuerdos, pero no había nada, nunca había estado en aquel lugar.

Toco cada libro que se encontraba en aquel lugar, revisaba cada uno de ellos pero para su sorpresa parecían ejemplares muy viejos.

— Te estuve esperando... - Una voz masculina se escucho detrás de ella, quería voltear pero algo se lo impedía, es como si su cuerpo no quisiera reaccionar y estuviera congelado. - Espere años por ti, y aún lo hago. Querida Jaimie... busca un amor verdadero en el mundo real, pero si decides estar conmigo... estaré esperando tu llegada, mi amada princesa.

Ella abrió los ojos sorprendida, su voz era muy parecida a la de su novio; Ray. La única diferencia es que esta era algo más suave, era una voz más pasiva. Su cuerpo comenzó a reaccionar y cuando quiso voltear para ver al dueño que aquella voz no pudo, no pudo porque despertó de su sueño.

[...]

Su cuerpo temblaba después de tan inesperado encuentro. No conocía al dueño de esa voz tan pasiva, pero con tan solo oírlo la hizo sentir emociones extrañas, le daba escalofríos pero a la vez tranquilidad, era un sentimiento realmente indescifrable.

— ¿Quien era... él?.- Se preguntó para si misma,

Reviso su teléfono y apenas eran las 6:30am, con gusto ella seguiría descansando pero no quería ser tan aprovechada. Fuera de la habitación ya se escuchaban ruidos, de platos y sartenes siendo acomodados.

— Supongo que no tiene descanso.. - suspiro. Aun se seguía sintiendo mal por su comportamiento del día anterior,  el chico realmente era una buena persona pero ella.. ella parecía no entenderlo.

La puerta de la habitación fue abierta sin previo aviso, era el chico albino. Su cara mostró pena al verla despierta.

<<¿que hubiera pasado si se estuviera cambiando?, ¡soy un vulgar por no tocar la puerta>>, se reprochaba mentalmente.

— Buenos dias.. - No supo como llamarlo.

— Oliver, mi nombre es oliver. - Sonrio aun con algo de pena. - Buenos días para ti también, Jaimie..

— ¿Como sabes..?

— Admito que lo escuche un par de veces en las mañanas, solo fueron pocas veces las que pasaste por esa acera con tus amigas. Pero fueron las suficientes para saber tu nombre. - La chica solo le miro algo sorprendida.  – Prepare el desayuno, sal en cuanto estés lista.. - La chica asintio y oliver se fue dejándola sola de nuevo.

Se cambio de ropa y se peino el cabello, lo único que le quedaba era ponerse un poco de maquillaje. Tomo su maleta y busco la pequeña bolsa donde lo guardaba, logro sentir una pequeña caja cosa que la desconcerto. Al sacar la mano se dio cuenta que no era nada más ni menos que la caja de un teléfono nuevo.

— ¿Un teléfono?, aaw, Ray penso en mi cumpleaños.  - algo conmovida comenzó a revisar la caja, pero esta parecía ya haber estado abierta. Creyendo que sólo fue por un descuido de su pareja, lo abrió y lo prendió, pero este ya tenía aplicaciones.  – Ese hijo de ... pensé que se había preocupado por mi cumpleaños,  pero al parecer lo utilizo para engañarme.

Miro de mala gana al pobre teléfono,  dudaba si en revisarlo o no para descubrir una posible infidelidad,  su mente debatía entre dos opciones, el si o el no. Terminó eligiendo la primera opción, pero no había rastro de nada malo, el teléfono solo contaba con una aplicación que al parecer era un videojuego.

— Esta vez te salvaste Grace... - Dijo para si misma. Apago el teléfono y lo dejo a un lado de ella. Regreso en busca de su maquillaje y por fin había encontrado la bolsita de este.

[...]

— Lamento la tardanza. - Oliver volteo hacia Jaimie.

Para oliver, jaimie era la mujer más bella que había visto, al solo verla se quedó anonadado, si que estaba enamorado. Después de unos segundos reacciono y volvió a la normalidad.

— No hay problema,  come tu desayuno, aun esta tibio. - La chica asintio y se sentó a su lado. La compañía mutua era tranquila.




In The Dream [The Promised Neverland A.U]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora