Synical🥀jaedotae

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-¿Acaso no te gusta su sangre manchando el piso?-

No, no me gusta.

-Pero ya no te harán daño -

¿Desde qué día esa sonrisa comenzó a darle miedo?

-¡Doyoung basta!-

¿Desde qué día Doyoung había cambiado tanto?

Quizás ya estaba bastante mal, quizás ya estaba demasiado mal y ninguno lo notó.

Taeyong se quedó en una pequeña esquina mientras veía a alguien sujetando un bate cubierto de sangre, algunos gritos dando vueltas en su cabeza mientras observaba el cuerpo de alguien tirado en el suelo rodeado de una mancha de sangre y luego esa voz que tanto conocía.

-¿Cómo te sientes Taeyong? Estarás a salvo con nosotros -

Taeyong se levantó tomando aire, respiró de manera agitada mientras tomaba su pecho con una de sus manos.

Esa había sido una horrible pesadilla.

-Taeyong, la comida esta lista - escuchó una voz fuera, Taeyong retrocedió en su propia cama.

Era la misma voz.

Se quedó quieto y espero unos momentos, tenía que calmarse, tenía que concentrarse y pensar en donde estaba y como llegó ahí, tenía que intentar recordar un poco más.

-Taeyong - alguien tocó a su puerta, sintió el miedo apoderarse de él, sentía que se estaba volviendo loco ¿Por qué tenía tanto miedo?

Quien sea quien esté detrás de la puerta no era alguien de confianza.

-Voy a entrar -

Pensó rápidamente, tenía que moverse porque realmente no quería ver a esa persona, se metió debajo de las sabanas nuevamente y cerró los ojos intentando controlar su respiración.

-Tae...- escuchó pasos acercándose a su cama, se relajó para que su respiración se volviera normal a pesar de lo rápido que latía su corazón -¿Sigues dormido?-

Pronto la cama se hundió un poco, esa persona se había sentado al borde de la cama para luego pasar una mano por su cabello con cierto cariño.

-Taeyong, tienes que levantarte, es hora de comer - beso su mejilla y paso una mano por su hombro.

Taeyong abrió los ojos un poco, tenía que ver quien era, parpadeo por la luz para mirar el rostro de la persona, se sorprendió cuando logro reconocerlo.

¿Doyoung?

Los recuerdos llenaban su cabeza lentamente, no por completo, solo algunos, unos dolorosos y amargos recuerdos.

-Ven, vamos a comer - Doyoung acarició su cabello mostrándole una linda sonrisa, pero esa linda sonrisa también podía ser malvada.

Apenas podía recordarlo.

Camino lentamente para seguirlo, tampoco quería provocarlo, a pesar de eso miro la casa recordando un par de cosas sobre ese lugar.

¿Cuánto había pasado encerrado ahí? ¿Cuándo se mudaron los tres? ¿Termino sus estudios?

Eran tantas preguntas, pero mientras miraba a Doyoung servir la comida

frente a él solo pudo pensar en una. ¿Cómo era que no atraparon a ninguno por el asesinato de sus padres?

-¿Y Jaehyun?- preguntó con una pequeña voz mientras intentaba comer la sopa frente a él, cualquier pequeño cambio harían que Doyoung sospechara de él, así que aunque no tenía hambre tenía que comer.