Capítulo 3

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Han pasado 10 minutos y no ha pasado absolutamente nada, solamente estar encerradas, sin poder hacer nada.

Pero entonces el camión deja de avanzar y se abren las puertas del camión.

Entra un hombre muy alto, diría que mide 1.86 más o menos, es pelirrojo con los ojos grises, de piel muy blanca y un cigarrillo en la mano.

Atrás de el le siguen... gemelos?

Pues sí, atras de el le siguen dos chicos que claramente se pueden ver que son gemelos, son iguales tienen exactamente la misma altura.

Uno es pelirrojo, ojos grises, va vestido de camisa negra con botones blancos, pantalón negro de cuero y zapatos negros, y tiene un piercing en la boca.

El otro es pelirrojo, ojos grises, va vestido de camisa azul con botones negros, pantalón de cuero, y zapatos negros.

Pero ellos no entraron esposados. Entonces, quizás son los dueños de esto.

Cuando se acercan a nuestra celda, nos ven unos segundos, hago contacto visual con el que tiene piercing en la boca y me levanto.

Quedo a su altura y le digo:

—¿Tienes algo que ver con esto?

Me mira sin expresión alguna y al lado se pone su gemelo.

—No. —me responde—

—¿Porque?

—Porque no.

Siguen de largo y viene hacia mí aquel chico alto pelirrojo.

Me intenta agarrar la mano pero niego su agarre.

—Gioner Zhener, esos que pasaron por acá son mis hermanos, Nicolas Zhener y Mathias Zhener, y por si te preguntas, si, son gemelos. Yo soy su hermano mayor pero sin embargo yo no soy gemelo de ellos.

Bueno este tipo me está contando toda su vida al parecer.

—Que bien, ¿pero tengo que ver yo aca?

Me voltea los ojos y sigue de largo, ignorando mi pregunta.

Me siento en la celda y Laura me ve con cara de lástima y con lágrimas en los ojos.

—Esto es horrible —dice ella—

—Pronto saldremos de aca, te lo prometo —le respondo—

Pasan los minutos.

Pasan las horas

Y sin darme cuenta me duermo.

Hasta que siento que alguien me está tocando el hombro.

Y si.

Era Laura

—¿Que pasa? —le preguntó—

—Nada, tenias mucho rato durmiendo. Ah, y el camión ya dejó de moverse, hace rato abrieron las ventanas y estamos en un lugar muy oscuro, o o creo que es de noche.

Ya no aguanto definitivamente.

—¿A donde nos habran traído? —inquiri—

—No lo sé, pero hay que averiguarlo.

Veo hacia el techo y observó que hay algo como.... una rejilla?

Si, y se esta moviendo.

¿ACASO METIÓ UNA RATA?

Laura se da cuenta y se mueve, y me empieza a abrazar.

—¿Laura que esta pasando? —le
preguntó—

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