❝Sorry, I Love You❞

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No había algo que amara más que un buen café por la mañana antes de irse al colegio, se levantó demasiado temprano gracias a que tenía varios deberes que hacer, uno de ellos era ir temprano a las instalaciones de la escuela para hablar con su entrenador y equipo.

Al ser el capitán del equipo de baloncesto debía poner en practica la puntualidad, aunque realmente odiará levantarse temprano, a parte, la noche anterior durmió demasiado tarde terminando un proyecto importante que por antisocial tuvo que hacerlo el solo.

El colegio no estaba lejos de su departamento, así que fácilmente podía ir caminando mientras bebía de su café y escuchaba algo de música, al ser tan temprano no tendría oportunidad de irse con sus amigos y debía salir solo.

Tomo su mochila color negro y su café, tomo las llaves de su hogar y salió cerrando tras él, guardo las llaves en los bolsillos de su pantalón y comenzó con su camino, bajo por las escaleras con cuidado y una vez estuvo fuera del edificio soltó un suspiro cansado mientras se colocaba sus audífonos.

Alguna canción al azar comenzó a reproducirse provocándole una leve sonrisa, comenzó con su camino centrando su atención en su alrededor, las personas yendo a sus trabajos, algunos universitarios yendo al colegio y muchas cosas más, le gustaba centrarse en las situaciones ajenas a él solo cuando estaba solo.

Comúnmente piensan que no es alguien empático y observador, pero sí lo era, solo sus amigos lo notaban de hecho.

Al llevar la vista al frente noto que estaba a unos pasos de llegar al colegio, sonrió levemente al observar al joven pálido frente a él, uno de los jóvenes de su equipo estaba esperándolo con el balón en las manos.

– Buen día – saludo el peli menta frente a el – Llegamos a tiempo

– Buen día – sonrió y ambos comenzaron a caminar entrando al colegió – ¿Somos los únicos?

– Los demás ya están dentro, démonos prisa – comento con tranquilidad –

Se llevaba bien con su equipo y eso era suficiente, no entablaba una conversación de más de diez minutos con ninguno, sigue sin comprender porque lo escogieron como capitán.

Ambos seguían caminando por los pasillos dirigiéndose a la cancha, su atención cayó en las bancas de la cafetería, donde estaba el azabache y el castaño con su círculo de amigos, aparte de compartir academia compartían salón.

Conecto miradas con Hyunjin, el cual seguramente estaba buscando a Seungmin o a Chris, ya que él no se llevaba muy bien con el alto, regreso su atención a su compañero pero segundos después escucho que alguien lo llamaba.

– ¡Changbin! – llamo Hwang acercándose a el –

– ¿Sucede algo? – pregunto, con una mirada tranquila le dijo a Min que continúe caminando sin él, el joven solo asiente y se retira –

– ¿Seungmin no viene contigo? – Interrogo con una leve sonrisa – Lo he estado buscando desde ayer

– No, sus clases comienzan más tarde – su vista se dirigió al castaño que venía tras el azabache, en ese momento lo único que quería era salir corriendo – Tuvimos demasiada tarea, quizá por eso no te respondió

El castaño paso su brazo por los hombros de Hyunjin provocando que este se baje un poco y lo mire mal por un segundo.

– ¿Quién es él? – pregunto Lee con una sonrisa leve sin despegar la vista de Hyunjin –

– Es el amigo de Seungmin y Chan – murmuro en respuesta –

– ¿No necesitas nada más? – Interrogo pero aun así se dio la vuelta – Tengo cosas que hacer

– ¡Gracias! – le dijo cuándo se dio cuenta que el más bajo había comenzado a caminar ignorándolos completamente –

No es que los ignorara, pero estar cerca de la persona que le gustaba lo ponía muy nervioso, al grado de no poder articular alguna palabra.

Desde que conoció a ambos jóvenes (gracias a Seungmin) los veía más seguido, tenían entendido que Hwang estaba saliendo con Kim, o al menos lo quería intentar, por otro lado Minho era amigo cercano de Hyunjin, compartían academia y siempre estaban juntos, aunque su relación se basaba en amor-odio le causaba cierta diversión verlos pelear.

Seo lo observaba con curiosidad, el castaño era buen bailarín, era muy extrovertido y tenía buenas calificaciones, básicamente era perfecto y popular en el colegio, todo lo contrario a él.

Changbin era serio y pasaba desapercibido, o al menos eso creía el, ¿Cómo es posible que no destaqué si es el capitán del equipo de baloncesto?

Realmente era muy conocido, pero te daba miedo cuando lo veías así que preferían no acercarse y dejarlo en su propio mundo.

No estaba prestando mucha atención a la conversación que mantenían sus amigos, el azabache comía despacio mientras escribía en su libreta color negro, aún conservaba la costumbre de escribir lo que piensa o siente en una libreta abandonada para después volverla una bonita historia o una canción que jamás saldría a la luz.

Desde que desarrollo sentimientos por el castaño supo que no había oportunidad de acercarse a él, mucho menos de tener algo, ni siquiera llevaban una amistad, así que se culpaba a si mismo por perderse en los ojos de alguien que no lo miran a él.

Estaba concentrado escribiendo que no noto cuando ambos jóvenes se unieron a ellos en la mesa de la cafetería, a su lado derecho estaba Chan, el mayor le dio su espacio para que pudiera escribir con tranquilidad, no lo molestaba y debes en cuando le recordaba que aún tenía su comida enfrente.

Del otro lado estaba Seungmin, a su derecha Minho y a su izquierda Hyunjin, por obvias razones el castaño quedo frente a Seo, pero este no se percató de tal acción y continuó perfeccionando la letra.

Lee sintió curiosidad e inclino un poco su cabeza, los otros tres estaban muy concentrados en su plática sin sentido de como los perros iban a dominar el mundo, lo más casual.

Leyó un poco la letra y quedo encantado, ese chico misterioso escribía muy bien, sonrió levemente y volvió a su posición actual terminado de comer pero aun así prestando su atención en el menor.

Le causó cierta curiosidad saber a quién le escribía esas letras tan hermosas e hirientes a la vez.

Que irónico.