Había algo en el aire esa mañana, una tensión que no podía explicar. El cielo estaba gris, cubierto por nubes que parecían amenazar con una tormenta inminente. La brisa fresca golpeaba mi rostro mientras caminaba hacia Starr Park, intentando organizar mis pensamientos. Desde la carrera y el turno inesperado cubriendo a Crow, todo había sido un torbellino de emociones y confusión
Había pasado la noche anterior repasando cada palabra, cada mirada, cada gesto. Sandy y Bea seguían presentes en mi mente como un eco constante. Sentía que algo estaba cambiando entre nosotros, algo que no podía controlar ni ignorar. Max me había enviado un mensaje temprano diciendo que quería hablar conmigo, lo que solo agregaba más peso a mis pensamientos
Al llegar al parque, vi a Max sentada en un banco. Su postura relajada contrastaba con la expresión seria en su rostro. Algo no estaba bien, y por alguna razón, sentía que aquello no iba a ser fácil
-Bibi, ven aquí -dijo al verme, haciendo un gesto para que me sentara a su lado
Me acerqué, y antes de que pudiera decir algo, ella soltó un suspiro largo y pesado
-Necesito que hablemos en serio -dijo, clavando sus ojos en los míos. Había algo en su mirada que me hizo sentir vulnerable, como si pudiera ver a través de mí
-De acuerdo, ¿qué pasa? -respondí, intentando sonar tranquila, aunque mi corazón estaba acelerado
Max hizo una pausa, como si estuviera buscando las palabras adecuadas. Finalmente, dijo:
-Sé que algo te está molestando. Lo vi en la carrera, lo noté cuando cubriste el turno de Crow y también en cómo has estado actuando con Sandy y Bea
Mi primera reacción fue negar, pero Max levantó una mano antes de que pudiera abrir la boca
-No me digas que estás bien, porque no lo estás. Mírate, Bibi. Te estás cargando un peso que no tienes por qué llevar sola. Somos amigas, y quiero que confíes en mí
Sus palabras me golpearon más de lo que esperaba. Bajé la mirada, sintiendo un nudo en la garganta. Sabía que Max tenía razón. Había estado reprimiendo todo, intentando mantener una fachada de fuerza, pero por dentro me sentía rota
-Solo... no sé qué hacer -admití finalmente, mi voz temblando ligeramente. -Siento que estoy perdiendo algo importante, pero no sé cómo detenerlo
Max se inclinó hacia adelante, apoyando los codos en sus rodillas
-Bibi, no puedes controlar todo, y mucho menos lo que sienten los demás. Pero sí puedes decidir cómo reaccionar ante eso. Si Sandy y Bea tienen algo especial, no significa que tú seas menos importante
-No es solo eso -dije, sintiendo que mis palabras salían atropelladas. -Es la forma en que me siento cuando estoy cerca de ellos. Como si no encajara, como si siempre estuviera en segundo plano
Max se quedó en silencio por un momento antes de responder:
-Bibi, tú eres mucho más que eso. Pero si de verdad quieres respuestas, tienes que hablar con ellos. Con los dos. No puedes quedarte atrapada en tus pensamientos. Te estás lastimando sola
Sus palabras resonaron en mí, pero la idea de enfrentar a Sandy y Bea me aterraba. Sin embargo, sabía que Max tenía razón. No podía seguir viviendo con esas dudas
Más tarde ese día, nos reunimos todos en el parque. La atmósfera era diferente. Leon había mencionado que tenía que irse temprano, y Max también se excusó, diciendo que tenía algo que hacer. Eso nos dejó a Sandy, Bea y a mí, un triángulo de tensión que no podía ignorar
-Bea, ¿podemos hablar? -dije, reuniendo todo mi valor mientras los tres nos sentábamos bajo un árbol. Sandy levantó una ceja, sorprendido por mi tono directo, pero no dijo nada
-Claro, Bibi -respondió Bea, con esa calma que siempre parecía tener
Respiré hondo antes de continuar
-Sólo quiero entender qué está pasando. Entre tú y Sandy. Entre nosotros
Bea me miró con sorpresa, pero luego su expresión se suavizó. Sandy pareció incomodarse, moviéndose en su lugar como si quisiera intervenir, pero Bea levantó una mano para detenerlo
-Bibi, hay algo que tenemos que decirte -comenzó Bea, con un tono suave pero decidido. -Sandy y yo hemos estado saliendo desde hace unos días
Sentí como si el aire me faltara por un momento. Sandy asintió, su mirada fija en mí mientras hablaba
-No queríamos que sepas de esta forma -dijo Sandy. -Es algo que apenas estamos explorando, y no queríamos que afectara nuestra amistad contigo
Mis pensamientos se arremolinaron mientras intentaba procesar sus palabras. Había imaginado mil escenarios, pero escuchar la verdad directamente de ellos era mucho más difícil de lo que esperaba
-¿Por qué no me lo dijeron antes? -pregunté finalmente, mi voz apenas un susurro
-Bea y yo queríamos asegurarnos de que esto era real antes de decir algo -respondió Sandy. -No queríamos lastimarte, Bibi
-¿Lastimarme? -repetí, sintiendo cómo una mezcla de emociones se acumulaba en mi pecho. -Creo que eso ya pasó
El silencio que siguió fue pesado, lleno de palabras no dichas. Finalmente, Bea habló, rompiendo la tensión
-Bibi, no queremos que esto cambie lo que tenemos contigo. Sabemos que es mucho pedir, pero esperamos que puedas entendernos
-No sé si puedo hacerlo -admití, mi voz temblando
La noche había caído cuando me despedí de ellos. Caminé sola por las calles, sintiendo que una parte de mí se había roto, pero también sabiendo que era necesario. Sandy y Bea habían sido honestos, y aunque dolía, al menos ahora tenía claridad
Tenía un largo camino por delante para sanar, para encontrar mi propio valor sin compararme con los demás. Pero mientras miraba el cielo estrellado, me prometí a mí misma que lo lograría. Porque, al final, la tormenta dentro de mí solo podía calmarla yo misma

ESTÁS LEYENDO
TE AMO Y TU NO
FanfictionEn Starr Park, Bibi enfrenta cambios inesperados en sus amistades con Sandy y Bea. Lo que parecía ser una conexión sólida se complica con sentimientos y revelaciones que la obligan a mirar dentro de sí misma. Entre momentos difíciles y decisiones im...