When Were We Together | YoonKi

Cuarto día.

Cuarto día: Me diste todo de ti.

"¿La antigua casa de sus padres?" YoonGi frunció el ceño ante su propio pensamiento ¿Por qué Kihyun lo citaría a la casa de los señores Yoo? Tenía entendido que sus padres solo usaban esa casa cuando estaban de viaje en Seúl.

Sin dar más vueltas al asunto, se adentró en la acogedora casa. Al entrar nadie se encontraba en la entrada, ni en la sala, pensó en gritar el nombre de KiHyun, pero sollozos que trataban de ser acallados en la segunda planta, captaron la atención del pálido y no pensó dos veces en subir.

Dedujo que este se encontraba en su habitación, por lo cual, sin golpear la puerta, entró. Encontrándose a Kihyun dándole la espalda, se encontraba mirando por la ventana... o bueno, no realmente, la verdad era que se encontraba llorando en silencio.

—KiHyun.

Este al escuchar su nombre salir de los delgados labios del contrario, se apresuró a limpiar sus lágrimas con el dorso de su mano. Asegurándose de que sus mejillas ya no se encontrarán húmedas, dio la vuelta y encaró a YoonGi.

—Hola, YoonGi.

YoonGi sonrió levemente, intentando hacer creer que pasó por desapercibido sus ojos hinchados y las leves ojeras que empezaban a formarse bajo ellos.

—Tuvimos una cita aquí... ¿no? —preguntó con duda el peli azul. Adivinando, claramente. Ya que no tenía muy claro que pasó en la que antes era la habitación de KiHyun.

KiHyun rio levemente y se acercó a YoonGi, que había tomado asiento en un borde de la cama mientras observaba sus zapatos relucientes.

—Algo así... aquí fue donde cada uno se entregó completamente al otro.

YoonGi frunció el ceño y miró a KiHyun con interrogación en su rostro.

—Aquí tuvimos nuestra primera vez.

El rostro de YoonGi se tornó levemente rosa al escuchar a Kihyun. Entonces recordó la primera vez que tuvo relaciones con Kihyun... fue tan malditamente cursi que incluso pudo haber dado diabetes.

Kihyun sonrió suavemente ante el sonrojo de Yoongi y se acercó para abrazarlo... y Yoongi recibió gustoso el cálido abrazo. Ya se estaba acostumbrando.

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No, no tenía ni la más mínima idea de cómo había llegado a esto.

Sus dígitos índice y medio se encontraban en lo más profundo del interior de su ex esposo... y no sabía cómo es que se encontraba disfrutando tanto de los gemidos bajos y agudos que KiHyun soltaba cuando su punto dulce era encontrado.

Sus labios recorrían con parsimonia la piel blanca y suave de su cuello. Era casi igual a la seda, cerró sus ojos mientras su mente volvía frescos los recuerdos de la primera vez que tocó a Kihyun de esa manera.

Y estaba viviendo un deja vú.

Sus ropas habían desaparecido como por arte de magia, y ahora se encontraban ambos recostados en la cama de la pequeña habitación. Para YoonGi era aún abrumador la forma en la que su cuerpo reaccionaba a la desnudez de su ex pareja y a los suaves y bajos gemidos de este. Se supone que ya no sentía nada por ese hombre, que su amor se había ido y con ello su atracción sexual.

Pero hay se encontraba, con una dolorosa erección entre sus piernas al observar el delicado cuerpo desnudo

—Ah... YoonGi —susurró el castaño mientras movía sus caderas en círculos, intentando sentir más profundo la intromisión.