La ultima pelea de las cuatro deidades terminó en un derramamiento violento e innecesario de sangre.
El hecho poco después fue conocido como "La masacre de Tanabata"
En medio de la lucha, entre las cuatro pandillas más fuertes y feroces de todo Japó...
Los sonidos provenientes de la televisión lograron despertar sus sentidos por completo.
Sus ojos, al ser abiertos, fueron torturados por el único foco que iluminaba la habitación.
Al reconocer el sitió en el que se encontraba solo se giro sobre la cama e intento seguir durmiendo.
"Es solo un sueño."
El estruendoso ruido del timbre y el constante golpeteo en la puerta hicieron que arrugara su nariz, al mismo tiempo que soltaba un gruñido de molestia y se levantaba de la cama a pasos tambaleantes.
En su camino a la puerta, mientras el bullicio fuera de su hogar seguía, solo podía soltar maldiciones entre dientes a la par que se le escapaban bostezos debido al cansancio.
— Si esto es un sueño, es uno muy molestó. —.
En el instante que la puerta fue abierta un tembloroso y lloroso Takemichi se lanzó sobre su cuerpo, tirando los al piso a ambos.
— Estás vivo. — Su voz sonaba tan aliviada y temblorosa que logró preocupar al contrario, consiguiendo que esté lo abrazara de manera reconfortante.
— No fue un sueño, verdad? — Takemichi, escondido en el hombro de su primo, negó con un suave movimiento de cabeza a la vez que sorbía sus mocos e intentaba secar sus lagrimas contra la camisa del otro.
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— Entonces...¿Viajamos en el tiempo? — Takemichi asentía seguidamente mientras observaba a su primo meditar sobre el tema en su cama.
— Es extrañó. — ____ lo miro con un ceño de confusión. — Mi primer ancla fue Naoto, el hermano pequeño de Hinata, y su versión más joven nunca supo algo sobre los viajes en el pasado, en cambió, el Mikey del último viaje si lo sabia y ahora...tu y yo...ambos viajamos al pasado...juntos. — Un silenció profundo se formó entre ambos, cada uno repasando los últimos sucesos en sus mentes.
"07:11. 01/04/2003"
Sus celulares marcaban la misma fecha.
— Esto es demasiado extraño. — Exclamo el mayor con un ceño confuso en su rostro.
— Son...casi cinco años en el pasado. —
— ¿Alguna vez habías retrocedido tanto en el tiempo? — ____ observo como su primo negaba con un vago movimiento de cabeza aun con su mirada centrada en la pantalla de su celular, tal vez en alguna especie de shock mental.
— ¿No somos muy jóvenes para esto? — La segunda pregunta del mayor quedo en el aire. Ambos sabían la respuesta.
Eran tan solo adolescentes, en el caso de ____ un joven adulto, no deberían escapar de la muerte cada vez que sus ojos se abrían en las mañanas. No tendrian que ser golpeados una y otra vez por sus destinos.
En aquel silencio sus miradas destellaban determinación y seguridad, esté era el final del trayecto, su ultima oportunidad y la última parada del resto de sus vidas.
Esta vez no habria vuelta atrás.
Esta vez no habría equivocaciones.
Esta vez...
Ambos jóvenes elevaron sus cuerpo erguidos con toda la determinación que abundaba en sus mentes y corazones y declararon su juramento a la nada misma.
