Cállate, ven aquí y follame [YOONMIN]

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- Por favor no me hagas daño... - rogó una vez más mientras acomodada uno por uno los preciosos y nuevos bisturís que había en mi maletita.

El lugar era muy silencioso y agradable para escuchar las hermosas melodías que estaba a punto de crear.

De fondo a un muy bajo volumen tenía el acompañamiento en piano y violín puesto en el mini reproductor de música.

Acomodé la intensidad de la luz y me dispuse a admirar a mi preciado invitado.- La verdad es que eres hermoso.- estaba bastante inmerso en la simetría de su rostro que increíblemente aún tenía leves atisbos de inocencia. Su rostro era casi angelical y sus ojos eran una mezcla exótica entre el gris y el verde.

Todo de él era fascinante.

-¿P-por qué haces esto conmigo?

-Shh, haz silencio o me veré en la necesidad de amordazarte y creo que no nos gustará. ¿Cierto?- aterrado movió la cabeza varias veces en modo de afirmación y le sonreí complacido por su obediencia.- Quiero besarte. Eres muy hermoso ¿Puedo hacerlo?- la duda surcó sus facciones y aun estando aterrado y confundido aceptó dándome permiso de besarle.

Al principio fue un mero roce pero me agradó la textura de sus labios suaves y brillantes por las lágrimas que habían descendido desde que despertó encontrándose desnudo y atado a una camilla.

Volví a besarle con verdadera pasión y gemí a gusto cuando mordió fuerte mi lengua. Amo el sabor metálico de la sangre en mi paladar.-Eso fue... espectacular cariño. Te daré un premio si lo vuelves a hacer ¿Si?- no esperé su respuesta cuando me encontraba besándole una vez más con verdadera emoción.
Nuestras lenguas buscaban con agresividad dominar a la otra y en medio de todo volvió a morder fuertemente provocándome otro jadeo.- ¿Oh pero que vemos aquí?- posé mi dedo índice sobre su punta semi-erecta Y un gruñido abandonó sus labios.- Me parece gratificante causar tales estragos en tu cuerpo aun cuando le profetizas amor eterno a alguien más.

-¿Por qué me haces esto a mí? No te conozco, en mi vida nunca te he visto.- murmuró con pánico.

-Yo a ti sí, y créeme cuando digo que desde hace demasiado tiempo. Respondiendo a tú pregunta la respuesta que más se puede adaptar a mí es: por diversión. Pura e irrelevante diversión.- tomé entre mis manos los guantes de látex desechables y comencé a desinfectar cada uno de los bisturís colocados en la mesilla.

Lo vi palidecer en cuanto agarré el más pequeño y filoso. Le sonreí pero en esta situación podía no verse tranquilizador desde su lugar.

- Tu piel es increíblemente suave...- toco la piel de sus pectorales y abdomen.- Increíblemente hermoso para alguien que lleva semanas sin alimentarse o hidratarse. Me gusta escucharte, pero justo ahora quiero que guardes silencio porque enserio deseo escuchar el casi inexistente sonido de tu carne abriéndose para mí mientras te beso.

Sus ojos tenían en claro un: "¡estas demente!" Y no podía ser más asertivo en su conclusión.

Volví a besarle suavemente y cuando nos tuvimos que separar por aire lo miré fijamente a los ojos mientras hacía la primera laceración en su preciosa piel morena.

Fue majestuoso ver como con un mínimo rasguño la sangre empezó a brotar.

-Haré contigo tantas cosas como no te las puedes imaginar... Y te mostraré lo bajo que se cae cuando te orillan por el precipicio.- apreté firme su glande y comencé a masturbarlo a ritmo lento y constante. Su pecho subía y bajaba rápidamente y sus ojos no se despegaban de el trabajo que estaba haciendo con su pene.- Aún si intentas no gemir tu cuerpo me dice que lo está disfrutando. Disfrutas de la extraña mezcla entre miedo, excitación e incertidumbre. Apuesto a que no sabes si rogar por ayuda o por más placer.- sus caderas se alzaron levemente y sonreí al ver como inconscientemente su cuerpo buscaba más contacto sexual en medio de la bruma de peligro que siente su corazón y mente.