No es difícil, sólo quédate conmigo.
Entre mis brazos.
O entre nuestros besos, por las madrugadas.
Quédate para siempre, que si te vas, nunca volveré a sentir lo mismo.
Nunca volveré a sentirme vivo.
Quédate para siempre, que ni te imaginas cuánto duele cada minuto que no estás aquí.
Cuánto duele, vivir sin ti.
Sólo te pido, que te quedes para siempre.
Quédate para siempre, sé el sentido de mi vida.
Quédate para siempre, porque quiero decirte, que te pienso en cada momento de silencio,
en cada música que escucho, en todo momento.
Quédate para siempre, que tú eres dónde pertenezco.
Porque cuando te miro a los ojos, se que ese es mi hogar.