La Chica del Abrigo Rojo

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"Eres insensible"
"No tienes sentimientos"
Esas frases me la he oído más de un millón de veces. ¿Me hacen daño? para nada, nunca le he mentido a ninguna mujer, sexo, es lo que puedo y voy a ofrecer, si te involucras de manera sentimental no es mi problema. Ese soy yo.
- Axel hoy nos vamos de fiesta y no voy a aceptar un no así que guardas tus escusa- y él es Patrick mi mejor y único amigo.
- Sabes muy bien que voy a decir que no, tengo mucho que hacer- no tengo nada que hacer pero no me apetece salir.
- Vamos, no seas aburrido, no recibes visitas a parte de mi y las locas que viene a reclamarte a diario, ni siquiera ves a tu familia, vamos solo por hoy ¿eh? No seas malo conmigo Axel- yo ruedo los ojos, este tipo es muy molesto.
- Está bien, iré contigo.
-¡ Bieeen! Te pasaré a recoger a las 11- ¿como lo aguanto? Me pregunto eso a diario.
Mi vida es un poco monótona, no me gustan los cambios a última minuto, así como el ruido, amo el silencio y los gemidos de una mujer es lo único que adoro escuchar. Salgo de mi oficina me depido de Adele mi secretaria y voy rumbo a mi solitario y silencioso hogar. El mejor lugar del mundo para mí.
Me doy una ducha, no como nada pues no tengo mucha hambre. Miro mi reloj y son las diez, creo que debería cambiarme en hora Rick estará aquí. No quiero salir pero compalzcamos al niño bonito.
- Pensé que me habías engañado y no ibas a ninguna parte.
- Soy un hombre de palabras Rick, eso deberías saberlo, solo vayámonos a donde quiera que me vas a llevar.
- Esta bien señor, usted ordena y yo obedezco.
Nos tomamos al menos 40 minutos y llegamos a lo que parece un club nocturno. Esto no tiene muy buena pinta, me quiero volver a mi casa.
- ¿Que es esto?- miro a Rick.
- Aquí vamos a disfrutar de los placeres del sexo amigo mio- me dice Patrick lleno de orgullo.
- Un ¿prostíbulo?- levanto una ceja.
- Exacto, aquí puedes conseguir mujeres de todos los tipos y lo mejor de todo es qué no Irán a tu oficina reclamandote y toda esa mierda- de verdad hasta donde puede llegar el crebero de Rick.
- Ahora mismo yo voy a dar un paseo mientras tú entras y disfrutas.
- oye oye no intentes escapar.
- No escapo, te estoy diciendo claramente que no voy a entrar ahí. Gracias por nada- doy media vuelta y empiezo a caminar. Puedo oír a Rick llamándome pero no me apetece contestarle.
Para mí desgracia comienza una lluvia repentina y tengo que meterme en una parada a esperar. Si hubiese venido en mi auto ahora no estaría en esta situación. Pasa las minutos y el tiempo solo empeora. Me pongo a revisar las redes sociales, es lo único que puedo hacer.
- Oye, oye- levanto la mirada de mi teléfono y frente a mi tengo una chica con un abrigo rojo- ¿Tiene un caramelo?
- ¿Caramelo? - pregunto confundido.
- Si ya sabes, eso que es dulce y hay de diferentes sabores y tiene muchas formas incluso algunos tiene un palo.
- Oye se lo que es un caramelo y no tengo ninguno- vuelvo a mi teléfono.
- Oh esta bien no hay problema, podemos hablar así no me aburro mientras esperamos- la miro.
- Esta bien, ¿de qué podríamos hablar tu y yo chicha del abrigo rojo?
- Por ejemplo, este abrigo rojo es parte de mi colección, tengo varios si me quieres regalar algo por mi cumpleaños piensa en esto- esta chica es súper rara me preocupa mucho- no estoy loca, solo me gusta mucho el color. Si quieres no habalmos más.
- No, bueno si me pareces rara y todo pero podemos seguir hablando. No estoy acostumbrado a hablar tanto con una mujer.
- Me imagino ya lo que haces con ellas ¿eh?
- Oye no es mi culpa, ustedes son la perdición del hombre- reímos ok ya no está tan rara- bueno creo que ya nos podemos ir- digo mirando como ya la lluvia había parado.
- Si que mal me gustó hablar contigo- baja la mirada- ya sé- saca un papel y in boli, anota algo y me lo tiende- estaré esperando tu llamada- tomo su número y sale corriendo.
Abro el papel y está su número sin nombre.